Un artículo científico apunta que aquellas personas debieron sufrir, de chicos, que sus padres se pelearan con frecuencia parecen ser más propensos a tener problemas relacionados con salud mental de adultos. Así lo revela una investigación publicada en la revista Journal of Epidemiology and Community Health.
Los investigadores examinaron el impacto en el largo plazo, de las relaciones violentas entre padres e intentaron entender sus probables efectos sobre la salud mental en la edad adulta.
Vale la pena tener en cuenta que, hoy por hoy, un niño expuesto a la violencia entre sus Padres puede ser considerado como una particular forma de maltrato, con consecuencias inmediatas para el desarrollo del niño.
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