sábado

Hablar solo no es cosa de locos

Puede ayudar a liberar tensiones y a organizar el pensamiento, afirman especialistas en salud mental

Karelia Vázquez
Diario El País

MADRID.- Conversar con uno mismo tiene muchas ventajas, según afirman especialistas en salud mental. Es un desahogo y rebaja la tensión emocional. Poner palabras a los sentimientos, con público o sin él, ayuda a sacarlos de la cabeza.

Si a alguien le pillan hablando solo, lo más normal es que se invente una excusa. Por ejemplo, "estaba pensando en voz alta". Es raro que alguna persona reconozca que mantiene encendidos diálogos con el espejo del baño o que consigue resolver importantes cuestiones después de explicarse a sí mismo en voz alta una y otra vez el asunto en cuestión.

Socialmente no está aceptado hablar solo. Todavía se asocia con algunos trastornos mentales, como la esquizofrenia, patologías en las que los enfermos oyen voces en su cabeza y entablan hipotéticos diálogos con ellas.

Pero la gente sana que habla sola está muy cuerda. Al menos eso dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos. En su último libro, Superar la adversidad. El poder de la resiliencia (Espasa Libros, 2010), apunta que "hablar con amigos, con una planta, con un gato o con uno mismo es uno de los factores que ayudan a superar una situación de crisis".

Hablar con uno mismo en voz alta también es útil para pensar mejor y tomar decisiones. "Para mucha gente es una forma de rebajar la intensidad emocional, un desahogo. ¿Están locos? No creo, las ventajas son enormes", comenta el psiquiatra.

Equilibrio personal

En foros protegidos por el anonimato como son los grupos de fans que se crean en la red social Facebook, el grupo Hablar Solo consiguió 5999 seguidores en tiempo récord; el 70% eran mujeres.

"¿Es que los hombres no hablan solos?", se preguntaba su creador. La razón más frecuente que aducían los miembros del grupo para juntarse desbordaba sentido común: "Soy la única que me entiendo perfectamente a mí misma". La versión en inglés de este grupo, Just Because I Talk to Myself doesn´t Mean I Am Mad " (hablar solo no significa que esté loco), tenía una cantidad similar de seguidores con argumentos de la misma naturaleza.

Rojas Marcos afirma: "Es bueno antropomorfizar a los animales y a las plantas, los efectos son similares a comunicarte con un ser humano". Para el psiquiatra, la gran ventaja de hablar, solo o con público, es que "al poner palabras a los sentimientos, los sacas de tu cabeza, haces tu versión de los hechos y cuentas tu historia".

Este experto en estrés postraumático cree que es importante "teorizar" sobre lo que nos pasa. "Los sentimientos que no tienen palabras se acumulan en la memoria emocional. Por ejemplo, las imágenes y los olores de una situación de terror se quedan en la memoria emocional y sólo convirtiéndolas en palabras pasan a la memoria verbal. Lo más sano es pasar lo que se acumula de la memoria emocional a la verbal."

Hablar solo tampoco es un síntoma de soledad o de no tener amigos. Para mucha gente es una manera de organizar o aclarar las ideas. Cuanta más extravertida es la personalidad, los diálogos internos en voz alta son más frecuentes.

En opinión de la psicóloga Isabel Larraburu, las personas que exteriorizan mucho sus ideas y estados de ánimo necesitan mayor cantidad de estímulos sensoriales para conseguir el equilibrio personal.

"Si se ven forzados al aislamiento o la soledad, pueden llegar a construirse un ambiente a su medida hablando solos, con los animales o con las plantas." Todo lo contrario les pasa a los tímidos. "Un exceso de estímulos externos puede llegar a descompensarles. Están más a gusto con el silencio", explica la psicóloga.

La otra cara del diálogo sin fin con uno mismo es menos amable. "Es beneficioso hablar de cosas que han ocurrido en el presente, pero hablar compulsivamente y sin control de algo pasado no ayuda a pasar página", dice Rojas Marcos, que cuenta que a su consulta llegan pacientes con problemas de ansiedad cuyo origen está en un trauma de la infancia. Estos casos lo ponen en la disyuntiva de si es conveniente o no hablar del pasado para ayudar al paciente.

"Remover o no remover, ésa es la cuestión", ilustra el psiquiatra, y añade que hay que hablar del pasado sólo cuando es útil.

El psiquiatra Jesús de la Gándara también opina que no parar de hablar de algo pasado "aumenta la permanencia de los problemas en la conciencia, causa fatiga emocional e impide avanzar".

La cháchara compulsiva sobre un tema contribuye al fenómeno que los psiquiatras llaman mood amplification , es decir, la amplificación de los estados de ánimo negativos. Una de las terapias psicológicas más de moda en Occidente, el mindfulness , que consiste en eliminar la dispersión mental y concentrarse en disfrutar el presente, aboga por poner en práctica "el olvido voluntario".

Isabel Larraburu dice cómo hacerlo en su libro Atención plena (Temas de Hoy, 2009). Para conseguirlo conviene "dejar de recrear los malos recuerdos mediante conversaciones de modo que vayan cayendo en desuso, y no rememorar los detalles para que no se fijen en la memoria a largo plazo". Esta terapeuta opina que "hablar no es terapéutico, reivindico el silencio para utilizar las palabras de forma más sabia. Esto implica equivocarse menos, y no soltar la palabrería para esconder sentimientos u ocupar los momentos de incomodidad".

Sin embargo, la gente sigue con necesidad de contar su vida. "Probablemente se hable mucho, pero no lo suficiente de las cosas importantes", opina Rojas Marcos. En su página web ( www.luisrojasmarcos.com ), personas desconocidas le dejan testimonios "desgarradores", le piden opinión sobre "intimidades y cosas serias".

"Me sorprende que la gente tenga tanta necesidad de desahogo a través de un medio por el que sólo puedo dar consejos muy generales. Es como llamar al teléfono de la esperanza."

De niños o de adultos, todos tenemos soliloquios. Se estima que estas reflexiones en voz alta sin interlocutor suponen entre el 20 y el 60% de los comentarios que hacen los niños entre los cuatro y los diez años.

Cuando nos hacemos mayores, seguimos contándonos una receta mientras cocinamos, repetimos un número de teléfono para memorizarlo o nos animamos frente al espejo con esa conversación/discusión que tenemos que tener de una vez con el jefe.

Fuente:  http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1289829&origen=NLCien

viernes

Crean ropa que revive recuerdos

David Cuen
BBC Mundo

La ropa inteligente podría conseguir que las personas revivan recuerdos de sus seres queridos al reproducir archivos multimedia (fotos, texto, audio, video) directamente en una prenda de vestir.

Wearable Absence -un proyecto conjunto de la Universidad Concordia, en Canadá, y el Colegio Goldsmiths, en el Reino Unido- creó ropa inteligente que puede servir de consuelo emocional para su portador.

El sistema detecta el estado anímico de quien lleva puesta la ropa y reacciona proveyéndolo de recuerdos a fin de que se sienta reconfortado.

La ropa cuenta con sensores que monitorean el estado de ánimo del portador.

Para lograrlo, la prenda monitorea -a través de sensores- la respiración, ritmo cardíaco, piel y temperatura del portador. Al identificar una emoción, se conecta a internet (vía un teléfono inteligente) y retrae de una base de datos, creada por el usuario, archivos como fotos o audio que el sistema cree ayudarán a que la persona se sienta mejor.

"Hemos visto durante largo tiempo que las personas le asignan recuerdos a la ropa por lo que decidimos llevar ese concepto a otro nivel", afirmó a BBC Mundo Janis Jefferies, de los Estudios Digitales del Colegio Goldsmiths quien junto con Barbara Layne, de Canadá, desarrolló el proyecto.

"El equipo en Canadá diseñó el vestuario y en Londres realizamos la arquitectura de la base de datos. En este momento tenemos dos prototipos, un modelo para mujeres y otro para hombres", agregó Jefferies.

"Para sentirse mejor"

A nosotros nos interesa que pueda ser útil para la gente que sufre demencia o que tiene que padecer una larga hospitalización. Ellos pueden necesitar sentirse cerca de sus seres queridos para estar mejor.

La ropa cuenta son sensores inalámbricos y con pantallas y altavoces en la capucha de la prenda. Las pantallas pueden desplegar texto o imágenes y los altavoces pueden reproducir música, sonidos o mensajes pregrabados por seres queridos.

“Digamos que te sientes muy ansioso y que tu respiración se acelera mucho. El sensor lo notaría y quizá tu querrías escuchar una canción o leer una historia para calmarte”, explica la investigadora.

"A nosotros nos interesa que pueda ser útil para la gente que sufre demencia o que tiene que padecer una larga hospitalización. Ellos pueden necesitar sentirse cerca de sus seres queridos para estar mejor", abunda Jefferies en conversación con BBC Mundo.

Pero ¿existe el riesgo de que la prenda pueda provocar depresión?

"Si llevamos el proyecto a otro nivel, entonces tendríamos que preocuparnos por los riesgos. Al tener un equipo más grande podríamos saber si existen riesgos de depresión. De cualquier modo no creo que lo que estamos sugiriendo reemplaza nada, más bien es una extensión de cómo uno se cuida a sí mismo", responde Jefferies.

La investigadora prefiere poner como ejemplo una historia publicada en un sitio web.

En ella una pareja de personas mayores acude a una banca todos los días para alimentar a los patos. Cuando él muere, su viuda continúa yendo al mismo lugar, pero echa de menos a su esposo. Portando Wearable Absence -continúa la historia ficticia- la prenda reproduce la voz de su amado y calma sus ánimos, pues ella siente que él está en el lugar, acompañándola.

"Creo que que refleja el significado y el contenido del proyecto", finaliza Jefferies.

Fuente:  http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/07/100729_1415_ropa_recuerdos_wearable_absence_dc.shtml

miércoles

Una molécula que evita la adicción a la cocaína

Cristina de Martos | Madrid

La cocaína es una de las drogas más consumidas en el mundo. Sin embargo, sólo un 15% de los que la toman con regularidad es un adicto. Qué sucede exactamente en el cerebro de unos y otros está aún por determinar, pero un grupo de investigadores de EEUU podría haber dado con una de las claves, un microRNA cuya presencia previene la adicción.

La cocaína, una sustancia que estimula el sistema nervioso central, provoca con el tiempo cambios moleculares y celulares en las vías de recompensa del cerebro, implicados en el desarrollo de adicciones. En un primer momento, se produce la tolerancia, que implica una disminución de las respuestas ante una misma dosis. Esta reacción desemboca en una segunda oleada de adaptaciones que hace que las redes neuronales vuelvan a trabajar con normalidad.

"Desafortunadamente, tras periodos largos de exposición, el abuso de las drogas puede desbordar esta capacidad de adaptación, y aparecen cambios en el comportamiento, causando mayor ansiedad y la búsqueda desesperada de la sustancia", señala Marina Picciotto, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale, en un comentario acerca de este estudio.

Pero este tipo de conductas, típicas de la adicción, no aparece siempre. Alrededor del 15% de los consumidores de cocaína lo desarrollarán, según explican los autores. ¿Por qué? Su experimento, llevado a cabo con ratas, sugiere que una pequeña molécula (miR-212), presente en una de las zonas del cerebro clave en la aparición de comportamientos compulsivos, tiene algo que ver.

Analizando los cerebros de los roedores, los autores vieron que "en respuesta al consumo elevado de cocaína, la expresión de miR-212 aumenta y sirve como factor protector", explica a ELMUNDO.es Paul John Kenny, del Departamento de Terapia Molecular del Instituto de Investigación Scripps (Florida, EEUU). Esta molécula "combate la aparición en las ratas de una respuesta compulsiva en busca de la droga", añade el principal investigador del trabajo, publicado en 'Nature'.

Una nueva visión de la adicción

Su descubrimiento, por un lado, "ofrece una nueva forma de explorar los mecanismos evolutivos que protegen a los humanos frente a la adicción a las drogas", señala Picciotto. Por otro, abre una posible vía terapéutica o de prevención frente a estos problemas.

"Estamos empezando a delinear los mecanismos cerebrales que influyen en la adicción", explica Kenny. "Aunque es pronto para especular [...] espero que un mejor entendimiento acerca de cómo miR-212 y otros factores influyen en la vulnerabilidad a la adicción a la cocaína nos dé la oportunidad de identificar a aquéllos con más riesgo de adicción y de desarrollar nuevos tratamientos", añade.

Las moléculas que regulan la expresión de este microRNA podrían ser un buen comienzo, tal y como ha mostrado este experimento. Provocando el aumento de la expresión de miR-212 de forma artificial, los autores lograron limitar el consumo de cocaína de las ratas y viceversa.

Aunque en materia de adicción a la cocaína el comportamiento de las ratas es muy similar al de los humanos, "sabemos que existe un gran salto y necesitamos trabajar más antes de afirmar que nuestros datos pueden apoyar el desarrollo de nuevos fármacos", concluye Kenny.

Fuente: ELMUNDO.es Salud

martes

Expertos en salud mental se preguntan: ¿alguien será normal?

Por Kate Kelland

LONDRES (Reuters) - Una edición actualizada de la "biblia de la salud mental" para médicos podría incluir diagnósticos sobre "desórdenes" como los caprichos de los niños o los atracones de comida, por lo cual algunos expertos temen que pronto nadie sea clasificado como normal.

Destacados especialistas en salud mental advirtieron en una sesión informativa que la nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por su sigla en inglés) podría devaluar la enfermedad mental y diagnosticar a casi todas las personas algún tipo de desorden.

Al mencionar algunos ejemplos de las nuevas enfermedades, como "depresión ansiosa leve" o "síndrome de riesgo psicótico", los expertos dijeron que muchas personas que antes se consideraban perfectamente sanas podrían ser calificadas como enfermas en un futuro.

"Esto se está metiendo en el terreno de la normalidad. Se está reduciendo el ámbito de lo normal a un pequeño charco", dijo Til Wykes, del Instituto de Psiquiatría en el Kings College de Londres.

La Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos (APA por su sigla en inglés) es la encargada de publicar el DSM y contiene descripciones, síntomas y otros criterios para diagnosticar trastornos mentales. El libro es considerado la biblia del diagnóstico en el terreno de la medicina para la salud mental.

Las guías tienen como objetivo proporcionar definiciones claras para los profesionales que tratan a pacientes con desórdenes mentales y para los investigadores y compañías farmacéuticas que buscan desarrollar nuevos métodos ara tratarlos.

Wykes y sus colegas Felicity Callard, también del Instituto de Psiquiatría de Kings College, y Nick Craddock, del departamento de medicina y neurología psicológica de la University of Cardiff, dijeron que a muchos en la comunidad psiquiátrica les preocupa que cuanto más se extiendan las guías, más difícil será que alguien sea considerado normal.

"Técnicamente, con la aparición de tantos nuevos trastornos, todos nosotros tendremos desórdenes", dijeron en una declaración conjunta.

"Esto podría desembocar en la creencia de que muchos más de nosotros 'necesitamos' medicamentos para tratar nuestras 'enfermedades', (y) muchos de los fármacos tendrán efectos secundarios desagradables o peligrosos", añadieron.

Los científicos dijeron que el diagnóstico del "síndrome de riesgo psicótico" es especialmente preocupante, dado que podría englobar falsamente a jóvenes que quizá tengan un leve riesgo de desarrollar una enfermedad.

"Es como decir a 10 personas con un resfriado común que corren 'riesgo de sufrir un síndrome de neumonía', cuando sólo uno de ellos probablemente contraerá el desorden", dijo Wykes.

Fuente: Yahoo Noticias Salud

lunes

Identifican el autismo en los balbuceos de los bebés

* Esta dolencia se muestra en las sílabas prelingüísticas que emiten los niños
* Una máquina descubre en los sonidos si el desarrollo está siendo típico o no

Ángel Díaz | Madrid

Un nuevo sistema que graba los balbuceos de los bebés y analiza su evolución es capaz de diferenciar, en un alto porcentaje de los casos, si el niño padece autismo o un desarrollo tardío del habla.

El método se ha probado con 282 niños en EEUU, los cuales llevaron en ropas especiales el dispositivo que grababa sus vocalizaciones durante todo el día. Los investigadores, que han publicado sus resultados en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', emplearon un total de 1.486 días o, lo que es lo mismo, más de tres millones de sonidos grabados.

Para su estudio, emplearon un algoritmo (es decir, un 'software') que analizaba automáticamente 12 parámetros relacionados con la evolución del lenguaje, como puede ser la capacidad de los niños para pronunciar sílabas.

El método, según aseguran sus autores, muestra que es posible monitorizar el desarrollo de los patrones de vocalización y, además, diferenciar aquellos que siguen una evolución típica de los que padecen trastornos como el autismo o el retraso en el habla.

El sistema, denominado LENA (acrónimo en inglés Análisis de Lenguaje Ambiental), distinguió a los niños con autismo con un 86% de precisión, por lo que los investigadores, encabezados por el doctor Kimbrough Oller, de la Universidad de Memphis, señalan que el análisis de los balbuceos de los bebés podría incorporarse a los síntomas que se usan para diagnosticar esta enfermedad.

"Algunos estudios habían sugerido previamente que los niños con autismo presentan unas características de vocalización marcadamente distintas, pero, hasta ahora, no hemos podido usar este conocimiento en aplicaciones clínicas debido a la falta de una tecnología de medición", indica Steven Warren, de la Universidad de Kansas, que también ha participado en el estudio.

El autismo puede diagnosticarse en la actualidad a partir de los 18 meses de edad, aunque lo más normal es que no se identifique este trastorno hasta mucho después. En Estados Unidos, se descubre como media a los 5,7 años de edad.

La nueva tecnología, según esperan sus creadores, podría ayudar a los pediatras a identificar antes esta clase de enfermedades y ofrecer a los niños "tratamientos más tempranos y más efectivos", en palabras de Warren.

Fuente: ELMUNDO.es Salud

domingo

Puñaladas y mails grupales: cuando la psicología invade los negocios

Décadas de estudios en ciencias cognitivas y neurobiología están revolucionando la gestión, el marketing y la economía.

Por Sebastián Campanario

De pobre consuelo le debe servir a Kitty Genovese, una mujer apuñalada en 13 de marzo de 1964 a 30 metros de la entrada de su edificio en Manhattan, saber que su asesinato dejó una enseñanza para los managers que mandan correos electrónicos en la actualidad. Pero algo es algo.

Dos semanas después del crimen, The New York Times sacó un artículo en tapa, de mucha repercusión, en el que narraba como más de 30 testigos vieron la escena o escucharon los gritos de Genovese, y nadie llamó a la policía. El fenómeno propició una catarata de análisis sobre la "anomia de la sociedad norteamericana moderna" y captó la atención de dos jóvenes psicólogos sociales que trabajaban en ese momento en Nueva York: Bibb Latané y John Varley. Ambos sospecharon que existía una relación inversa entre la cantidad de testigos y la reacción esperable. Para corroborarlo, contrataron a un actor que simuló ataques epilépticos en distintas esquinas de Manhattan. El resultado corroboró su hipótesis: a mayor número de testigos, menor es la probabilidad de que alguien se acerque a ayudar.

El "síndrome Genovese" o "bystander effect" ("efecto transeúnte") es, desde entonces, uno de los hallazgos más sólidos de la psicología social: la responsabilidad se diluye cuando crece el número de personas, lo cual llevó al gurú de la teoría de la decisión y experto en persuasión Robert Cialdini a hacer una recomendación para el oficinista moderno: Si usted quiere obtener algún tipo de respuesta, nunca jamás mande mails grupales. Aunque lleve más tiempo, personalice cada mensaje. Es una verdad científicamente comprobada.

Vista desde una perspectiva más amplia, la recomendación de Cialdini es producto de uno de los fenómenos epistemológicos más interesantes de los últimos tiempos: el de la apertura de las compuertas de décadas de estudios de las ciencias cognitivas (psicología tradicional, social, neurociencias, etc.) y la llegada de este torrente al mundo de la economía, el management, el marketing y la teoría de la decisión.

Paperas que acumulaban polvo en publicaciones médicas especializadas de las décadas del 60 y 70, de golpe, sirven ahora de insumo básico para economistas y especialistas en teoría de la decisión. La tendencia es tan fuerte que libros que mezclan sutilezas del comportamiento con economía académica o negocios están al tope de las ventas en la categoría de no ficción en Estados Unidos y Europa. Van desde los best sellers de Malcolm Gladwell (Blink, The Tipping Point y su más reciente What the Dog Saw), de Richard Thaler (Nudge), de Daniel Ariely (Predictably Irrational) o de Richard Wiseman (59 seconds).

Homero vs. Spock

"Respecto de las relaciones entre ciencias cognitivas y economía, por supuesto que hay mucho por avanzar. A la larga, uno esperaría que los modelos usados en economía tengan "fundamento cognitivo", o sea que se basen en evidencia relevante tomada de esa área", explica el economista y profesor de la UBA Daniel Heymann. "Hay un campo abierto para trabajos conjuntos de experimentación y análisis", sigue Heymann, quien recientemente visitó al neurocientífico Facundo Manes (ver entrevista aparte) para ver cómo afectan las situaciones de estrés típicas de las megacrisis al proceso de decisión con respecto a las "condiciones normales".

Pero aun sin estrés, los errores en las decisiones de "todos los días" se multiplican. Ernesto Weissmann, profesor de Teoría de la Decisión en la UBA y titular de la consultora Tandem, menciona los más comunes: "El `efecto Dunning-Kruger’, un fenómeno psicológico según el cual las personas tienden sistemáticamente a pensar que saben mucho más de lo que saben en realidad; o el "efecto manada" (en una reunión de empresa, si la mayoría vota algo diciéndolo en voz alta será mucho más difícil votar lo contrario que si lo hiciéramos de manera anónima sin saber qué eligió el resto)".

"También tenemos problemas para diferenciar nuestra habilidad de la suerte. Los sesgos de atribución nos hacen pensar que si nos va bien es fruto de nuestras habilidades, pero si nos va mal es fruto de la mala suerte", agrega.

En la economía académica, el avance de las ciencias cognitivas tuvo su principal campo de desarrollo en la economía del comportamiento, el terreno que abonaron los psicólogos israelíes Daniel Kahneman (Nobel en 2002) y Amos Tversky y que estalló en los últimos diez años. La rama no se convirtió, como exageraron en su momento algunos cognitivistas, en un reemplazo para el modelo neoclásico dominante, pero le aportó realismo a una visión tradicional que hasta no hace mucho tiempo daba por hecho que la racionalidad primaba en los agentes a la hora de tomar decisiones. En palabras de Richard Thaler, de la Universidad de Chicago, "la economía clásica está llena de "Sres. Spock", fríos, desprovistos de emociones y con una capacidad de cálculo ilimitada, mientras que en la vida real abundan los `Homero Simpson’, más impulsivos a la hora de elegir".

Campo emergente

A nivel local, los paperas que recibe la Asociación Argentina de Economía Política para su reunión anual ­tal vez la muestra más amplia sobre la producción académica en economía en la Argentina­ contemplan en forma creciente estudios sobre comportamiento y felicidad, una prima hermana de la behavioral economices. A principios de este año, el economista argentino Daniel Aromí, que investiga en Maryland, comprobó que la presencia de términos de la psicología en trabajos de economistas se elevó notablemente en la última década.

Para ello, analizó por computadora centenares de miles de estudios publicados en los principales journals del mundo en los últimos 122 años.

Pero, como todo campo nuevo con aspiraciones, está plagado de críticos y de zonas grises. El efecto exceso de confianza que mencionaba Weissmann párrafos más atrás se contrapone al efecto de "aversión al riesgo" (perder nos duele mucho más de lo que disfrutamos ganar). Con lo cual siempre hay una explicación "behavioral" a medida para explicar cualquier situación de mercado: cuando los agentes son muy conservadores o cuando toman muchos riesgos.

Entre los enemigos de los refinamientos psicológicos en economía hay Nóbeles de economía, como el matemático israelí Robert Aumann, quien cree que en el fondo los incentivos siguen siendo los que mandan y que la presencia de sesgos viene siendo exagerada. O divulgadores como el inglés Tim Harford, que también desconfía de los cognitivistas y prefiere aplicar la lógica económica a instancias no tradicionales para esta ciencia, en la tradición de Gary Becker o más recientemente de Steven Leavitt.

"La revolución de los aportes de las ciencias cognitivas hasta ahora se dio más en la microeconomía, la asignatura pendiente es la macro", dice Fernando Navajas, economista y profesor de la UNLP y de la UBA.

Si bien hay incursiones muy incipientes en las políticas públicas (una decena de economistas del comportamiento colaboran activamente en la administración de Barack Obama, y ayudaron entre otras cosas, a mejorar los paquetes de estímulo fiscal de 2008 y 2009), el aprovechamiento de "insights" que llegan desde la psicología y las neurociencias es más intenso por el momento en el mundo de los gurúes de liderazgo, felicidad, persuasión, marketing, etc. La pobre Kitty Genovese, con sus gritos a las 3 a.m. en la noche de Manhattan, puede dar fe de ello.

Fuente: iEco

¿Déficit de atención en el matrimonio?

La distracción, la desorganización y los olvidos continuos son síntomas de una enfermedad que sufre el 4% de los adultos

Tara Parker-Pope
The New York Times

NUEVA YORK.- ¿Su pareja se olvida constantemente de realizar su parte de las tareas? ¿Alguna vez se siente que en lugar de estar viviendo con un adulto está criando a otro niño? Si es así, su matrimonio puede estar sufriendo de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

La idea de que los problemas de atención pueden afectar las relaciones adultas interesa cada vez más a los expertos en salud mental. En el matrimonio, los síntomas más comunes de esta condición (distracción, desorganización, olvidos) pueden ser malinterpretados como pereza, egoísmo y falta de amor y de preocupación por el otro.

Se estima que por lo menos el 4% de los adultos sufren de TDAH, muchos de los cuales nunca fueron diagnosticados en la niñez, y que hasta la mitad de los niños con TDAH no lo superan y continúan su batalla contra los síntomas durante la adultez.

En general, los adultos con desórdenes de atención aprenden técnicas para hacer frente a los síntomas que los ayudan a organizarse y a mantenerse enfocados en su trabajo, pero muchos de ellos tienden a dispersarse en su casa, donde sus distracciones son una constante fuente de conflictos. Algunos investigadores sugieren que en ese grupo, los divorcios son el doble; un estudio identificó niveles altos de estrés en el 60% de los matrimonios en los que uno sufre de TDAH.

"Las personas no se dan cuenta de que afecta su matrimonio porque no se habla de este problema", dijo Melissa Orlov, autora de El efecto del TDAH en el matrimonio , que se publicará en septiembre. Con Ned Hallowell, investigador destacado en el tema, comenzó a estudiar el problema luego de que su esposo recibiera ese diagnóstico, hace cinco años. "Sentía que nunca podía contar con él -recordó-. Pasé de sentirme responsable por todo a estar siempre enojada. Tampoco me gustaba la persona en la que me había convertido."

Las quejas de que un esposo o una esposa es desconsiderado o distraído, o que no ayuda lo suficiente en el hogar no se oyen sólo de los matrimonios en los que uno o ambos tienen problemas de atención. Pero el TDAH puede empeorar aún más los problemas: puede dejar a uno con todas las responsabilidades familiares, porque el otro olvida ir a buscar a los hijos a la escuela o pagar las cuentas. Y quien no sufre el problema puede sentirse ignorado cuando su pareja se distrae, o cuando, debido al trastorno, se concentra demasiado en un proyecto laboral o la computadora. Incluso, llega a sentirse obligado a molestar constantemente para asegurarse de que las cosas se hagan.

Mientras tanto, quien sufre el déficit de atención no suele darse cuenta de sus errores ni entiende el enojo constante de su pareja. Para el cerebro con TDAH, una lista de tareas o el desorden en la casa son obligaciones abrumadoras, lo que hace que la persona se retraiga a la computadora o videojuego, enfureciendo aún más a su pareja.

"No es que sean perezosos o no amen a su pareja, sino que se distraen -explica Orlov-. Pero cuando se ignora que el problema son las distracciones, la pareja piensa que se trata de desinterés y comienza a juntar bronca y resentimiento."

Desandar el camino

En general, aunque el tratamiento comienza con medicación, no resuelve los problemas. Puede que se necesite iniciar terapia psicológica para desandar años de resentimiento acumulado. Las terapias conductistas y las estrategias para hacer frente a los problemas son esenciales para ambos integrantes; por ejemplo, Orlov cambió las largas listas por tarjetas con una sola tarea, ordenadas por prioridad. Dice que es un cambio sutil, pero sorprenden. Uno de los mayores desafíos es aceptar los efectos muy reales que un desorden de atención puede tener. Es común que el integrante que no sufre de TDAH se preocupe de que el diagnóstico le dé a su pareja una excusa para no ayudar; mientras tanto, a éste le cuesta entender cómo afecta a otros su comportamiento.

"Inicialmente, era un poco escéptico de los desórdenes de atención", cuenta un hombre de Cleveland, de 52 años, casado desde hace 26 años con una mujer que fue diagnosticada recientemente y que solicitó reserva de su nombre por privacidad.

Describió una vida de "responsabilidades aplastantes": de tener un trabajo de tiempo completo, tener que cuidar de sus hijos y de su esposa, de mantener el hogar y las finanzas. "Después de años de esto, sentía que no tenía dos hijos, sino tres, y nadie que me ayudara", explica.

Las distracciones de su mujer fueron muy problemáticas cuando sus hijos eran pequeños. "Podía estar en el mismo cuarto, sin prestar nada de atención a lo que estaba pasando", cuenta el esposo. Las terapias tradicionales no ayudaban y cuando estaban a un paso del divorcio, la esposa encontró el sitio online de Orlov y Hallowell ( adhdmarriage.com ) e hicieron una consulta.

Aunque la pareja sólo ha comenzado recientemente la terapia, finalmente están esperanzados en un futuro juntos. "Fue una revelación -dice ella-. No me había dado cuenta del papel crítico del TDAH en mi matrimonio."

Fuente: lanacion.com

viernes

Los celos enfermizos son causal de divorcio en Argentina

Evangelina Himitian
LA NACION

Dicen los expertos en cuestiones de amor que mostrar un poco de celos en la pareja no es malo. En cambio, ser extremadamente celoso/a, a tal punto de acosar al cónyuge con permanentes reclamos y planteos, es causal de divorcio para la justicia argentina.

Así lo acaba de establecer la Sala G de la Cámara Nacional en lo Civil al confirmar un fallo de primera instancia que consideró injurias graves los "celos enfermizos" de un esposo.

El tribunal equiparó el acoso del hombre con un caso de violencia psicológica. Establecer como causal de divorcio la "celopatía", tal como lo llama el fallo, crea jurisprudencia e implica que en el futuro quien cele en exceso deberá pagar las costas legales del juicio de divorcio. También tendrá una incidencia sobre la división patrimonial aunque sobre ello no se hace mención en este fallo.

La causa que crea jurisprudencia y que debería hacer reflexionar a muchos cónyuges celosos, se inició en 2005, cuando la mujer, agobiada por el acoso psicológico al que era sometida, decidió dejar su casa y a sus hijos e iniciar los trámites del divorcio. El hombre, entonces, alegó que ella había hecho abandono de hogar y que, en consecuencia, había incumplido con sus deberes conyugales.

Durante la primera etapa del juicio, tanto él como ella fueron sometidos a peritajes psicológicas, en los que se determinó que la mujer tenía una "neurosis mixta", un mix de ansiedad y depresión, causada por la "celopatía" del hombre. Así, el juez de primera instancia estableció que los celos eran causal de divorcio.

No contento con el resultado, el hombre, cuyas iniciales son A. M. M., apeló la sentencia porque consideró que el juez había soslayado el hecho de que su mujer hubiera abandonado el hogar y que los estudios psicológicos que le hicieron demostraron que él no tenía una psicopatía.

"La ausencia de psicopatía no le resta puntos a su confesada celopatía", dijo en su voto el camarista Carlos Bellucci, al que adhirieron los otros dos jueces del tribunal, Carlos Carranza Casares y Beatriz Areán.

"Reconozco que fui muy absorbente con el tema de los celos, muy celoso", reconoció el marido demasiado tarde.

"Unión fragmentaria"

Según el fallo, la desmesura en los celos constituye en una pareja "una unión fragmentaria" que se sostiene en un equilibrio precario, de no reciprocidad y no entendimiento. En este caso, "se dio no sólo en los últimos años, sino que persistió con la cualificación de habitualidad", indicó Bellucci.

Estos "elementos anómalos" de la pareja en cuestión fueron sobrellevados durante años, según se explica en el fallo y "tal situación redundó en la sintomatología de ansiedad y depresión que advirtió el perito en la esposa. Esa celopatía bien pudo causar en la esposa esa neurosis mixta".

La Justicia considera que el acoso psicológico al que puede ser expuesto un cónyuge celado durante años es una forma de violencia solapada que existe en muchos hogares.

Sin llegar a la violencia física, se considera, existe otra forma de ella consistente en un acoso psicológico que resulta más imperceptible, pero, no por ello, no demostrado. "El maltrato psicológico no sólo se da cuando se desmerecen los logros del cónyuge, antes bien, como aquí quedó demostrado, se lo controla con celos enfermizos o habituales que la degradan y le provocan una suerte de maltrato psicológico", rezó el fallo.

Atentado a la confianza

De esta forma, el planteo de incumplimiento de los deberes conyugales que inició el marido se volvieron en su contra, ya que el fallo estableció que fue él quien faltó a su promesa de mutua asistencia. "El maltrato psicológico atenta contra la consideración, confianza y el decoro que es menester tener en las relaciones del matrimonio", se señaló.

De la lectura del expediente surge que el marido ha reconocido su condición de celoso. También que en ningún momento acusó a su ex mujer de haberlo engañado con otro. Es más, señala que los celos son consecuencia una personalidad insegura: "El quejoso no ha desmentido esa particular personalidad celosa hacia su esposa, sin que medie aseveración alguna de infidelidad y sin que exista prueba alguna acerca de que aquélla diera lugar a tal rasgo negativo de la personalidad del esposo, generalmente, producto de su propia inseguridad de sí mismo", apuntó Bellucci.

Para los camaristas, los celos son una razón por la cual la vida en familia puede resultar imposible. "La conducta reiterada de celar sin motivo, por su entidad y cronicidad, evidenciaron la imposibilidad de la continuidad de la vida en común. No mucho cacumen hace falta tener para darse cuenta que en la situación de permanente celosía, la dejación del hogar por parte de la esposa sólo comportó el primer elemento constitutivo de la imputación que le hiciera su marido, pero en modo alguno, la segunda: es decir la intención deliberada de desatender sus deberes conyugales: antes bien, preservarse en su salud psíquica ya bastante deteriorada", concluye.

Fuente: lanacion.com

jueves

Entre más publicidad de remedios hay, más automedicación

(www.neomundo.com.ar)- Tras advertir trastornos de conducta y también en el rendimiento académico de los alumnos, docentes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste, en Argentina, encararon una investigación que permitiera determinar el consumo de medicamentos. Y se comprobó que hay una marcada influencia publicitaria de la industria farmacológica.

El estudio demostró que los fármacos más utilizados corresponden al Sistema Nervioso Central y al sistema Musculoesquelético. Según explicó Julio Lotero, profesional a cargo del trabajo, para los alumnos relevados la ingesta de fármacos es sinónimo de salud.

Entre los encuestados, el 84% reconoció que alguna vez consumió medicamentos influenciado por la publicidad; en su gran mayoría son analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos.

Lotero señaló en este punto que, con esta tendencia, se produce un consumo elevado de AINEs, sustancia que podría dar lugar a la aparición de efectos adversos importantes, sobre todo en el aparato gastrointestinal.
En la investigación se examinaron a 100 estudiantes, 20 de cada año de la carrera. Los datos fueron extraídos por monitores a través de una encuesta estructurada con preguntas cerradas y abiertas. Las variables consideradas fueron edad, sexo, año que cursa, medicamento o medicamentos que consume, finalidad terapéutica, quién lo recomendó e influencia de la publicidad.

Entre las mujeres encuestadas se evidenció la utilización de un peligroso psicofármaco, el clonazepam. En una oportunidad fue tomado como ansiolítico, por indicación de familiares.

Los profesionales a cargo del trabajo indicaron: Deberían evaluarse las causas que motivan el uso de este psicofármaco a fin de determinar la racionalidad de su utilización, debido a la posibilidad que tiene de afectar la capacidad cognitiva y el rendimiento psicofísico en el estudiante de odontología por la gran actividad manual que despliega durante su trayecto formativo.

Tal conducta creó un problema para la salud pública y para la sociedad toda, denominado medicalización de la salud, explicó Lotero.

También mencionan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce y acepta la automedicación. Pero cuando ésta es responsable. Y ejemplifican el uso de medicamentos de libre acceso (sin receta médica) para el alivio de síntomas poco graves como las dolencias leves de garganta, estómago u oído, y siempre y cuando esta automedicación no reemplace el contacto del profesional con el paciente.

En la autoprescripción, se deja a un lado al facultativo, y es el paciente quien decide qué medicamento tomará y contrapone a la autoprescripción, o uso indiscriminado de fármacos sin indicación ni supervisión facultativa, concluyeron los especialistas.

Fuente: Juan Monzón Gramajo / Catriel López Acosta / Departamento de Comunicación Institucional / Universidad Nacional del Nordeste

Con depresión el mundo se ve literalmente de color gris

BBC Ciencia

La depresión altera la visión y el contraste con el que se perciben los colores. Por eso quienes sufren el trastorno literalmente ven el mundo de color gris, afirma un estudio.

Los científicos midieron la capacidad de detectar contrastes en la retina.

Ésa es la conclusión de una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Friburgo, en Alemania, que descubrieron por qué la gente con depresión suele ver todo "más oscuro".

En estudios previos, los investigadores encontraron que la gente con depresión tiene dificultades para detectar las diferencias en los contrastes de blanco y negro.

En la nueva investigación midieron la respuesta de la retina de varias personas, tanto con depresión como sin ella, que fueron sometidas a análisis de neuropsiquiatría y oftalmología utilizando electrocardiogramas de la retina del ojo.

La retina, ubicada en la parte posterior del ojo, contiene células sensibles que convierten la luz en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta para permitirnos ver.

Los científicos descubrieron que los pacientes con depresión, algunos sometidos a tratamientos antidepresivos y otros no, tenían una capacidad mucho más baja de contraste en la retina que los que no sufrían el trastorno.

Este efecto, explican los autores, es similar a ver la televisión bajando los niveles de contraste.

Forma de diagnóstico

Los investigadores también encontraron una asociación entre la capacidad de detectar el contraste y la severidad de la depresión.


La gente con más depresión mostró menos capacidad de distinguir contrastes en la retina.

Es decir, los pacientes con los síntomas más graves de depresión fueron los que mostraron menos capacidad de respuesta en la retina.

Tal como señalan los investigadores en la revista Biological Psychiatry, el estudio podría conducir a crear una forma de evaluar la severidad de la depresión midiendo el contraste de la retina.

"Estos datos muestran la profundidad de la forma como la depresión altera la experiencia del mundo de un individuo", expresa el doctor John Krystal, editor de la publicación.

"Cuando la gente está deprimida, es menos capaz de percibir contrastes en el mundo visual", agrega.

"Esta pérdida parece convertir al mundo en un lugar menos placentero para vivir".

Por su parte, el doctor Ludger Tebartz van Elst, quien dirigió el estudio, afirma que esta forma de medición de la retina podría convertirse en "una herramienta valiosa para medir objetivamente el estado subjetivo de la depresión".

"Esto podría tener implicaciones a largo alcance tanto para la investigación como para el diagnóstico clínico y la terapia de la depresión".

Pero el científico agrega que aunque estos resultados son claros, será necesario confirmarlos en futuros estudios.

Fuente: BBC Mundo

lunes

La crueldad con los animales, un signo de alarma psiquiátrica

Cristina de Martos | Madrid

A pesar de la terrible brutalidad que encierran, los actos de crueldad contra los animales no ocupan las primeras páginas de ningún periódico ni parecen escandalizar demasiado a la población. Sin embargo, tienen un significado último que debería interesarnos como sociedad. Aquellos que abusan de los animales, según indican los expertos, son hasta cinco veces más propensos a cometer crímenes violentos contra las personas.

Un adolescente británico que mete al hámster de su hermano en el microondas, un grupo de chicos que crucifica a un gato en la Comunidad Valenciana y otro que asesina brutalmente a un burro en Extremadura, tres mexicanos que torturan a un perro y cuelgan los vídeos en la Red... Animales desollados, quemados, empalados, mutilados, apaleados…

Es frecuente leer o escuchar frases como 'son cosas de niños' cuando se tratan estos sucesos. Es cierto que, a veces, dentro de un juego, especialmente en grupo, algunos menores cometen actos lamentables pero, advierten los psiquiatras y los criminólogos, otras “es una señal de alarma” que la gente no escucha, "no una válvula de escape inofensiva en un individuo sano", en palabras de Allen Brantley, supervisor y Agente Especial del FBI, uno de los grandes especialistas del mundo en la materia.

"Jugar a matar animales que no nos inspiran compasión, como los mejillones, es bastante normal. Pero algunos niños lo hacen de forma reiterativa, incluso disfrutando, y eso es un problema", explica a ELMUNDO.es Francisco Montañés, jefe de Psiquiatría de la Fundación Hospital de Alcorcón.

Conducta antisocial

En países como EEUU, el interés por este tipo de actos es creciente. No sólo por la mayor sensibilización hacia los animales sino por las evidencias cada vez más numerosas de la relación entre los actos de crueldad con los animales y otros crímenes que van desde el consumo de drogas hasta los asesinatos en serie.

En la década de los 80, Alan Felthous, experto en Psiquiatría Forense, llevó a cabo varias investigaciones que mostraban de forma consistente cómo detrás de las agresiones a personas había, en muchas ocasiones, una historia de abuso a animales. Sus trabajos, realizados con hombres especialmente violentos internados en las cárceles de EEUU, así lo confirmaron.

Después de eso, otros han analizado la cuestión. En 2002, la revista 'Journal of the American Academy of Psychiatry and the Law'hacía público un estudio en el cual se asociaban los actos repetidos de crueldad con los animales en la infancia con el desarrollo de un trastorno de personalidad antisocial, la presencia de rasgos antisociales y el abuso de sustancias.

"Aproximadamente, la mitad de los individuos asociales incurre en conductas sádicas y si lo hacen antes de los 10 años el pronóstico es peor", señala Montañés. Que el menor pase de un acto aislado de violencia contra un animal a cometer otros crímenes "es una escalada", añade este experto. "Si repites el acto y va aumentado el tamaño del animal; si se disfruta… Las posibilidades son mayores".

Frank Ascione, del departamento de Psicología de la Universidad de Utah (EEUU) y reconocido experto, escribía en el Boletín de de Justicia Juvenil en 2001: "El abuso de animales y la violencia interpersonal comparten características: ambos tipos de víctimas son criaturas vivas, tienen capacidad para experimentar dolor y podrían morir a consecuencia de las lesiones infligidas".

Una oportunidad para intervenir

La sensibilización en España ante esta problemática es baja. "Estamos a la cola", afirma Núria Querol i Viñas, médico de familia del Hospital Universitario Mútua de Terrassa, criminóloga y experta en estos temas. "El maltrato a los animales es espeluznante y pocas veces se hace nada", añade.

Sin embargo, subraya Querol, que además es miembro de la Asociación Americana de Criminología, "cuando se detectan casos de menores que maltratan a animales, hay que tener cuidado porque puede haber un trastorno de conducta. No se puede pasar por alto, es una oportunidad para intervenir".

En este punto coincide con ella el doctor Montañés, que incide en la necesidad de "acudir al psiquiatra en casos de crueldad con los animales porque al principio estas personas pueden tener fácil remedio. La falta de control de los impulsos, la empatía, el manejo de la ira... son cosas que se pueden tratar si se cogen a tiempo", añade Querol.

Uno de los objetivos de esta experta es instaurar en España, como ya existen en otros países, programas de intervención para trabajar con estas personas ya que "es muy importante cambiar los valores y no se hace de forma sistemática", concluye.

Fuente: ELMUNDO.es Salud

domingo

Tomar vitamina D preserva las funciones cognitivas a lo largo de los años

( www.neomundo.com.ar ) La vitamina D parece proteger al cerebro del paso de los años, ya que las personas con altas concentraciones en sangre de este nutriente muestran mejores funciones cognitivas.


A dichas conclusiones llegó un estudio realizado en la Universidad de Tufts (Estados Unidos). Los autores se enfocaron en el efecto de la vitamina D, un compuesto que facilita la absorción del calcio y ayuda a regular la concentración del calcio y el fósforo en la sangre. Este importante nutriente se encuentra principalmente en productos lácteos, pescados y la margarina, pero el cuerpo humano puede sintetizarla tras una leve exposición al sol.

La posible relación entre la vitamina D y las funciones cognitivas es muy importante ya que cada día más personas alcanzan edades mayores. Los autores aseguraron que identificar los factores nutricionales que preservan estas capacidades y ayudan a mantener la independencia de los adultos mayores proveería beneficios económicos y de salud pública.

Los investigadores ya sabían por estudios previos que el metabolismo de la vitamina D pasa por el hipocampo y el cerebelo, dos regiones del cerebro relacionadas con el planeamiento, el procesamiento y la formación de nuevas memorias. Por ese motivo, se considera que este nutriente está potencialmente relacionado con las funciones cognitivas.

Vitamina y cerebro

Katherine Tucker, la autora principal, trabajó con más de 1000 adultos mayores de 65 a 99 años que recibían asistencia en su hogar. La especialista midió la concentración de vitamina D en sangre y realizó tests neuropsicológicos para analizar el estado de las funciones cognitivas.

A continuación, los voluntarios fueron clasificados en tres grupos según la cantidad de este nutriente en sangre: deficiente, insuficiente y suficiente. Las personas con cantidad suficiente de vitamina D mostraron un mejor desempeño cognitivo que aquellos con cantidades insuficientes o deficientes. Sus resultados fueron particularmente buenos en áreas como la flexibilidad mental, la complejidad perceptual y el razonamiento.

Además, Tucker subrayó que sólo el 35% de los voluntarios alcanzaron cantidades suficientes de vitamina D, y cree que en parte se debe a que los adultos mayores que permanecen demasiadas horas en su hogar no reciben cantidades suficientes de sol.

viernes

La sexualidad del sonámbulo

Isabel F. Lantigua | Madrid

A sus 27 años, J.K. era portero de una discoteca y estaba felizmente casado... hasta que empezó a agredir sexualmente a su esposa por las noches, cuando dormían. A la mañana siguiente ella le recriminaba su conducta, pero J.K. no recordaba nada. Pensaba que era broma. Sin embargo, tras varios días repitiéndose la escena, y para no perder a su pareja, accedió a ir a un centro del sueño y allí demostraron que el joven se excitaba mientras dormía y que, efectivamente, mantenía relaciones sin darse cuenta.

Algo parecido le ocurrió a la periodista A.K., de 38 años, que pidió ayuda a un profesional después de que su marido, al que había dado el 'sí quiero' dos meses antes, le dijera que por las noches se masturbaba y gemía tanto que le despertaba. Ambos casos, recogidos por la revista 'The Canadian Journal of Psychiatry', dieron visibilidad a un trastorno del sueño, hasta entonces silenciado, que se bautizó como sexsomnia.

Aunque ha tardado mucho tiempo en ser reconocido como enfermedad -y aún hay debate sobre el tema- lo cierto es que el comportamiento sexual en las horas de sueño está recogido en la literatura científica de principios del siglo XIX. Pero no fue hasta 1996 cuando el doctor Shapiro, junto a Fedoroff y Trjanovic, de la Universidad de Toronto (Canadá), lo propuso como un nuevo tipo de parasomnia -denominación que engloba diversos episodios de despertar, sin que se interrumpa el ciclo del sueño-.

Pertenece a la misma familia que el sonambulismo, pero en este caso se trata "de una persona que está dormida, en un estado de excitación sexual de intensidad variable y desarrolla conductas (masturbación, coito, lenguaje obsceno...) de las que no es consciente y no son voluntariamente deseadas", explica Eduardo Martínez Vila, director del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra.

"La primera reacción del afectado cuando conoce su conducta es la negación y la incredulidad. También a las parejas de cama les cuesta creer que alguien dormido pueda tener involuntariamente estas actitudes sexuales, pero es así, no nos damos cuenta", reconoce una paciente con sexsomnia que prefiere permanecer en el anonimato. "Yo perdí a mi novio, no por culpa del problema, sino por culpa de su desconfianza hacia mí, de llamarme mentirosa día tras día y discutir siempre por lo mismo. No se llegó a creer que tenía una enfermedad", recuerda.

Este trastorno ha cobrado interés recientemente por la polémica generada en Mons, Bélgica, después de que un tribunal haya absuelto a un hombre de 30 años que violó a su hija porque, según la sentencia, estaba dormido en el momento de los hechos. Lo cierto es que la sexsomnia ya ha servido de atenuante en varios juicios por violación y abusos sexuales.

El cerebro

Para explicar estas conductas, que parecen poco creíbles en un primer momento, el doctor Martínez Vila señala que "ante todo, debe tenerse en cuenta que el sueño no representa una falta de actividad cerebral ni una desconexión de lo que nos rodea, como se pensaba hace muchos años. El sueño es un fenómeno activo, periódico e indispensable de mucha complejidad". Los expertos afirman que es posible realizar tareas automáticas más o menos complejas mientras se duerme, ya que algunas neuronas permanecen activas.

Cuando una persona experimenta una parasomnia no tiene su cerebro completamente despierto, pero tampoco completamente dormido. Algunas de las estructuras corticales, como las responsables de la memoria y el aprendizaje, están inactivas y, por tanto, la consciencia también está mermada. Pero otras zonas que permiten a un individuo caminar o incurrir en una relación sexual pueden quedar activas. "Los sexsómnicos mantienen conductas de vigilia que les permiten la actividad sexual. Pero aunque parezca lo contrario, están produndamente dormidos", dice el doctor Eduard Estivill, de la Clínica del Sueño Estivill en el Intituto Universitario Dexeus de Barcelona.

Unos investigadores canadienses han llevado a cabo el primer trabajo para investigar sistemáticamente qué comportamientos sexuales ocurren durante el sueño y cuál es la incidencia de este trastorno en concreto. Y, según han anunciado en la reunión anual de las Sociedades Profesionales del sueño, el 7,6% de los pacientes que tienen algún problema durante las horas en las que cierran los ojos incurre en conductas sexuales -masturbación, caricias, penetración y, en algunos casos, violación- y luego no lo recuerda.

Tras analizar a 832 personas (428 hombres y 404 mujeres) que pidieron ayuda por alguna complicación durante el sueño -ninguno de ellos por sexsomnia- los autores comprobaron que mientras dormían la excitación sexual era común y tres veces más frecuente en varones. Los afectados por este problema presentaban algunos síntomas comunes como insomnio, fatiga, depresión y cambios de humor y, además, solían consumir bastante alcohol, cafeína e, incluso, sustancias ilegales.

"Casi ningún afectado comenta este problema con su médico y, generalmente, se descubre el trastorno a raíz de otra patología del sueño. Nuestro estudio constituye el primer intento científico por establecer la incidencia de la sexsomnia", afirma Sharon A. Chung, una de las autoras del Laboratorio para la Investigación del Sueño de la Red de Salud de Toronto (Canadá).

Fuente: ELMUNDO.es Salud

lunes

Entrar más tarde a la escuela mejora descanso y estado anímico

Por Anne Harding

NUEVA YORK (Reuters Health) - Entrar a la escuela media hora más tarde permite a los niños descansar más, tener un mejor estado anímico y sentirse más motivados, de acuerdo a un nuevo estudio.

Pero aun retrasando la hora de entrada de 08:00 a 08:30, apenas el 11 por ciento de los participantes dormían las 9 horas de sueño recomendadas para los adolescentes.

"Todavía nos queda mucho por recorrer", dijo la doctora Judith A. Owens, del Hospital de Niños Hasbro, en Rhode Island. "Esta no es una panacea", advirtió.

De todos modos, Owens espera que su estudio conduzca a los padres, los maestros y las escuelas a considerar la falta de sueño en los adolescentes y pensar en alternativas para resolver el problema.

Los adolescentes sufren cambios significativos en los ritmos circadianos, lo que les permite quedarse despiertos hasta tarde pero les impide despertarse temprano.

"El adolescente promedio no se puede dormir antes de las 23.00 y el horario ideal para despertarse es alrededor de las 08.00", escribió el equipo de Owens en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.

Existen pruebas sólidas de que "el adolescente promedio sufre deprivación crónica del sueño y somnolencia patológica", agregó.

Actualmente se está debatiendo si hay que abrir las escuelas más tarde para acomodarse al cambio de ritmo del sueño de los adolescentes. Según estudios previos, esta alteración hace que no sólo se queden dormidos en clase, sino que también tengan un mayor riesgo de obesidad y problemas de conducta.

Test realizados en dos distritos escolares de Minnesota revelaron que el retraso del ingreso escolar tenía efectos positivos en el rendimiento académico y la conducta.

El equipo entrevistó a alumnos de noveno a doceavo grado en un colegio secundario en Rhode Island antes del cambio de horario escolar y dos meses después.

El 80 por ciento de los alumnos vivían en la escuela. Los de noveno, décimo y onceavo grado tenían un horario nocturno en el que se apagaban las luces y no podían usar dispositivos electrónicos entre las 22:30, 23:00 y 23:30, respectivamente.

A los alumnos del último año sólo se les exigía que estuvieran en sus habitaciones a las 23:30.

Luego de la modificación del horario matutino, los estudiantes dormían unos 45 minutos más y se acostaban 18 minutos antes. Antes de ese cambio, un tercio dormía menos de siete horas por noche, un número que se redujo al 7 por ciento después del cambio de horario de clases.

La cantidad de niños que dormían ocho horas o más aumentó del 16 al 55 por ciento. Aun así, apenas un 11 por ciento de los alumnos dormían nueve horas o más después de la modificación.

Casi dos tercios de los estudiantes dijeron sentirse "al menos algo infelices o deprimidos" antes del cambio de hora. Pero después de la implementación de la medida, este porcentaje cayó al 45 por ciento. En tanto, los que se sentían "irritados o enojados" pasaron del 84 al 63 por ciento.

Antes de la intervención, el 15 por ciento había concurrido al centro de salud escolar por problemas asociados con la fatiga. Luego del cambio horario, el servicio fue usado por apenas el 5 por ciento de los alumnos.

Según los estudiantes, también se registraron menos problemas de conducta asociados con la somnolencia, como hacer todo lo posible por no quedarse dormido en clase o llegar tarde a la escuela.

Además, cayó el porcentaje de los alumnos que se sentían demasiado cansados o sin motivación para hacer la tarea, practicar un deporte o socializar.

Yahoo Salud y Ciencia

domingo

Música para recuperarse de un infarto cerebral

CRISTINA G. LUCIO

MADRID.- Cada año, alrededor de 20 millones de personas sufren un infarto cerebral en el mundo. Muchos logran superar el ataque, pero, a menudo, tienen que acudir a rehabilitación para superar las secuelas motoras, comunicativas o sensitivas que puede causar el ictus. A la lista de tratamientos de recuperación que se utilizan habitualmente, podría unirse pronto la musicoterapia, según los resultados de una revisión de estudios.

Esta investigación, que se publica en las páginas de la revista 'Cochrane', sugiere que la estimulación rítmica auditiva -un tipo de musicoterapia que se basa en la conexión entre ritmo y movimiento- podría ser útil para mejorar la velocidad, la cadencia y la amplitud de la zancada en pacientes con problemas de movilidad en las extremidades inferiores.

"Nuestros resultados son alentadores", comentan los autores de esta investigación, quienes, con todo, remarcan que, antes de establecer nuevas recomendaciones para la práctica clínica, es necesario que otros estudios ratifiquen sus conclusiones.

La investigación

En total, revisaron siete trabajos que, previamente, habían analizado la efectividad de la musicoterapia -ejercida por especialistas debidamente formados- en la recuperación de personas con daño cerebral adquirido.

Al cruzar los datos recopilados por cada investigación, los autores encontraron que la gran heterogeneidad de metodologías no facilitaba la comparación de los resultados.

Sin embargo, sí vieron que dos de los estudios sugerían claramente que la estimulación rítmica auditiva era útil para mejorar la funcionalidad de los miembros inferiores y la capacidad para caminar en pacientes que habían sufrido un ictus.

"Esto sugiere que el ritmo puede ser fundamental para facilitar la movilidad en este tipo de enfermos", comentan los investigadores.

En cambio, la evidencia científica proporcionada por estos trabajos no era suficiente para recomendar la terapia musical en el tratamiento de problemas en las extremidades superiores, el lenguaje o la orientación cognitiva, por lo que los investigadores reclaman nuevos estudios clínicos amplios y controlados al respecto.

"Son necesarios trabajos futuros que también clarifiquen la frecuencia y la duración de las intervenciones y los efectos del tratamiento", concluyen.

Fuente: elmundo.es

sábado

Cuando es positivo expresar lo negativo

Además de evitar el estrés que implica suprimir esos sentimientos, también tienen un finalidad social que puede generar empatía

Benedict Carey
The New York Times

NUEVA YORK.- El estudio riguroso de la regulación de las emociones es una área de investigación bastante reciente y, por razones obvias, se ha concentrado más en las pasiones indomables que en sus variedades domesticadas. Después de todo, las emociones descarriadas definen muchos trastornos mentales; la moderación se asocia típicamente con una buena salud mental, desde la niñez hasta la edad avanzada.

Sin embargo, el funcionamiento social es un asunto diferente. Estudios recientes han hallado que las personas desarrollan una variedad de herramientas psicológicas para manejar lo que expresan en situaciones sociales, y esas técnicas muchas veces se vuelven inconscientes y afectan las interacciones en formas no buscadas.

Cuanto mejor comprendan las personas sus propios patrones, más capaces serán de ver por qué algunas interacciones emocionalmente cargadas resultan mal.

La mayoría de los científicos está de acuerdo en que el rango de expresiones emocionales posibles de una persona es un asunto temperamental innato. Crecer es, en un sentido, aprender a controlar el temperamento de forma tal de obtener ayuda de los demás y de no atormentarse a sí mismo.


Cara de póquer

Los psicólogos dividen las estrategias de regulación en dos amplias categorías: preventivas, que ocurren antes de que la emoción sea completamente sentida, y responsivas, que llegan después. La más conocida de esta última categoría, y una de las primeras en ser aprendidas, es la supresión. Un chico tapará con su mano una sonrisa cuando un compañero de clase hace algo vergonzoso; con el tiempo, muchos se vuelven más expertos, enmascarando la sorpresa, la alarma e incluso la furia con una cara de póquer.

La supresión, que es claramente valiosa en ciertas situaciones, tiene un costo social. En 2003, un estudio de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, halló que las personas a las que se les había indicado que mantuvieran una cara de póquer al discutir tras ver un documental sobre los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki demostraron mayores niveles de estrés al conversar.

En otro estudio, publicado el año pasado, los psicólogos siguieron través de entrevistas y cuestionarios a 278 varones y mujeres que ingresaron en la facultad. Los que obtuvieron valores más altos de supresión de las emociones fueron los que tuvieron también mayor dificultad para hacer amigos.

"Un individuo que responde a esa transición al volverse emocionalmente cauto en sus primeros días", según escribieron los autores, tendrá más probabilidades de perder la oportunidad de hacer amigos.

"Una razón por la que estamos tan compenetrados con las emociones de los otros es que, cuando es una emoción real, esta nos dice algo importante sobre aquello que le importa a la persona", dijo James J. Gross, psicólogo de la Universidad de Stanford.

Agregó que cuando uno la suprime o la atenúa, las personas piensan: "¡Demonios! Si no es como nosotros, no le importan, entonces, las mismas cosas que a nosotros nos importan".

Las técnicas preventivas pueden funcionar de una forma más sutil. Una de ellas es la diversión: reflexivamente, concentrarse en lo bueno e ignorar lo malo.

Un estudio conducido en 2009 por Derek Isaacowitz, de la Universidad Brandeis, halló que las personas de más de 55 años son mucho más propensas que las de 25 años o menos a concentrarse en imágenes positivas cuando están de malhumor. Los jóvenes, por su parte, son más propensos a orientarse a imágenes negativas cuando se sienten enojados o deprimidos.

Pero lo más sorprendente es que Isaacowitz halló en otro estudio que las personas mayores son dos veces tienden más que las más jóvenes a ser "reguladores rápidos", personas cuyo estado de ánimo rebota rápidamente, a veces en minutos, después de estar cavilando sobre recuerdos depresivos.

"Hemos hallado que, en general, las personas mayores tienden a regular más rápidamente sus emociones, y no están tan motivadas a explorar la información negativa y a engranar en imágenes negativas, como lo están las personas más jóvenes", concluyó Isaacowitz.

LaNacion.com

viernes

¿Una píldora para la inteligencia? Fármaco crea células en el cerebro

Por Maggie Fox

WASHINGTON (Reuters) - Investigadores hallaron un fármaco que puede ayudar al cerebro a producir nuevas células y dijeron que su estudio podría conducir a mejorar la medicación experimental para el Alzheimer.

El estudio sobre roedores se basó en la noción de que todos los mamíferos, incluyendo los animales, fabrican células del cerebro durante sus vidas. La mayoría mueren, pero este fármaco ayuda a preservarlas y convertirlas en células cerebrales.

"Todos los días creamos nuevas neuronas en nuestro cerebro", dijo Andrew Pieper, del Centro Médico de la University of Texas Southwestern, en Dallas, que trabajó en el estudio, en una entrevista telefónica.

"Nuestro compuesto permite que sobrevivan más", agregó.

Por ahora el fármaco se llama P7C3, y los investigadores ya comenzaron a modificarlo para hacerlo más efectivo. No sólo parece seguro, sino que también parece funcionar en la forma de una píldora.

El compuesto es similar al fármaco para el Alzheimer Dimebon, de Medivation Inc, y Pfizer Inc, y podría proporcionar alternativas para mejorar sus efectos, reportaron Pieper y su equipo en la revista Cell.

"Por la salud de los pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer, se espera que la utilidad aparentemente marginal de Dimebon pueda ser mejorada tanto en su potencia como en su techo de eficacia proneurogénica y neuroprotectora", dijeron.

"Si es así, nuestro trabajo ofrece fuentes concretas para el desarrollo de versiones mejoradas de estos fármacos neuroprotectores", agregaron.

El Alzheimer gradualmente destruye el cerebro y afecta a 26 millones de personas en todo el mundo. Los fármacos, como Aricept de Pfizer, mejoran los síntomas sólo mínimamente.

Los investigadores revisaron 1.000 compuestos representativos de 300.000 químicos y los administraron en ratones. Luego hicieron una disección de los cerebros para ver si alguno de los animales había creado nuevas células en el hipocampo, una región del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria.

Finalmente achicaron el rango hasta llegar al P7C3.

Cuando se lo dieron a ratas adultas durante dos meses, los roedores tuvieron un desempeño mucho mejor que otras en un laberinto de agua.

Al hacer la disección, las ratas tratadas terminaron teniendo tres veces más del número habitual de neuronas recién nacidas en una región del cerebro llamada gyrus dentado.

"Esta sorprendente demostración de un tratamiento que detiene el declive cognitivo relacionado con la edad en animales vivos apunta hacia el desarrollo potencial de las primeras curas que lidiarán con el proceso central de la enfermedad de Alzheimer", dijo el doctor Thomas Insel, director del Instituto Nacional de Salud Mental, que ayudó a financiar el estudio.

Fuente Yahoo Noticias: http://ar.news.yahoo.com/s/reuters/100709/n_health/salud_memoria_farmaco 

Sufrir depresión puede duplicar el riesgo de desarrollar demencia

* Los deprimidos tienen 1,5 veces más riesgo de padecer Alzheimer
* El estudio es uno de los más largos y con más población realizados hasta la fecha

PATRICIA MATEY

MADRID.- La depresión, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, será en 2020 la segunda causa de enfermedad en el mundo. Una muy mala noticia que ahora se suma a otra nada alentadora. Investigadores del famoso Estudio Framingham del Corazón, iniciado en 1948 con los habitantes de una ciudad de Massachussets (EEUU), acaban de poner en evidencia que padecer dicha enfermedad mental puede casi duplicar el riesgo de desarrollar demencia.

Su autora principal, Jane Sacynsski, ha declarado que "existen muchas vías por las que la depresión tiene un impacto en el riesgo de padecer la patología neurodegenerativa".

Su estudio, de hecho, no es el primero en establecer esta asociación. Tal y como recoge el último 'Neurology', "la depresión se asocia con deterioro cognitivo en adultos de edad avanzada y un metaanálisis de 2001 con varios trabajos prospectivos concluyó que la patología psiquiátrica duplica las posibilidades de padecer demencia. Es más, existe evidencia aportada por estudios clínicos con grupos de casos y controles que constatan la relación entre historia de depresión o síntomas depresivos y un mayor riesgo de sufrir la enfermedad neurológica 10 años más tarde o más", declaran los investigadores en su artículo.

Sin embargo, "los estudios epidemiológicos no han obtenido conclusiones claras... Nuestro trabajo examina la asociación entre síntomas depresivos al inicio del mismo y el riesgo de demencia tras un periodo de seguimiento de 17 años de los participantes del Estudio Framingham", agregan.

Así, los científicos analizaron los datos de 949 personas, con una media de edad de 79 años, que carecían de demencia al inicio del ensayo, según pusieron de manifiesto las distintas pruebas (valoraciones neuropsiquiátricas) a las que se sometieron. Paralelamente, a todos ellos se les realizaron test para evaluar la existencia de síntomas depresivos. Además, se tuvieron en cuenta otros factores como los demográficos, el sexo, la edad, la educación y el uso de alcohol y de tabaco.

También se valoró la historia de accidentes cerebrovasculares, hipertensión, diabetes, los niveles de homocisteína (este aminoácido puede dañar el tejido que reviste las arterias y hacer que la sangre se coagule más fácilmente de lo que debiera) y la presencia del alelo Apoe4, que eleva el riesgo de Alzheimer.

Tras los 17 años de seguimiento, los datos revelaron que 164 participantes desarrollaron demencia. "El 22% de las personas deprimidas al inicio de la investigación desarrolló la enfermedad, en comparación con el 17% de los que no tenían este antecedente psiquiátrico".

Así, según ha explicado la principal autora del estudio, la doctora Jane Saczynski, "el riesgo absoluto de sufrir demencia diez años después fue de 0,21 para las personas sin síntomas depresivos y de 0,34 para los que sí".

Mayor riesgo de Alzheimer

También ponen de manifiesto que la depresión se asocia con un incremento de las posibilidades de padecer Alzheimer. Así, 136 de los 164 participantes obtuvieron un diagnóstico específico de esta enfermedad. "Aquellos con la enfermedad mental tenían 1,5 veces más riesgo de sufrir la patología neurodegenerativa. Y estos resultados se mantuvieron sin cambios cuando tuvimos en cuenta ciertos factores, como la educación, los niveles de homocisteína y el alelo Apoe4, que pueden alterar los resultados", declaran los científicos.

Otro dato que aporta la investigación es que "las mujeres con mejor nivel educativo eran las que tenían mayor probabilidad de padecer depresión. Lo mismo sucedía con las que no bebían alcohol pero tenían historia de enfermedad cardiovascular".

Algunas de las explicaciones aportadas por los investigadores a los hallazgos de su estudio son que, "la inflamación del tejido cerebral que se produce durante la depresión puede contribuir al desarrollo de demencia. También ciertas proteínas del cerebro que se elevan si se sufre la enfermedad mental podrían incrementar las posibilidades de padecer el trastorno neurológico. Adicionalmente, algunos estilos de vida vinculados a una depresión de larga duración, como la dieta, la cantidad de ejercicio que se realiza o el menor tiempo que se dedica a interactuar con otras personas, también pueden afectar al desarrollo de la pérdida cognitiva patológica".

Creen, asimismo, "que el estudio, uno de los más largos y con mayor población analizada hasta la fecha, puede ayudar a aclarar la confusión respecto a los trabajos anteriores que informaron de resultados contradictorios sobre la relación entre depresión y demencia".

Link: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/07/05/neurociencia/1278351270.html 

martes

Nace una nueva generación de robots terapéuticos

Están diseñados para inspirar empatía, en especial en personas mayores

NUEVA YORK ( The New York Times ).- Después de años de esforzarse en presionar circuitos para lograr empatía, dispositivos diseñados para calmarnos y respaldarnos están saliendo de los laboratorios. Paro (de personal robot) es uno de los exponentes de esta nueva generación de robots terapéuticos.

Para adictos en recuperación, médicos de la Universidad de Massachusetts están probando un sensor diseñado para detectar los síntomas de la abstinencia y enviar mensajes de texto con una pizca de cariño.

Para los que desean un compañero y tengan 125.000 dólares, una cabeza robótica parlante puede ser modelada con la personalidad de elección. Sonreirá ante sus propios chistes y reconocerá caras familiares.

Para personas que hagan dieta, un robot con una pantalla táctil, grandes ojos y voz de mujer se sentará en la mesada de la cocina y ofrecerá coraje después de calcular calorías y actividad física.

Máquinas inteligentes

Robots guiados por alguna forma de inteligencia artificial ya exploran el espacio exterior, sueltan bombas, operan y juegan al fútbol. Pero construir una máquina que responda a la necesidad humana de compañía ha resultado ser más difícil. Sin embargo, la aparición de robots en geriátricos, escuelas e incluso en el living de las casas está agregando combustible a las fantasías de ciencia ficción de que podemos depender de ellos.

Como una zooterapia sin la mascota, Paro ofrece beneficios para pacientes que son alérgicos. No necesita que lo limpien ni que lo alimenten. No muerde y, en algunos casos, puede ser una alternativa a la medicación en pacientes que están deprimidos.

En Japón ya se vendieron unos mil Paros. En Dinamarca, los médicos están tratando de cuantificar sus efectos en la presión sanguínea y otros indicadores de estrés. Pero algunos son críticos de su papel: ven su uso como un signo del bajo estatus que tienen las personas mayores, especialmente los que padecen demencia. A medida que la tecnología mejore, argumenta Sherry Turkle, psicóloga del Massachusetts Institute of Technology, cada vez será más tentador sustituir la presencia humana por la de Paro y los de su tipo. "Paro es el comienzo -dijo-. ¿Y luego qué? ¿Un robot le leerá a tu hijo? ¿Le contarás tus problemas a un robot? ¿Quiénes, entre nosotros, serán suficientes como para merecer la atención de personas?

Link: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1281997&origen=NLCien

"El que duerme más, estudia mejor"

Redacción
BBC Mundo

Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos concluye que los estudiantes adolescentes mejorarían significativamente su motivación y su atención si sus clases comenzaran más tarde.

El experimento se llevó a cabo con 200 alumnos de una escuela secundaria a los que se les concedió 30 minutos más de sueño, al retrasar el inicio de la jornada escolar hasta las 08.30 horas.

Después de los cambios, el número de alumnos que decían sentirse infelices o deprimidos descendió un 30%, el de los que experimentaban molestia e irritación cayó un 25% y el de quienes sentían cansancio se redujo un 30%.

En el estudio publicado en la revista Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente, los autores abogan por un retraso en los horarios de entrada de los adolescentes a la escuela.

El cambio de horario que los investigadores aplicaron al internado St. George's School, en Rhode Island, en el noreste de EE.UU. ya ha sido experimentado por un reducido número de escuelas del país.

Sueño profundo

Investigaciones previas habían indicado que los ciclos de sueño se retrasan hasta dos horas con la llegada de la adolescencia y que lo ideal es que los estudiantes de esta edad duerman entre nueve y nueve horas y cuarto, según el periodista especializado en ciencia de la BBC Eric Camara.

Los autores del estudio apuntan en la revista que aunque parezca poco tiempo, un retraso de 30 minutos puede tener un gran impacto. Explicaron que los adolescentes están en la fase de sueño más profundo al amanecer, justo en el momento en que se levantan para ir a clase.

Interrumpir el sueño en ese momento les causa somnolencia durante horas, en especial si se tiene en cuenta que también tienen problemas para dormir antes de las 23.00 horas, señalaron.

Un editorial publicado en la revista afirma que "una cantidad creciente de estudios demuestran que cambiar los horarios de las escuelas de secundaria sería bueno para los adolescentes".

Los autores del estudio reconocen, sin embargo, que aplicar el cambio en los centros escolares tiene la dificultad de compatibilizar el nuevo horario con la jornada laboral de los padres, un problema que no presentaba el internado objeto del experimento.

Link:  http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/07/100705_0108_adolescentes_escuela_secundaria_retraso_entrada_fp.shtml

lunes

El bebe puede distinguir entre el bien y el mal

Demuestran que el sentido moral existe desde el comienzo de la vida

Paul Bloom
The New York Times

NUEVA YORK.- Desde Sigmund Freud hasta Jean Piaget y Lawrence Kohlberg, durante mucho tiempo los psicólogos han argumentado que empezamos nuestra vida como animales amorales. Una de las tareas más importantes de la sociedad, y de los padres en particular, es convertir a los bebes en seres civilizados, criaturas sociales que sientan empatía, culpa, vergüenza.

Sin embargo, cada vez existe más evidencia que sugiere que los humanos tenemos un sentido moral rudimentario ya desde el comienzo de nuestras vidas. Con ayuda de experimentos diseñados específicamente se pueden ver destellos de pensamientos, juicios y sentimientos morales, incluso durante el primer año

de vida. Estudiar las habilidades cognitivas de cualquier criatura que no posea el lenguaje es un desafío, pero los bebes humanos presentan una dificultad adicional, porque incluso comparados con ratones o pájaros están limitados en cuanto a su comportamiento: no pueden correr por laberintos o accionar manivelas.

Sin embargo, en la década del 80, los psicólogos empezaron a explorar el conocimiento de los bebes a través de uno de los pocos comportamientos que pueden controlar: el movimiento de sus ojos. Al igual que los adultos, cuando los bebes ven algo que encuentran interesante o sorprendente tienden a mirarlo durante más tiempo que a algo aburrido o esperado. Se puede usar el "tiempo de mirada" como un indicio rudimentario pero fidedigno de lo que captura la atención de los bebes: lo que los sorprende o les gusta.

Con "software" incorporado

A través de los años existieron experimentos que probaron que los bebes poseen conocimientos ingenuos acerca de la física, la matemática y la psicología. Por ejemplo, los psicólogos saben desde hace tiempo que incluso los más jóvenes sujetos tratan a las personas de manera diferente que a los objetos inanimados; esperan respuesta: si un objeto móvil se detiene, ellos pierden el interés; si el rostro de una persona se inmoviliza, se afligen.

Si los bebes entienden tanto acerca de los objetos y las personas desde tan temprano, ¿por qué parecen tan ignorantes e indefensos? ¿Por qué no utilizan activamente sus conocimientos? Una respuesta es que estas capacidades son los equivalentes psicológicos de rasgos físicos tales como los testículos o los ovarios, que se forman en la infancia y después quedan inutilizados durante años. Otra posibilidad es que los bebes usen sus conocimientos a partir del primer momento no para actuar, sino para aprender. La ciencia cognitiva sabe que una cabeza vacía no aprende nada: un sistema que es capaz de absorber rápidamente información necesita tener algún tipo de comprensión anterior para saber a qué prestar atención y qué generalizaciones hacer. Entonces, los bebes son inteligentes desde el comienzo, y eso les permite llegar a ser aún más inteligentes.

Mientras las leyes y verdades de la física y la psicología son universales, la existencia de que existe un código moral universal es una afirmación altamente controvertida. Hay una amplia variación entre las diferentes sociedades. Sin embargo, todos y en todo lugar tenemos algún sentido de lo que está bien y lo que está mal. No existe una sociedad en la que no haya alguna noción de justicia, que no ponga un valor positivo a la lealtad y la bondad, que no distinga entre actos de crueldad y equivocaciones inocentes. Estos conceptos universales tienen sentido evolutivo. Ya que la selección natural funciona, al menos en parte, a nivel genético: es lógico ser instintivamente buenos con nuestros congéneres, ya que el hecho de que sobrevivan ayuda a promover nuestros genes. Además, a veces es necesario trabajar en grupo con otros humanos, lo que significa que la capacidad de juzgar la bondad o la maldad de otros individuos tendría que hacer sido un rasgo adaptativo. Todas éstas son razones para considerar algunos conceptos morales básicos como innatos.

Origen evolutivo

Además, los científicos saben que ciertos sentimientos e impulsos de compasión aparecen temprano en el desarrollo humano.

Parece haber algo evolutivamente antiguo en nuestras muestras de empatía, que serán las bases de nuestros sistemas morales. Para que exista un sistema moral genuino, primero tienen que importarnos algunas cosas, y lo que vemos en los bebes es el desarrollo de esta capacidad de que nos importen ciertas cosas.

Comencé a investigar junto a mi colega y esposa Karen Wynn, y Kiley Hamlin, del Laboratorio de Cognición Infantil de la Universidad de Yale, qué pensaban los bebes de dos acciones en particular: ayudar e impedir. En uno de nuestros primeros estudios de evaluación moral usamos objetos geométricos reales con caras de personas, manipulados como títeres, que ayudaban o entorpecían: un cuadrado amarillo ayudaría a un círculo a subir un monte; un triángulo rojo lo empujaría por la ladera. Después de ver la escena, el investigador disponía a ambos personajes en una bandeja y se los mostraba al niño. Encontramos que bebes de 6 y 10 meses preferían con mucho al que ayudaba.

Para evitar las preferencias personales -¿y si a algunos bebes les gusta el color rojo o prefieren los cuadrados?- se varió el uso de colores y formas con respecto al papel que jugaban en la historia. Además, para evitar que los adultos predispusieran a los pequeños inconscientemente, el ayudante que sostenía la bandeja no sabía cuál era el personaje bueno y cuál el malo, y se les pidió a los padres que cerraran sus ojos en el momento de la elección.

¿Estos resultados significaban que los bebes actuaban de esa manera porque los atraía el individuo que ayudaba o porque les repelía el que no ayudaba, o era por ambas razones? Para estudiar este punto introdujimos un personaje neutral, y encontramos que, dada la opción, los niños preferían al "bueno" por sobre el neutral, y a éste por sobre el "malo". Esto indica que ambas inclinaciones están en juego: son atraídos por el primero y sentían rechazo frente a los últimos.

Fundamentos morales

Esto no significa necesariamente que los bebes conceptualizaran al personaje que ayudaba al protagonista como bueno y al otro como malo, pero sus preferencias respondieron a los comportamientos que los adultos describirían como bueno o decente, y malo o cruel.

Realizamos una serie de estudios manteniendo el formato básico del test, pero cambiando las acciones, con resultados similares. Esto sugiere que los bebes que estudiamos tenían una apreciación general de comportamientos buenos y malos, y ésta estaba presente en una variedad de acciones.

En uno de los estudios sobre el premio y el castigo, a pesar de preferir en general a los personajes buenos, los bebes tendían a elegir a los personajes malos cuando éstos castigaban malos comportamientos.

Probablemente los bebes no tengan acceso consciente a nociones morales, no tengan idea de cuándo ciertos actos son buenos o malos. Responden de manera visceral. De hecho, no actúan como jueces imparciales: tienden a sonreír y batir sus palmas durante buenos eventos, y a fruncir el seño y sacudir sus cabezas durante los momentos malos.

Nuestro sentido de la moral inicial parece estar sesgado hacia los iguales a nosotros. Hay muchas investigaciones que muestran que los bebes tienen tres grupos de preferencia: los de tres meses prefieren las caras de la raza que es más familiar; los de 11 meses prefieren a individuos que comparten su gusto acerca de los alimentos y esperan que sean mejores; los de 12 meses prefieren aprender de alguien que hable su propio lenguaje. E incluso hay experimentos que muestran que una vez que se los segrega en grupos diferentes -por ejemplo, utilizar remeras coloreadas- ellos favorecen ansiosamente a individuos de su propio grupo.

La idea básica de cualquier moral adulta es la imparcialidad. Si se nos pide que justifiquemos nuestras acciones y uno explica que actuó de tal manera "porque quería hacerlo", esto será sólo expresión de deseo egoísta. Pero explicaciones como "era mi turno" o "era justo" son potencialmente morales, porque implican que cualquier otro en la misma situación habría actuado igual.

El aspecto de la moral que nos maravilla, su generalidad y universalidad, es producto de la cultura, no de la biología. La moral con la que nacemos es primitiva, no sólo en el sentido obvio de que es incompleta, sino en el más profundo de que cuando los individuos y las sociedades aspiran a una moral sólida -que permita considerar equitativamente a todos los seres capaces de razón y sufrimiento- la edifican sobre la base que los chicos traen desde el comienzo.

La moral es, entonces, una síntesis de lo biológico y lo cultural, de lo innato, lo descubierto y lo inventado. De modo que todo indica que los bebes poseen fundamentos morales: la capacidad y voluntad de juzgar las acciones de otros, algún sentido de la justicia y respuestas viscerales frente al altruismo y la maldad.

Link: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1281769&origen=NLCien