miércoles

Científicos estudian miedo; buscan formas de controlar ansiedad

Por SETH BORENSTEIN
© 2007 The Associated Press

Fuente: chron.com

Los científicos están comprendiendo mejor lo que ocurre en el cerebro de una persona cuando se asusta, y cconsideran que entender la forma en que el miedo nos hace reaccionar puede derivar en tratamientos para enfrentar un grave problema médico: Cómo controlar el temor irracional.

"Estamos logrando muchos progresos", dijo Stephen Maren, profesor de psicología en la Universidad de Michigan. "Tomamos todo lo que hemos aprendido de los estudios básicos en animales y lo llevamos a las prácticas clínicas que pueden ayudar a la gente. La información comienza a encajar en una forma muy importante".

El miedo es básicamente una emoción primaria, crucial para la supervivencia y la evolución. Tanto los humanos como los animales la experimentan. La genética tiene una función pertinente en el desarrollo del miedo abrumador e innecesario, según los psicólogos. Sin embargo, también las experiencias traumáticas inciden en ello.

"El miedo es algo muy curioso", dijo Ted Abel, investigador de la Universidad de Pensilvania. "Uno necesita una dosis suficiente de él, pero no demasiado".

Armi Rowe, escritora y madre de familia en Connecticut, relata que era antes una persona capaz de permanecer tranquila bajo presión. No dudaba en esquiar por la ladera peligrosa de una montaña nevada.

Pero un día, mientras un par de familiares cercanos estaban muy enfermos, Rowe sintió un ataque de pánico cuando conducía un vehículo sola. Experimentó un dolor que le oprimía el pecho y llamó al servicio de emergencias.

"El miedo prácticamente me paralizó", dijo.

Fue un ataque de ansiedad, el primero de muchos.

"Existe un truco en el ataque de pánico", dijo David Carbonell, psicólogo de Chicago, especializado en la atención de los desórdenes de ansiedad. "Uno experimenta una gran incomodidad, pero se engaña y trata ese sentimiento como si fuera un peligro".

Actualmente, gracias a la asesoría especializada, los ejercicios de relajación y la introspección, Rowe sabe cómo detener o al menos minimizar esos ataques a tiempo.

Los científicos creen que pueden mejorar el proceso para controlar el miedo si conocen la forma en que esta emoción se transmite por el cerebro y el cuerpo.

El detonador del miedo es la amígdala, una estructura profunda del cerebro, con la forma de una almendra.

La amígdala no es responsable de todas las respuestas de una persona atemorizada, pero es una especie de alarma que conecta con todo lo demás, dijo Elizabeth Phelps, psicóloga y profesora de la Universidad de Nueva York.

Michael Davis, psiquiatra y profesor de la Universidad de Emory, descubrió que cierta reacción química en la amígdala es crucial en la forma en que los ratones y la gente aprenden a superar sus temores. Cuando esa reacción es desactivada en los ratones, nunca aprenden a controlar el miedo.

El trabajo es promisorio, pero Maren advierte: "No es todavía posible tomar una píldora y hacer que esto desaparezca".

Link: http://www.chron.com/disp/story.mpl/sp/us/5258542.html

lunes

Para no dañar su cerebro, déjese llevar por el deseo

Según afirma un estudio canadiense, el autocontrol de las tentaciones y emociones sólo lleva a desgastar las capacidades del pensamiento. Cómo concentrarse en una actividad puede afectar el desempeño en otras

Fuente: INFOBAE.com

Si no logra eliminar todos los hábitos que no son saludables, un nuevo estudio sugiere que podría echarle la culpa al cerebro.

Ceder a la tentación, ya sea un cheesecake, cigarrillos o drogas, es una debilidad humana habitual. Ahora, una nueva investigación la relaciona con un límite en la capacidad cerebral de resistir a la tentación. El autocontrol excesivo, sostienen los autores, desgastaría el cerebro.

El estudio, publicado en la revista Psychological Science, incluyó a 40 estudiantes universitarios, a los que se les registró la actividad cerebral mientras se analizaba su capacidad de autocontrol.

Primero, los estudiantes miraron una película estresante. A la mitad de ellos se les solicitó suprimir las emociones durante la película y no demostrar sus sentimientos. Al resto sólo se le pidió que mirara la película con mucha atención.

Inmediatamente después, a todos los participantes se les realizó una prueba conocida como tarea de stroop. En este test se deben mirar las palabras "rojo" y "verde" escritas en rojo o en verde. Luego hay que identificar los colores en los que están escritas las palabras y no la palabra en sí. Esto exige cierto autocontrol.

Los investigadores les colocaron electrodos a los estudiantes para registrar la actividad cerebral mientras realizaban la prueba. El equipo halló en general que a los estudiantes que habían controlado sus emociones durante la película les fue peor en la prueba. Asimismo, esos estudiantes tuvieron menor actividad en la zona del cerebro llamada corteza del cíngulo anterior (CCA).

"Estos resultados ponen en su justo lugar el autocontrol cerebral", dijo a Reuters Health el autor principal del estudio, el doctor Michael Inzlicht.

"Sugieren que la CCA, una zona del cerebro que tiene una función de supervisión de las violaciones a las normas individuales, tiene sus límites", explicó Inzlicht, de la University of Toronto, en Scarborough, Canadá.

Según Inzlicht, la CCA puede "desbordarse" cuando el cerebro recibe demasiadas tareas de autocontrol, y pierde así un poco de efectividad. En cualquier persona esto se traduciría, por ejemplo, en una mayor cantidad de errores o en una falta de motivación para superar un trabajo difícil.

Inzlicht explicó que, en general, cuando las personas tratan de ponerse ciertas limitaciones, como realizar una dieta, el autocontrol quizás disminuya para otras cuestiones.

Una persona que hace dieta, por ejemplo, podría tener problemas para rechazar un cigarrillo, concentrarse en el trabajo o equilibrar sus emociones.

Claro que, destacó Inzlicht, todos tenemos una capacidad natural de autocontrol distinta. Ponernos ciertos límites en distintas áreas de la vida puede ser fácil para una persona e imposible para otra.

Se necesitan más estudios para comprender por qué las personas tienen distinto nivel de autocontrol y si esa capacidad puede aumentar, opinó Inzlicht.

Link: http://infobae.com/contenidos/345246-100935-0-Para-no-da%F1ar-su-cerebro-d%E9jese-llevar-el-deseo

sábado

Las pesadillas nos ayudan a entender por qué soñamos

Tres de cada cuatro sueños son experiencias negativas

Fuente: LANACION.com

NUEVA YORK.– Todas las evidencias coinciden en que los malos sueños constituyen una experiencia humana universal. A veces ellos son lo suficientemente temibles para despertar a quien los sufre, en cuyo caso entran en la definición formal de pesadilla. Otras veces son, incluso, peores: cuando la persona cree que lo peor del sueño ha terminado, pero está ingresando en “Su más temida pesadilla, capítulo II”.

Pero cualquiera que sea la trama, los investigadores señalan que las pesadillas y los sueños horrendos ofrecen indicios potencialmente elocuentes para develar, en primer lugar, el misterio más profundo de por qué soñamos. También, cómo nuestras vidas, cuando soñamos y cuando estamos despiertos, pueden entrelazarse y gravitar entre sí. Y, lo más desconcertante de todo, cómo nos arreglamos para elaborar una realidad virtual en nuestra mente, un depósito nocturno sensorialmente rico, multidimensional y dotado de personajes tan persuasivos, que uno quiere... estrangular antes de que puedan estrangularlo a uno.

Un importante motivo por el que los malos sueños ayudan a discernir la arquitectura onírica en términos generales es que, como numerosos estudios han demostrado, la mayoría de nuestros sueños son malos. Ya sea que individuos sometidos a un estudio lleven un diario personal de sus sueños en la casa o duerman en laboratorios de investigación y sean periódicamente despertados del sueño a partir del movimiento rápido del ojo (REM) -la etapa más frecuentemente relacionada con el sueño-, los resultados son los mismos: casi el 75% de las emociones descriptas son negativas.

Además, según Robert Stickgold, un investigador del sueño de la Facultad de Medicina de Harvard, somos soñadores ridículamente activos, ya que pasamos entre el 60 y el 70% del período de soñolencia soñando o en un estado semejante al sueño, llamado actividad mental del sueño, que funciona hasta tres horas por noche transcurridas en un estado de ansiedad o frustración mientras llegamos tarde para el examen o caminamos descalzos sobre vidrios rotos porque nuestros zapatos se derritieron.

Sueños adolescentes

El paciente era un hombre de 37 años que de niño había sido violado por su madre esquizofrénica, a menudo, mientras estaba en la cama tratando de dormirse. No obstante, llegó a ser un adulto razonablemente normal y bien remunerado en su trabajo, y pensó que lo peor había quedado atrás. Hasta que una noche se despertó súbitamente y vio en su cuarto a una intrusa que revolvía los cajones del ropero.

Posteriormente, sus pesadillas comenzaron, sueños espantosos y recurrentes en los que la intrusa era una mujer de mediana edad y en los que una cuchilla pendía como una espada de Damocles del ventilador de techo sobre su cabeza.

"Su viejo recuerdo del miedo no se había disipado", afirmó el doctor Ross Levin, psicólogo que investiga el terreno de los sueños en la Yeshiva University, de Nueva York. "Se reactivaron fácilmente -añadió- debido a su trauma reciente." Casi tan repentinamente, plasmaron la base de una pesadilla recurrente. El doctor Levin instó al paciente a reformular el sueño y ensayar alternativas frente a cuchillas oscilantes y un temor paralizante, hasta que finalmente las pesadillas cesaron y el hombre pudo recuperar su anterior condición.

Estudios realizados sobre la base de estadísticas o diarios personales han demostrado que la frecuencia de las pesadillas varía según la edad y el sexo. Los preescolares son relativamente inmunes al mito del cuco, pero no es ése el caso de sus hermanitos mayores. Aproximadamente el 25% de los chicos entre 5 y 12 años señalan que por lo menos una vez por semana se despiertan debido a un mal sueño.

El índice de pesadillas aumenta durante la adolescencia, alcanza el pico máximo entre los adultos jóvenes, y luego, como tantas cosas más en la vida, comienza a disminuir. El individuo promedio de 55 años tiene tres veces menos pesadillas que el individuo promedio de 25 años. A casi cualquier edad, las niñas y las mujeres señalan que tienen considerablemente más pesadillas que los niños y los hombres, hecho que, según algunos investigadores, podría estar relacionado con los porcentajes comparativamente mayores de ansiedad y trastornos del ánimo.

El contenido de las pesadillas también varía con el tiempo y entre distintas culturas. A un joven en los Estados Unidos del siglo XXI tal vez no le importe el ocasional sueño erótico, pero para San Agustín, el filósofo cristiano del siglo IV, "los sueños de naturaleza sexual eran pesadillas", como expresó Kelly Bulkeley, investigador del sueño, invitado en la Graduate Theological Union, de Berkeley, California. "Los consideraba -agregó- amenazas para su fe."

Ciertos factores culturales específicos también pueden incidir en los temas universales. El doctor Bulkeley y sus colegas descubrieron que la pesadilla de ir cayendo al vacío son habituales entre las mujeres de las naciones árabes, quizá por razones metafóricas.

Mientras en gran medida el cuerpo y el cerebro durante el sueño aparentemente se confabulan para permitirnos andar a salvo a través de un siniestro terreno onírico de personajes extravagantes, los científicos que estudian el sueño, en su mayoría, están persuadidos de que soñar tiene un propósito esencial, posible y evolutivamente de adaptación.

En un reciente artículo aparecido en la revista Psychological Bulletin , el doctor Levin, junto con su colega Tore Nielsen, de la Universidad de Montreal, plantearon que soñar servía para crear lo que denominan "recuerdos de la extinción del miedo", recurso que tiene el cerebro de mezclar, desintoxicar y, finalmente, desechar viejos recuerdos temibles, lo mejor para seguir adelante y dar lugar sináptico para cualquier nueva amenaza que pudiera aparecer. "El cerebro aprende pronto a qué tenerle miedo", comentó el doctor Nielsen. "Pero si no hay un control del proceso -prosiguió-, en la adultez tendremos miedo de cosas que temíamos en la niñez."

Los malos sueños comunes y corrientes rara vez recapitulan hechos desagradables de la vida real; antes bien, les extraen partes rescatables para soportes y repuestos, y a través de esa reconfiguración, según explicó el doctor Nielsen, los miedos dejan de ser tales. "Un mal sueño que no provoca que el individuo se despierte es exitoso en lo que respecta a abordar una emoción intensa. Es perturbador, pero en la medida en que no nos despertamos hay una especie de resolución", dijo.

De acuerdo con este escenario, las pesadillas, al permitir que uno escape prematuramente, representan un fracaso del sistema de la "extinción del miedo". "El mal sueño es funcional, las pesadillas son disfuncionales", afirmó Nielsen.

Si uno siente que está cayendo al vacío, que extienda los brazos y aprenda a volar.

Por Natalie Angier
De The New York Times
Traducción: Luis Hugo Pressenda

Link: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=956885&origen=premium

jueves

Un estudio afirma que la privación del sueño causa un 'desenchufe' en el cerebro

Fuente: laverdad.es

Cuando una persona no duerme lo suficiente los centros emocionales del cerebro reaccionan excesivamente a las experiencias negativas, según un estudio que publica esta semana la revista Current Biology. El estudio, dirigido por Matthew Walker, del Laboratorio de Sueño y Neuroimagen en la Universidad de California (Berkeley), proporciona las pruebas del vínculo neural entre la pérdida o privación del sueño y los trastornos psiquiátricos.

La pérdida del sueño conduce a una conducta emocionalmente irracional, según determinaron los investigadores que analizaron, mediante imágenes de resonancia magnética funcionales (fMRI por sus sigla en inglés), qué ocurre en las áreas emocionales del cerebro cuando las personas no han dormido lo suficiente. En cambio, «el sueño parece restaurar nuestros circuitos emocionales en el cerebro, y al hacerlo nos prepara para los retos del día siguiente y las interacciones sociales», añadió. «Lo más importante de este estudio es que demuestra los peligros de no dormir lo suficiente».

«La privación del sueño fractura los mecanismos que regulan aspectos clave de nuestra salud mental», indicó Walker. Los investigadores distribuyeron, al azar, 26 personas sanas en dos grupos, uno que durmió normalmente, y otro en el cual a los participantes se les mantuvo despiertos por unas 35 horas. Al día siguiente se tomaron fMRI de los cerebros de los sujetos. Los centros emocionales del cerebro tuvieron un 60 por ciento más de reacciones en el grupo privado de sueño.

Link: http://www.laverdad.es/murcia/20071023/mas-actualidad/cultura/estudio-afirma-privacion-sueno-200710230820.html

miércoles

Hallan el lugar del cerebro donde nace el optimismo

Determinan cuáles son los circuitos neuronales involucrados

Fuente: LANACION.com

La tendencia tan humana de mirar hacia el futuro con optimismo descansa en lo profundo del cerebro, afirman investigadores de la Universidad de Nueva York, Estados Unidos, que identificaron una red de circuitos cerebrales que se activa cuando nos imaginamos viviendo una vida larga, sana y plena de logros.

"Comprender el optimismo es crítico, ya que se lo relaciona con la salud física y mental. Por otro lado, una visión pesimista está correlacionada con la gravedad de los síntomas de la depresión", declaró la profesora Elizabeth Phelps, directora del laboratorio de la Universidad de Nueva York donde se realizaron los experimentos cuyos resultados publica hoy Nature .

El equipo de Phelps sometió a un grupo de voluntarios a estudios de resonancia magnética funcional para examinar sus cerebros mientras se les pedía que se imaginaran a sí mismos en futuros eventos como "ganar un premio" o "terminar con una relación amorosa".

"Cuando los participantes imaginaban circunstancias positivas, se detectaba una mejora de la activación en el cíngulo anterior y en la amígdala, que son las mismas áreas cerebrales que parecen funcionar mal en la depresión", dijo el doctor Tali Sharot, principal autor del trabajo, que actualmente realiza un posdoctorado en el University College London, en Gran Bretaña.

"Los participantes más optimistas mostraban una mayor actividad en esta región al imaginar eventos futuros positivos", agregó el doctor Sharot.

"Nuestros resultados sugieren que mientras el pasado está cerrado, el futuro está abierto a interpretación, lo que permite a las personas tomar distancia de posibles eventos negativos y acercarse hacia aquellos que son positivos", declaró Phelps por su parte.

Implicancias terapéuticas

"Si bien muchos aspectos de las emociones suceden de forma espontánea, en los útlimos años se ha descubierto que las reacciones emocionales interactúan con otros procesos cognitivos más organizados y planificados (nuestros pensamientos, nuestras intenciones, nuestros planes, etcétera), de modo tal que estos últimos pueden modificar el curso de la respuesta emocional -comenta el doctor Fernando Torrente, jefe de Psicoterapia Cognitiva del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco)-. Por supuesto la interacción es de doble vía, y nuestra emociones a su vez guían y condicionan nuestras decisiones y acciones."

Estudios previos habían hallado que el cíngulo anterior se encontraba involucrado en la regulación de las respuestas emocionales. Este nuevo trabajo sugiere que en los individuos sanos esta región cerebral ayudaría a integrar y regular la información emocional y autobiográfica, permitiendo generar una visión positiva del futuro.

"Desde el punto de vista terapéutico, este trabajo tiene implicancias muy interesantes, pues refuerza la idea de que el modo en que pensamos e interpretamos nuestra realidad se conecta directamente con nuestras vivencias emocionales, y modificando la forma en que pensamos podemos mejorar nuestra experiencia emocional -dice Torrente-. Esto definitivamente apoya la concepción subyacente en los diferentes tratamientos psicoterapéuticos, y en especial los tratamientos basados en la teoría cognitiva. En efecto, según este enfoque, la clave para mejorar diferentes alteraciones emocionales es modificar los pensamientos negativos disfuncionales que las sostienen. O sea que la psicoterapia puede modificar la forma en que funciona nuestro cerebro."

Link: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=955981&origen=premium

martes

La mitad de los jóvenes dicen estar estresados

Cuatro de cada diez argentinos sienten falta de energía

Fuente: LANACION.com

En El atroz encanto de ser argentinos, Marcos Aguinis advierte que para conquistar el futuro "hará falta restablecer la mentalidad prometeica que existió apenas hace un siglo: la de hombres y mujeres dispuestos a torcer la voluntad de los dioses, si era necesario, para escamotearles la felicidad".

El estado del argentino actual, sin embargo, parece muy lejos de ese ánimo titánico. Según una encuesta de TNS Gallup para LA NACION, cuatro de cada diez sienten que les falta la energía, tres de cada 10 están estresados y dos de cada 10 dicen estar deprimidos. Esos números aumentan entre las mujeres: mientras un 27% de los hombres menciona haber padecido estrés, un 36% de las mujeres declaran lo mismo; en cuanto a la falta de energía, ellas llevan la delantera con un 45% contra un 36% de ellos. La misma situación se da para la depresión: es más frecuente entre el género femenino (22%) que entre el masculino (13%).

Pero hay algo tal vez más preocupante que todo lo anterior: la mitad de los jóvenes encuestados admitió haber experimentado alguna de las tres dolencias (estrés, falta de energía o depresión) en los últimos doce meses. En el país, el estudio incluyó mil entrevistas frente a frente.

Sin embargo, para la doctora Irene Melamed, coautora del capítulo de adolescencia de las Guías para la Supervisión de la Salud de Niños y Adolescentes de la Sociedad Argentina de Pediatría, cuando se realizan investigaciones relacionadas con el estrés hay que ser muy precisos para definirlo, debido a que en ocasiones el término no se utiliza correctamente.

"Cuando hablamos del estrés ¿todos hacemos referencia a lo mismo? -se pregunta Melamed-. En el mundo en general y en América latina en particular nos preguntamos si existen una o más adolescencias. ¿Quiénes padecen estrés? Los adolescentes en situación de pobreza experimentan estrés relacionado esencialmente con sus escasos proyectos de futuro y con tener que enfrentar cotidianamente la violencia y la privación. Los jóvenes con menores niveles de carencias también lo padecen, en ocasiones por estar sometidos a presiones relacionadas con las exigencias de la vida cotidiana que prioriza la cultura del «tener» en vez del «ser». El hostigamiento entre pares es fuente de estrés para quienes lo padecen y asimismo para quienes lo promueven, y genera un intenso sufrimiento."

El sondeo revela que tanto el estrés como la falta de energía son trastornos más frecuentes cuanto mayor sea el nivel socioeconómico. La depresión, por su parte, afecta en mayor medida a los niveles extremos -alto y bajo- y "perdona" a la clase media.

"Todos los adolescentes y jóvenes en mayor o menor medida experimentan estrés que genera dolencias y se expresa a través de molestias en el cuerpo y emocionales -dice Melamed-. ¿Qué hacemos? ¿Podemos erradicarlo de nuestras vidas? Es poco probable. Por eso, hay que discutir acerca de los mecanismos que nos protegen de él, entre los que se encuentran factores personales, el entorno, los vínculos familiares y sociales. Un acompañamiento adecuado de los adultos, si bien no evitará el estrés, puede producir un cambio significativo en las vidas y proyectos de los jóvenes."

Depresión y trabajo

El estudio, que se realizó también en otros cuatro países de América latina (México, Guatemala, Chile y Brasil), encontró un patrón común en todos los estados anímicos estudiados: las mujeres son más vulnerables que los hombres.

Casi la mitad de ellas afirma haber padecido de estrés (50%) y desgano (52%) en los últimos 12 meses (en comparación con un 41% y 36% entre los hombres). La brecha aumenta cuando se trata de la depresión: un 27% de las mujeres declararon sufrirla, una proporción que prácticamente duplica a la de los hombres (15%).

El trabajo también encuentra diferencias interesantes por género en la relación entre el estrés y el trabajo. Los hombres que trabajan (41%) declaran padecer estrés en similar medida que los que no trabajan (42%). Sin embargo, entre las mujeres la ocupación sí aparece asociada con el estrés: crece del 48% (entre las que no trabajan) al 53% (entre las que trabajan).

Las diferencias entre los países involucrados son notables. Los mexicanos y los guatemaltecos llevan la delantera con un 24% y un 22% de la población estresada y desanimada; en cuanto a los tranquilizantes, Guatemala y Chile mostraron porcentajes superiores de consumo de esta medicación que el resto de los países: 32% y 22%, respectivamente.

Link: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=955670&origen=premium

lunes

El poder hipnótico del chocolate

Un estudio reveló que el hecho de no pensar en comerlo sólo intensifica las ganas de disfrutar de ese manjar. Cómo hacer para luchar contra la tentación

Fuente: INFOBAE.com

"El hecho de evitar el chocolate es completamente contraproducente", aseguró el psicólogo James Erskine, de la universidad de Hertfordshire.

Los especialistas comprendieron los motivos por los cuales las mujeres a dieta suelen subir y bajar de peso constantemente. El hecho de no estar correctamente mentalizadas las lleva a romper con el esfuerzo antes de tiempo.

Según un estudio, aquellas personas que se esfuerzan por no pensar en el chocolate, terminan comiéndolo en un 50% más que las que poseen una actitud más libre en cuanto a la comida.

La abstinencia y la constante recordación de que no se puede pensar en esta tentación, sólo lleva a incrementar las ganas de comerlo, informó el diario Daily Mail.

"Pensar en el chocolate no es peligroso, pero intentar no tenerlo en mente sí lo es", aseguró Erskine.

Este fenómeno es conocido como comportamiento de rebote y puede llevar a buscar otros métodos para calmar la ansiedad como la comida chatarra o el cigarrillo.

Link: http://www.infobae.com/contenidos/344760-100439-0-El-poder-hipn%C3%B3tico-del-chocolate

domingo

Dalai Lama habla sobre meditación y depresión

Por DORIE TURNER
The Associated Press

Fuente: OregonLive.com

ATLANTA (AP) — El Dalai Lama y algunos de los principales expertos estadounidenses en depresión se reunieron el sábado para conversar sobre cómo algunas prácticas budistas pueden tener un efecto positivo sobre quienes padecen esa enfermedad.

La meditación budista puede desempeñar una parte importante en el tratamiento de pacientes con depresión, indicaron los investigadores. Cada caso es único, y con frecuencia las terapias no tradicionales como el entrenamiento para meditar son útiles si se usan en conjunto con otros tratamientos, señalaron.

"Con otras enfermedades, podemos medir las cosas y pronosticar qué tipo de tratamiento deberíamos usar", dijo el doctor Charles Nemeroff, director del departamento de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Escuela de Medicina Emory. "Pero en el estado de depresión severa, podría ser terapia de comportamiento cognoscitivo, medicina o el prestar más atención a las cosas".

El exiliado líder espiritual tibetano elogió un estudio que realizan el doctor Chuck Raison y Geshe Lobsang Negi, investigadores de la Universidad Emory, sobre cómo la meditación sobre compasión afecta la salud mental de los estudiantes. Dijo que los resultados del estudio tendrán amplias aplicaciones para prevenir la depresión.

"Yo pienso que en nuestra vida es muy importante tener compasión", dijo el Dalai Lama.

La conferencia de un día es parte de un fin de semana de eventos en Emory con el Dalai Lama, que ha aceptado una cátedra distinguida en esa universidad privada.

El viernes, el líder religioso recibió un currículum de ciencia preparado por la facultad de Emory y traducido al tibetano. La facultad de Emory planea enseñar ese currículum a partir de enero a miles de monjes tibetanos que viven en la India, parte de un programa solicitado por el Dalai Lama para mejorar la educación monástica.

El Dalai Lama escapó de la región himalaya en 1959 en medio de una fallida sublevación contra el dominio chino. Las autoridades de Beijing criticaron a Estados Unidos luego que el Congreso le confiriese su más alto honor civil en una ceremonia el miércoles.

Link: http://www.oregonlive.com/noticias/nacional/index.ssf?/base/spanish-131/1192919079234800.xml&storylist=nacional

sábado

Una terapia previene las ideas suicidas

Es la cognitivo-conductual; además de eliminar esos pensamientos permite acelerar la curación

Fuente: LANACION.com

Una cura para la depresión llamada terapia cognitivo-conductual terminaría con el riesgo de pensamientos y conductas suicidas, según el mayor estudio realizado hasta ahora sobre el tratamiento de la depresión en la adolescencia.

El estudio, en el que un grupo de investigadores estadounidenses siguió durante un año a más de 600 adolescentes tratados por depresión crónica, demostró que cuatro de cada cinco se habían recuperado por completo o casi completamente cuando recibieron durante nueve meses antidepresivos, psicoterapia o una combinación de ambos tratamientos.

Los pacientes que tomaron antidepresivos mostraron signos significativos de mejoría seis semanas antes que los que sólo habían recibido psicoterapia, pero tuvieron el doble de posibilidades de tener sentimientos suicidas repentinos. La combinación de ambas terapias, según los autores, aceleró la recuperación y los protegió de impulsos suicidas repentinos.

Un debate de años

Durante años, los expertos debatieron sobre los riesgos en los niños y los adolescentes que toman antidepresivos como el Prozac y el Paxil.

En 2004, las agencias reguladoras de medicamentos solicitaron que todos los prospectos de los antidepresivos llevasen advertencias lo suficientemente destacadas como para advertir que los fármacos podían provocar pensamientos y conductas suicidas en los pacientes jóvenes. Esa relación, que muchos psiquiatras consideran desproporcionada, asustó a los padres de muchos pacientes que podían haberse beneficiado con el tratamiento con esas drogas.

En el nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Duke (EE.UU.), los antidepresivos disminuyeron en los participantes el peligro de pensamientos y acciones suicidas, pero lo hicieron de manera significativamente menor que la psicoterapia.

"Lo que muestra este estudio en forma convincente y por primera vez es que hay muy buenas opciones para un niño que, se cree, está en peligro de tener un pensamiento suicida", afirmó Kevin Stark, psicólogo de la Universidad de Texas, que no participó en la investigación.

"Con el tiempo -agregó-, las terapias psicosociales funcionan por sí mismas. Pero también ayudan a prevenir la reincidencia y esto muestra que pueden ayudar a que los tratamientos farmacológicos sean más seguros."

Deprimidos

En 1999, los investigadores reclutaron a 654 jóvenes de entre 12 a 17 años con depresión moderada a grave durante un año o más.

Al azar, se les asignó el tratamiento con Prozac, sesiones de terapia cognitivo-conductual de una hora semanal; pastillas con placebo, o una combinación de Prozac y psicoterapia.

Luego de 12 semanas, alrededor de tres de cada cuatro de los pacientes que habían recibido psicoterapia y medicación estaban "mucho mejor" o "muchísimo mejor" que el resto, mientras que dos tercios de los que sólo tomaron el antidepresivo estaban "más o menos igual". La psicoterapia sola no dio mejor resultado que el placebo.

A los cuatro meses, alrededor de dos tercios de los que recibieron cualquiera de los tratamientos habían mejorado mucho, una respuesta significativamente mejor que la habitual al placebo.

A los nueve meses, 8 de cada 10 adolescentes habían terminado con su depresión, por completo o casi completamente, sin importar el tratamiento utilizado.

La psicoterapia fue una alternativa más segura. Casi el 15% de los pacientes que tomaron Prozac informaron lo que se describe como "situaciones suicidas", en su mayoría conversaciones y pensamientos tan alarmantes que los médicos llamaban a los pacientes para mantener contacto y hasta alteraron las dosis.

Las tasas de ese tipo de situaciones en el grupo tratado con terapia cognitivo-conductual fue del 6 por ciento. Los resultados de la terapia combinada fueron aproximadamente los mismos.

"El mensaje es que la medicación acelera la recuperación, que la terapia cognitiva protege contra las malas reacciones, pero que la combinación de ambas es la mejor opción", aseguró el autor principal del estudio, doctor John March, jefe del Servicio de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Centro Médico de la Universidad de Duke.

La psicoterapia promovió cambios en la conducta, como lograr que los pacientes abandonaran la cama e hicieran algo placentero, como jugar al básquet o ir a una fiesta. También se les proporcionó terapia cognitiva, en la que se enseña a los pacientes a rechazar suposiciones negativas como "Soy un perdedor" o "Nunca voy a conseguir novia".

Los expertos aseguran que no es fácil encontrar profesionales de la salud especializados en esta terapia fuera de las grandes ciudades. Las técnicas utilizadas han tenido gran difusión en manuales y libros, y el doctor March opinó que todo buen terapeuta podría introducir esas técnicas en un plan de tratamiento.

"La estrategia -dijo- es ser un consumidor inteligente y elegir a un terapeuta hábil que quiera trabajar con uno utilizando esos métodos."

Traducción: María Elena Rey

Por Benedict Carey
De The New York Times

Link: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=954904&origen=premium

viernes

Estudian si la homosexualidad está en los genes

Cerca de mil hombres gay cuyos hermanos también lo son fueron analizados por un grupo de científicos norteamericanos. Buscan determinar la influencia que puede tener el ADN en la elección sexual

Fuente: INFOBAE.com

Los investigadores pertenecen al Instituto de Investigación Northwestern Evanston de Chicago, en los Estados Unidos.

Los participantes de esa experiencia científica, según lo señalado por el diario español El Mundo, fueron captados a través de la publicación de un aviso en el que se buscaban hombres homosexuales con hermanos gays en revistas y festivales de esa comunidad en los Estados Unidos, Irlanda, Reino Unido, Canadá y Australia.

Los hombres que accedieron a la prueba donaron muestras de sangre o saliva para que los investigadores puedan analizar su ADN y, por lo tanto, sus genes.

Además, completaron un cuestionario con preguntas sobre sus preferencias y comportamientos sexuales, su infancia y la orientación sexual de otros miembros de su familia.

Alan Sanders, director de este estudio, que lleva el nombre de "Estudio Genético Molecular de la Orientación Sexual", indicó que "la finalidad es comprender mejor el desarrollo de la sexualidad y saber por qué unos hombres están atraídos por personas de su mismo sexo y otros no".

Sander dijo que "el primer objetivo es científico, pero esperamos que los resultados sean útiles para la comprensión de la sociedad en general".

Los primeros datos sobre este trabajo, que comenzó en 2003, se esperan para el próximo año.

Sanders aclaró en el diario International Herald Tribune que no cree que exista un gen de la homosexualidad, pero estimó que "lo más probable es que intervengan varios genes que a su vez interactúan con otros factores no genéticos, como influencias sociales y ambientales".

El científico insistió en que "todo ello es lo que determina la orientación sexual" y acotó que aunque la investigación no llegue a ninguna evidencia, "esto no significa que el material genético no juegue un papel, sino que su impacto en la configuración de la sexualidad es pequeño".

Fuente: Télam

Link: http://www.infobae.com/contenidos/344182-100884-0-Estudian-si-la-homosexualidad-est%C3%A1-los-genes

miércoles

Cómo manejar el estrés en el lugar de trabajo

Horarios poco flexibles, exceso de actividades y cansancio acumulado ya comienzan a pesar a esta altura del año. Infobae.com le presenta algunos consejos para que los nervios no ganen la partida

Fuente: INFOBAE.com

¿Quién no ha sentido, en algún momento, ganas de lanzar algo contra la pared, o de gritar bien fuerte, ante ciertas situaciones que se suscitan en el lugar de trabajo? Tranquilo: no es necesario destruir las instalaciones de la empresa ni dar pie para un despido.

En el sitio web EmprendedoresNews.com, Daniela de León, directora de Dale Carnegie, da una serie de tips para que los nervios no nos ganen de mano.

1- Mantenga un estilo de vida saludable
Una de las formas de que el estrés no se nos acerque es utilizando como escudo una buena salud. Está certificado que una dieta nutritiva, mucho descanso y el ejercicio regular, aunque sea a nivel moderado, ayuda a mejorar el estado físico y despejar la mente.

2- Tome descansos
Si se da cuenta de que su día viene muy complicado, es conveniente relajar la tensión con mini-descansos no programados. Entre ellos están las caminatas –respirando profundamente- y las charlas con amigos. También es importante respetar el tiempo libre regular, como los fines de semana y las vacaciones.

3- Inscríbase en un seminario sobre el manejo del tiempo
Los factores que generan estrés en la vida pueden aprender a controlarse. Para ello, este tipo de actividades enseñan a manejar el calendario y los horarios.

Algunos de los consejos que brindan son: mantenerse ocupado, no ofuscarse por trivialidades, utilizar la ley de los promedios para disipar las preocupaciones, cooperar con lo inevitable, decidir cuánto vale la ansiedad y no darle más importancia que esa, y no preocuparse por el pasado.

4- No trate de ser perfecto
El perfeccionismo es una de las principales causas de la demora en el trabajo. Si bien no se puede establecer cuándo uno está siendo demasiado detallista, es importante tratar de no plantearse metas razonablemente difíciles de alcanzar.

Por lo general, los perfeccionistas sienten que nada de lo que hacen es lo suficientemente bueno, y por eso proponen estándares difíciles de alcanzar tanto para él como para su equipo de trabajo. La especialista recomienda a los gerentes y administradores examinar su comportamiento y suprimir el exceso de actividades, no aquellas que se relacionen con el trabajo en sí sino las que intentan eludir la crítica, el fracaso o el rechazo. Así logrará bajar la angustia y mejorar el rendimiento de los empleados.

5- Aprenda a decir "no"
Siempre es bueno reconocer sus tiempos y los límites de estrés que está preparado para asumir, y no comprometerse con demasiadas tareas. Debe decidir qué es lo más importante para su vida, y después priorizar sus actividades. De León explica que cuando un superior lo hace sentir culpable porque usted no puede hacer lo que le pide, sería bueno pedir una reunión para charlar sobre el tema. Ahora, si ésta no resuelve su situación, recomienda cambiar el ámbito laboral (de equipo de trabajo o de área de la empresa).

6- Aprenda a balancear su vida
Para manejar el estrés es necesario equilibrar los deberes y los placeres que, aclara de León, no son siempre "mutuamente excluyentes". Pasar tiempo con la familia y con los amigos, y practicar su hobby es beneficioso para calmar tensiones. También es positivo delegar tareas a compañeros de trabajo o familiares, reorganizar la agenda en forma periódica y aprovechar los beneficios que nos brindan los avances tecnológicos.

Link: http://www.infobae.com/contenidos/343924-100884-0-C%C3%B3mo-manejar-el-estr%C3%A9s-el-lugar-trabajo

martes

El tabaquismo causa más muertes que los accidentes

Es uno de los principales temas a debatir en el 35º Congreso Argentino de Medicina Respiratoria, donde participan más de 1.500 médicos extranjeros y nacionales.

Fuente: ElSigloWeb.com

“En España y Argentina se producen entre 40 mil y 50 mil muertes anuales sólo por el consumo de cigarrillo. Eso es mucho más que lo que generan enfermedades tales como el Sida, accidentes, homicidios y suicidios”.
Esa afirmación pertenece al médico español Javier Toledo Pallares, quien trabaja en la Dirección General de Salud Pública de Zaragoza (Aragón). El especialista de reconocida trayectoria participa en el 35º Congreso de Medicina Respiratoria, que se realiza en un hotel ubicado frente al parque 9 de Julio, desde el sábado pasado y que termina hoy. El encuentro, organizado por la Asociación de Medicina Respiratoria, ha reunido a más de 1.500 profesionales europeos, latinoamericanos y argentinos. El eje central del congreso está dirigido hacia el tabaquismo, pero también han despertado gran interés las afecciones que generan la polución ambiental. Se abordaron diversos temas como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la siempre prevalente tuberculosis, entre otras.

Propuesta innovadora

Una propuesta innovadora resultó la instalación de una carpa, donde se brindan charlas abiertas a la comunidad sobre el tabaquismo y cómo dejar de fumar.
También fue muy atinada una publicidad que se exhibió durante una conferencia de tabaquismo, donde se desnuda la crueldad publicitaria. En una ciudad de cualquier lugar del mundo, los cigarrillos caen como lluvia sobre los jóvenes. No tienen más que abrir la mano y tomar uno. “La propaganda manda cruel en el cartel”, dice el tango. Es cierto, así lo entienden los españoles, que se embarcaron en la campaña de restringir el cigarrillo en los lugares de trabajo y después prohibieron la propaganda en su país. Aquí tenemos la Ley Antitabáquica 7.575. Y ya sabemos, fue todo un éxito. Pero la lucha no acaba ahí. Van por más.
Para Toledo Pallares toda acción para frenar la epidemia debe estar sustentada por una política. “La adicción tiene tratamiento pero no nos olvidemos que es una enfermedad que no todos están de acuerdo en que se acabe. Hay un potente sector industrial que quiere que el mal siga y apuntan a las generaciones jóvenes. Evidentemente es un producto legal, en tanto la industria tabacalera genera puestos de trabajo, pero también lo generan las industrias de armas. Hay que poner coto a estas actividades”, dijo en una entrevista con EL SIGLO.

Link: http://www.elsigloweb.com/portal_ediciones/217/portal_notas/8594-el-tabaquismo-causa-ms-muertes-que-los-accidentes

Identifican el proteoma del Alzheimer

* Un equipo de investigadores ha desarrollado un análisis que diagnostica el Alzheimer
* El nivel de 18 proteínas predice, con un 90% de eficacia, quien padece la enfermedad

Fuente: elmundo.es

ÁNGELES LÓPEZ

MADRID.- Un estudio que publica 'Nature Medicine' acaba de mostrar lo que muchos investigadores andan buscando desde hace tiempo: un test para diagnosticar el Alzheimer. Se trata de una prueba que mide la concentración de 18 proteínas en sangre que es distinta en aquellas personas que tiene esta enfermedad e incluso en las que están en riesgo de desarrollarla.

"Creo que tiene un enorme potencial", ha declarado Lennart Mucke, director e investigador del Instituto Gladstone de Enfermedades Neurológicas en la Universidad de California (San Francisco, EEUU). "La mayoría de los investigadores en este campo están de acuerdo en que hay una necesidad urgente de mejorar las pruebas de laboratorio para la enfermedad de Alzheimer, y este estudio ha tratado esta necesidad admirablemente".

En la actualidad el diagnóstico de Alzheimer se hace descartando la presencia de otros trastornos, como el accidente cerebrovascular o un tumor, y evaluando los resultados de exámenes neuro-psicológicos. Sin embargo, la confirmación definitiva sólo se puede hacer mediante una biopsia del cerebro, una vez que el paciente ha fallecido.

Un equipo internacional de investigadores, principalmente de la Universidad de Stanford (EEUU), ha elaborado una prueba en la que, midiendo los niveles de 18 proteínas presentes en la sangre, permite diagnosticar la presencia de este trastorno con un 90% de eficacia.

"Al igual que los psiquiatras pueden concluir numerosas cosas al escuchar a sus pacientes, nosotros 'escuchando' diferentes proteínas podemos medir si algo está mal en las células", explica Tony Wyss-Coray, profesor asociado de neurología y autor del estudio. "No es que las células estén usando nuevas palabras cuando algo va mal. Es sólo que algunas palabras son mucho más fuertes y otras mucho más débiles; la charla tiene un tono diferente".

Como el cerebro controla muchas funciones en el organismo liberando proteínas, y debido a que el sistema inmune periférico y central y los mecanismos inmunológicos están implicados en la enfermedad de Alzheimer, los investigadores pensaron que la enfermedad podría causar cambios en las concentraciones de algunas proteínas en la sangre, generando así una 'huella' molecular.

"Este estudio me ha hecho darme cuenta de que deberíamos dejar atrás la imagen del cerebro como un órgano aislado del cuerpo", afirma Markus Britschgi, otro de los autores del estudio. "El cerebro es una parte del cuerpo y por lo tanto está conectado en una gran red".

Por este motivo, recogieron 259 muestras sanguíneas que se habían extraído de dos a seis años antes de personas con indicios de la enfermedad de Alzheimer y de otras que no tenían este trastorno. En primer lugar, se eligieron 120 proteínas involucradas en la comunicación celular para ver si alguna podría ofrecer alguna pista de la enfermedad. Tras realizar una serie de análisis, se descartaron muchas de ellas y se descubrió que tan solo 18 proteínas eran suficientes para identificar un patrón específico de Alzheimer.

El test se probó en las muestras de 92 personas algunas de las cuales presentaban síntomas de demencia y otras estaban sanas. El análisis proteico diagnosticó el 90% de los casos de Alzheimer.

Una esperanza para el futuro

Pero lo más sorprendente fue que la prueba también es capaz de predecir quién va a desarrollar el trastorno. Se contaba con sangre de 47 personas con deterioro cognitivo leve extraídas de dos a seis años antes de que algunas de ellas desarrollaran Alzheimer. El test se probó en esas muestras e identificó al 91% de los casos.

Contar con una prueba que indique que se va a desarrollar Alzheimer puede no ser muy útil en estos momentos, ya que no existe una cura para esta enfermedad. Sin embargo, Britschgi señala que sí hay algunos interesados. "Ya tenemos algunas personas que se nos han acercado preguntándonos si nos podían dar un vial con la sangre de sus abuelos para analizarlo". Pero tanto éste como el resto de investigadores aclaran que los resultados son todavía preliminares y que se requieren más estudios para confirmar la validez de la prueba.

Por su parte, el doctor Sam Gandy, profesor en la facultad de Medicina de la Universidad Mount Sinai en Nueva York y presidente del consejo médico y científico de la Asociación de Alzheimer, explica al diario The New York Times que "hay personas que quieren saber lo que les depara su futuro, para poder planificar sus bienes y vidas".

Por otro lado, Patrick Lynn el presidente de Satoris, la compañía que desarrollará esta prueba a la que han bautizado con el mismo nombre, indica que "esperamos que sirva tanto para acelerar el desarrollo de medicinas más eficaces y ayude a los médicos en el diagnóstico de pacientes".

Los autores esperan detectar nuevos marcadores biológicos que se correlacionen fuertemente con signos clínicos y patológicos de la enfermedad y que preceden a la aparición de síntomas clínicos. "Esta prueba sanguínea, si se replicara en grandes estudios, es el mayor descubrimiento que puede conducir a terapias más eficaces para retrasar la progresión de la enfermedad o mejorar los síntomas actuales, reduciendo los costes sanitarios", sentencia Todd Golde, médico y profesor del departamento de neurociencia de la Clínica Mayo (EEUU).

Link: http://elmundosalud.elmundo.es/elmundosalud/2007/10/16/biociencia/1192523341.html

lunes

Identifican circuitos cerebrales que controlan el apetito

Fuente: PRENSALATINA.com

Londres, 15 oct (PL) Un equipo de científicos británicos anunció que había identificado los circuitos cerebrales que controlan el apetito, lo que podría conducir al desarrollo de medicamentos contra la obesidad, difundió una revista especializada.

Expertos del University College y el King´s College de Londres demostraron que las hormonas responsables de regular el apetito, el péptidoe YY (PYY) genera un patrón de actividades en el cerebro mayor de la que se pensaba.

Esas actividades además de intervenir en las zonas que controlan al apetito, tienen también como objetivo las áreas cerebrales en que se producen los centros de satisfacción, escribieron los científicos en la revista Nature.

El péptido YY (PYY) se libera en el vientre cuando las personas ingieren alimentos, luego viaja en el torrente sanguíneo e indica al cerebro cuándo se consumen alimentos.

Actualmente los científicos prueban en animales y también en humanos un spray nasal con la hormona para confirmar si es capaz de controlar el apetito, al intervenir en zonas del cerebro como el hipotálamo y el cerebelo.

La hormona interviene en las regiones córtico límbicas, que dan las señales de satisfacción, dijeron los investigadores en la publicación.

No obstante, genera el mayor cambio en la corteza orbito frontal (COF), donde se produce la sensación general de placer.

Los científicos hallaron que mientras mayor es el cambio en las actividades de esa región, la persona ingerirá menos alimentos.

Link:
http://www.prensalatina.com.mx/Article.asp?ID=%7B19BFC477-568F-49B9-8919-363C7CF49FC5%7D&language=ES

domingo

La felicidad, ¿tiene cara de mujer?

Dos investigaciones recientes demuestran que ellas lo pasan peor que ellos. Entre otras cosas, porque deben dedicar más horas a las obligaciones. La brecha "aseguran" va en aumento

Fuente: LANACION.com

El año pasado, los investigadores sumaron un nuevo giro al llamado “informe sobre el uso del tiempo”. En lugar de preguntar a la gente simplemente lo que había hecho a lo largo de su día, como habían estado haciéndolo los encuestadores desde los años 60, también indagaron acerca de cómo se sentían durante cada actividad. ¿Eran felices? ¿Estaban interesados?, ¿estresados?

No fue sorprendente que los hombres y las mujeres a menudo dieran respuestas similares sobre lo que les gustaba hacer (salir con amigos) y lo que no les agradaba (pagar cuentas). Pero hubo también una cantidad de actividades que produjeron muy diversas reacciones por parte de uno y otro sexo, y una de ellas realmente se destaca: aparentemente, los hombres disfrutan estar con sus padres mientras que las mujeres encuentran que pasar un tiempo con ellos es algo menos agradable que lavar la ropa.

Alan Krueger, economista de Princeton que trabaja con cuatro psicólogos en la investigación, piensa que hay una explicación simple para tal diferencia. Para una mujer, el tiempo junto a sus padres a menudo se parece al trabajo, ya sea que tenga que ayudarlos con el pago de sus cuentas, ya sea para planear un encuentro familiar. “Para los hombres, en general, significa sentarse en un sofá a mirar un partido de fútbol con su papá”, afirma Krueger, quien, cuando no está acopiando datos, disfruta mirar a los New York Giants con su padre.

Este curioso aunque inquietante descubrimiento es parte de una historia más amplia: parece haber una brecha creciente entre la felicidad de los hombres y la de las mujeres.

Dos nuevos estudios que utilizan diferentes métodos llegaron a una misma conclusión. Betsey Stevenson y Justin Wolfers, economistas de la Universidad de Pensilvania (y además pareja), han observado los datos sobre la felicidad tradicional en los cuales a la gente simplemente se le preguntaba hasta dónde era feliz con la totalidad de su vida. A comienzos de los años 70, las mujeres manifestaron ser algo más felices que los hombres. Hoy, los dos grupos han cambiado su posición.

Krueger encontró, al analizar los estudios de las últimas cuatro décadas, patrones todavía más preocupantes. Desde la década del 60, los hombres paulatinamente fueron dejando las actividades que les resultaban desagradables: trabajan menos y descansan más.

En el mismo período, las mujeres han reemplazado el trabajo hogareño por otro rentado y, como resultado de eso, pasan casi la misma cantidad del tiempo haciendo cosas que no disfrutan, como en el pasado. Hace cuarenta años, una mujer habitualmente invertía alrededor de 23 horas por semana en una actividad que no disfrutaba, o 40 minutos más que un hombre común. Hoy, cuando los hombres trabajan menos, la brecha es de 90 minutos.

Estas tendencias recuerdan la idea de El segundo turno, nombre de un libro del sociólogo Arlie Hochschild, de 1989, que sostiene que la mujer moderna efectivamente tiene dos trabajos: el primer turno lo realiza en la oficina y el segundo en su hogar.

Pero los investigadores que han estudiado los datos de las encuestas afirman que a la teoría del segundo turno le falta un detalle importante. Las mujeres realmente no están trabajando más de lo que lo hacían hace 30 o 40 años. En cambio, hacen diferentes tipos de tareas. Pasan más tiempo en el trabajo rentado y menos limpiando y cocinando.

Lo que ha cambiado, y que parece ser la explicación más probable para las tendencias sobre felicidad, es que las mujeres tienen una lista mucho más larga de cosas para hacer que antes (incluyendo ayudar a sus padres cuando envejecen). Posiblemente no pueden hacerlo todo y muchas terminan sintiéndose impotentes.

Los datos de Krueger, por ejemplo, muestran que el promedio de tiempo dedicado a la limpieza ha caído significativamente en las últimas décadas. No ha habido ningún adelanto tecnológico relacionado con la limpieza, por lo que las casas probablemente estén más sucias de lo que acostumbraban. Imagino que la nueva falta de limpieza afecta la felicidad de las mujeres más que la de los hombres.

Una estudiante de la escuela comercial aportó una buena manera de sintetizar el problema. Los objetivos de vida de su madre eran, dijo la estudiante, tener un lindo jardín, una casa bien cuidada e hijos bien educados, a los que les fuera bien en la escuela. “Yo también quiero todo eso –comentó la joven, según recordó Stevenson–, pero también quiero tener una gran carrera y éxito en el amplio mundo.”

Esto habla de que también hay una brecha entre los chicos y chicas de la escuela secundaria. A medida que la vida en general se ha vuelto mejor durante la última generación –menos crimen, abuelos que viven más y mejores electrodomésticos–, los varones que asisten a los últimos años del secundario son más felices. Alrededor del 25 por ciento asegura que está muy satisfecho con su vida, mientras que en 1976 sólo lo estaba el 16 por ciento. Las chicas de los últimos años que dan esa respuesta son apenas el 22 por ciento, cifra que no cambió desde los años 70.

Cuando Stevenson y yo estuvimos hablando la semana pasada sobre una posible explicación, ella mencionó su teoría de la atracción física. Se basa en un artículo del mes de abril, aparecido en The New York Times, escrito por Sara Rimer sobre un grupo de adolescentes muy llamativas de Newton, Massachusetts. Ellas obtenían mejores calificaciones que los varones, practicaban deportes, ayudaban en el gobierno estudiantil y hacían servicios comunitarios. Sin embargo, una, que había aprobado el ingreso a la universidad con altas clasificaciones, destacó que ella y sus amigas todavía sentían la presión de ser “naturalmente atractivas”.

Stevenson, que tiene 36 años, dijo: “Cuando yo iba a la secundaria estaba claro que ser físicamente atractiva era lo más importante, y no es que lo sea menos hoy. Lo que pasa es que otras cosas se han convertido en más importantes. Y, francamente, la gente pasaba mucho tiempo tratando de parecer atractiva cuando yo iba a la escuela. Por eso no sé dónde encuentran ese tiempo hoy”.

Los dos nuevos estudios –el de Krueger será publicado en Brookings Papers y el de Stevenson-Wolfers todavía está en borrador– son parte de una explosión de investigaciones en torno del tema de la felicidad en los últimos años. No hay dudas de que esto tiene sus limitaciones. La felicidad, por supuesto, es muy subjetiva.

Una de las razones acerca de por qué las mujeres eran más felices tres décadas atrás, a pesar de la discriminación, probablemente sea que tenían menos ambiciones, afirma Stevenson. Muchas se comparaban sólo con otras mujeres, en lugar de hacerlo también con los hombres. Eso no significa que entonces estuvieran mejor.

Pero, en cambio, muestra hasta qué punto la revolución de los sexos ha sido incompleta. A pesar de que las mujeres inundaron el mercado laboral, la sociedad norteamericana no se enfrentó completamente con el cambio. Estados Unidos todavía no tiene escuela pre-escolar obligatoria y, en contraste con otros países industrializados, no está asegurada la licencia paga para los nuevos padres.

Pero la política de los gobiernos no es el único problema. En las familias, los hombres aún no han encontrado la forma de hacerse cargo de la parte que les corresponde en la responsabilidad del trabajo hogareño. En cambio, pasan más tiempo en el teléfono y frente al televisor.

Este fin de semana, pienso que puedo ofrecerme para hacer un poco de limpieza.

Por David Leonhardt (New York Times/ LA NACION)

Traducción: María Elena Rey

Aquí sí podemos hacerlo

Le he preguntado: “¿Eres feliz?”, a una mujer que, como tantas, lleva una vida problemática, entre el trabajo, los hijos, el marido, la casa, el perro. Me respondió: “Ahora sí, bastante, pero he sido muy infeliz; busqué ayuda en la psicoterapia y ahora estoy mejor”. Le he preguntado a un hombre que, como tantos, trabaja mucho, tiene una mujer que trabaja y es muy meticulosa, tiene justamente una hija también exigente, una familia complicada y, para colmo, es hincha del Inter. Me respondió: “Aquí, en Milán, todas las personas sensibles se drogan, incluso yo”, lo que en el tiempo libre ayuda, según él.

Más allá de las encuestas, hay dos paradigmas: la mujer exhausta que se atormenta, se culpa, se enoja y trata de encontrar el equilibrio buscando dentro de ella misma, y el varón estresado, que está mal, tiene disturbios psicosomáticos, se desahoga practicando o viendo deporte, con los amigos hace bromas, pero no cuenta nada, y quizá se relaja con sustancias peligrosas. Ambos corren peligro de ser infelices con remedios culturalmente distintos. Será trillado, pero todavía es así.

Las mujeres, muchas de ellas, admiten sufrimientos y tristezas; a veces (el masoquismo femenino no es un lugar común) se destruyen a sí mismas, a menudo se autoanalizan hasta la náusea. Los varones están mal (muchos, no todos), pero hablan menos de eso, y para ellos la vida es más simple. Son más simples sus “remedios”; según muchos, desde el adulterio hasta el fútbol. Lo ha escrito Henry Thoreau y lo citó un personaje de Amas de casa desesperadas: “La mayor parte de los hombres lleva una vida de sosegada desesperación”; sin embargo, no lo hacen saber. La mayor parte de las mujeres es menos reservada, al menos con las amigas y en las encuestas. Sin embargo, quizá sea un error desesperarse con ulterioridad. Según las investigaciones de EE.UU., las mujeres de antes eran más felices porque tenían menos ambiciones, menos objetivos que lograr.

¿Pero qué sabemos nosotras, neurasténicas de 2007, de la sosegada desesperación de muchas mujeres de antes, relegadas en su casa, dependientes de los varones, incapaces de imponerse si no fuese entre bastidores o a escondidas? Mejor no regodearse con las encuestas norteamericanas y, en cambio, recordar de los norteamericanos los mantras positivos: Be all you can be (Sean todo lo que puedan ser) y Count your blessings (Cuenta tus bendiciones). Nosotras, occidentales sufridas y fatigadas, tenemos más que cualquier otro grupo de mujeres en la historia humana. Intentamos disfrutar cada tanto, si lo logramos. Entonces, a nuestras hijas les irá bastante mejor. Sólo imaginarlo ya nos pone felices... ¡y cómo!

Por Maria Laura Rodota (Corriere Della Sera)

Link: http://www.lanacion.com.ar/951620

Volver de la locura

Si algo perjudica a los enfermos mentales es la mirada discriminatoria de los otros. Sin embargo, es posible salir del círculo que, una y otra vez, reafirma la enfermedad

Fuente: LANACION.com

En el imaginario social hay una fuerte tendencia a pensar que la enfermedad mental no se cura y que es para toda la vida. En la historia de la humanidad ha habido períodos en que la locura traía un mensaje de los dioses, otros en que se la asimilaba a los vicios capitales de la Iglesia, y en los pueblos primitivos los “locos” no eran discriminados como en la sociedad actual.

Lo que es evidente es que es muy difícil “volver” de la locura, y aparentemente no se sabe por qué. Porque una vez que la persona se “constituye” como “loco”, la misma sociedad no la deja volver fácilmente a ser considerada una persona normal.

Después de muchos años de trabajar en el campo de la salud mental y la psiquiatría, hemos descubierto que una de las cosas que hace más daño a los enfermos mentales es “sentirse mirados como enfermos”, y esto en particular por la misma familia porque significa, en profundidad, ser percibidos como “locos”, aun con las mejores intenciones de ayudarlos a que se curen.

Los tratamientos de los enfermos mentales graves tienen todos la característica de necesitar ser una especie de “operación rescate”. El psicoanálisis, por su propio método, le permitió al psicoanalista comprender lo que le pasa a un paciente grave, pero no le facilita a este último recorrer el camino de la curación.

Entre otras cosas porque, siendo un tratamiento individual, no contempla suficientemente que el paciente mental grave necesita que la familia participe positivamente en su recuperación. En particular, que pueda dejar de “mirarlo como loco” y pueda comenzar a ver su virtualidad sana. Porque lo que llamamos “el paciente mental grave” es una persona vulnerable y dependiente, que está siendo agravada cotidianamente por los mismos familiares, que “con la mejor intención” intentan ayudarlo de maneras que a él no le sirven, porque no pueden “adivinar” lo que él verdaderamente necesita.

Por estas consideraciones, la “operación rescate” se puede realizar mejor en el contexto de grupos grandes, que nosotros llamamos de Grupos de Psicoanálisis Multifamiliar. Es necesario respetar la locura del paciente; es decir, que cada uno pueda hablar todo lo que necesita para poder sentirse escuchado, de manera que ese sentirse escuchado comience a permitirle rescatar la vivencia de ser respetado y, entonces, de poder contar realmente con alguien, tal vez por primera vez en su vida.

Los enfermos mentales pueden necesitar medicación específica, que son los llamados psicofármacos, no para “curarlos”, sino para poder abordarlos terapéuticamente.

Se ha avanzado enormemente en el conocimiento del funcionamiento del sistema nervioso central, en su relación con la mente. Esto ha llevado a un constante avance en la generación de sustancias que calman la angustia, regulan los neurotransmisores, controlan la violencia, etc. Pero la única forma de alcanzar altos niveles de curación es el desarrollo de recursos psicológicos nuevos para poder afrontar los avatares de la vida en todos los aspectos.

En nuestra forma de trabajar apuntamos a que, a medida que el paciente va mejorando, se le vaya disminuyendo la medicación; en muchos casos, de manera total.

Desde las neurociencias se pretende haber demostrado últimamente que patologías tales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y otras tienen una base biológica y cierta predisposición genética. A pesar de estas “determinaciones”, nuestra experiencia clínica, a través de evidencias recogidas durante más de 40 años, nos demuestra que, si se dan las condiciones necesarias, el paciente mental grave recupera una calidad de vida, mejor todavía que la de antes de enfermarse, y herramientas para la vida, por ejemplo, para poder defenderse del poder patógeno que lo llevó a enfermarse a través de un sometimiento.

A los Grupos de Psicoanálisis Multifamiliar asisten hasta 100 pacientes: algunos con sus familias, algunos solos, algunos con patologías graves, otros no tan graves. La heterogeneidad del grupo es un aspecto enriquecedor necesario, en el sentido de que todos los seres humanos, tanto psicóticos como neuróticos, tenemos una virtualidad sana que de alguna manera no hemos desarrollado.

Por María Elisa Mitre

Link: http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/revista/nota.asp?nota_id=951546&origen=rss

sábado

"Los antidepresivos han derrotado a la psicoterapia"

Lo dijo el psiquiatra Nassir Ghaemi, profesor de psiquiatría y salud pública de la Universidad Emory, Estados Unidos

Fuente: LANACION.com

"El Prozac y las drogas antidepresivas han destronado a la psicoterapia de su lugar de poder. Hubo gente que no mejoró con años de psicoterapia y que mejoró con dos semanas de Prozac", disparó el doctor Nassir Ghaemi, profesor de psiquiatría y salud pública de la Universidad Emory, Estados Unidos.

De visita a la Argentina para participar de las XXV Jornadas Argentinas de Psiquiatría, que se realizaron en Buenos Aires, este sólido pero a la vez polémico investigador dio en la Universidad Favaloro la charla abierta "La vida en la época de Prozac", en la que discutió el impacto de los antidepresivos sobre la cultura y sobre la práctica médica.

En diálogo con LA NACION, el doctor Ghaemi se refirió a cómo esos fármacos a veces condicionan el tratamiento de las afecciones psiquiátricas, y a la necesidad de prevenirlas desde la salud pública.

"Los antidepresivos no sólo mejoraron la depresión, sino que mejoraron la cotidianidad de las personas en una forma más profunda -señaló Ghaemi-. De ahí que haya mucha presión social para usar pastillas para mejorar los problemas de la vida de la gente."

-¿Hay también un uso exagerado de estos medicamentos?

-Los antidepresivos se usan para muchos síntomas de depresión pero que no constituyen una enfermedad, y eso es un problema. A veces la gente piensa sintomáticamente. Dice: "Debemos dar antidepresivos cuando uno tiene síntomas de depresión, ansiolíticos cuando uno tiene ansiedad, hipnóticos cuando uno no puede dormir..." Eso es un error. Dar fármacos solamente por síntomas. Y es diferente de trabajar a partir de los criterios que definen una enfermedad.

-Siendo tan populares los antidepresivos, ¿los pacientes no terminan automedicándose al pedir a sus médicos que se los receten?

-Sí, así es, eso es lo que está pasando. Para mi el Prozac es un símbolo del impacto de la psicofarmacología en la cultura, que es tan grande como el que tuvo anteriormente el psicoanálisis. Estos fármacos afectan nuestra mente y pueden crear un hedonismo farmacológico, y eso no se ha discutido mucho entre los filósofos que quieren hablar mucho de psicoanálisis, pero no de cómo han cambiado los fármacos nuestras vidas.

-¿Cómo se resuelve este problema? ¿Por dónde se empieza?

-Lo necesario es hacer más científico el uso de los fármacos. Si hacemos eso, yo pienso que los vamos a usar mucho menos, pero con más eficacia.

Aguas con litio

Como experto en salud pública, uno de los temas que desvelan al doctor Ghaemi es no el tratamiento de los trastornos mentales, sino su prevención. Y en esta materia, este investigador nacido en Teherán tiene ideas cuanto menos polémicas.

"En la actualidad, tenemos cada vez más problemas de demencia que se relacionan con la mayor longevidad de la población, y al mismo tiempo hay estudios que sugieren que es posible que dosis muy bajas de litio prevengan la demencia.Y entonces la pregunta puede ser si, así como damos flúor para tener menos problemas dentales, quizá sea preciso dar un poco de litio en el agua para disminuir el riesgo de demencia de la población.

-¿Cómo puede el litio prevenir la demencia asociada a la edad?

-Hay estudios recientes en animales que han demostrado que el litio proteje las neuronas, que viven más con litio. Al mismo tiempo, hay nuevos estudios realizados en Europa que muestran que los pacientes tratados con litio tienen menos tasas de demencia que los pacientes sin tratar. Otros estudios muestran que el efecto neuroprotectivo del litio ocurre en dosis muy bajas, al menos en ratas. El problema con el litio es que las dosis necesarias para el tratamiento del trastorno bipolar tienen riesgo de toxicidad, si quien lo indica no es muy cuidadoso. Pero es posible que el efecto cognitivo se obtenga en dosis muy bajas que no tengan efectos secundarios.

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

Link: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=952711&origen=premium

jueves

Día Mundial de la Salud Mental

Fuente: Organización Mundial de la Salud

Fecha: 10 de octubre
Lugar: se celebra en todo el mundo

El Día Mundial de la Salud Mental permite sensibilizar al público acerca de los problemas de salud mental. El Día Mundial de la Salud Mental de este año se centrará en el suicidio como causa destacada de muchas muertes prematuras y prevenibles. El tema es "Sensibilizar y reducir los riesgos: la enfermedad mental y el suicidio", ya que el suicidio es a menudo el resultado de no haber diagnosticado y tratado una enfermedad mental grave.

El Día es una iniciativa de la Federación Mundial de Salud Mental, y este año está respaldado conjuntamente por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio en colaboración con otras ONG, con el copatrocinio de la OMS.

Link: http://www.who.int/mediacentre/events/2006/world_mental_health_day/es/index.html

miércoles

¿Necesita un psicólogo? ¡Vaya a la computadora!

Fuente: chron.com

LONDRES (AP) - Durante casi toda su vida, Mary le tuvo pánico a los espacios cerrados. El miedo le impedía viajar en avión, desplazarse en metro o incluso en un automóvil.

El psicólogo no le sirvió de mucho. Desesperada, intentó algo diferente. A sus 61 años, esta contadora se sentó frente a su computadora y se puso a jugar al "Fearfighter (Luchador contra el miedo)", una especie de juego psiquiátrico.

Mary, que no quiso dar su apellido por cuestión de privacidad, comenzó a soltar todos sus problemas al "Fearfighter".

El año pasado, "Fearfighter" fue uno de los dos programas recomendados por el gobierno británico para la gente con problemas de pánico, depresión leve o fobias.

La gente que no se sienta cómoda recibiendo recomendaciones de una computadora puede seguir viendo a terapeutas o psicólogos, pero el gobierno británico ya dispone de la logística para asistir a personas por medio de la computadora. Además, todo ello pago por el Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés).

Las personas registradas con el NHS deben esperar un promedio de seis meses para ver a un psiquitra; casi el 90% de la gente con depresión leve rara vez ve a un terapeuta.

Con los programas informáticos algunos pacientes tienen acceso a asesoría psiquiátrica con tan sólo una clave que le dé su médico de cabecera para acceder al programa.

"Seis meses puede ser mucho para un paciente", dijo el doctor Paul Grime, del Royal Free Hospital de Londres.

Desde que el gobierno le dio su visto bueno en febrero a los programas, muchos pacientes han dejado de circular por las consultas de los psiquiatras. Ahora se encuentran en sus casas, o en lugares con computadoras donde están instalados los programas, para su sesión personal.

Las computadoras no están programadas para dar recetas. Eso sólo lo puede hacer un médico.

El tratamiento informático es posible gracias al patrón común con el que se tratan algunas fobias, como el temor a las alturas o el miedo a las arañas.

"La idea es que las partes reiterativas de una terapia las ejecute una computadora que pueda tomar decisiones en base a ciertas respuestas", dijo el doctor Isaac Marks, profesor emérito del instituto de psiquiatría del King's College, en Londres, y uno de los programadores de "Fearfighter".

El tratamiento de fobias o depresiones leves a veces consiste simplemente en enseñarle a los pacientes a pensar o reaccionar de forma diferente. Eso lo puede hacer una computadora, dijo Marks.

Se calcula que en Gran Bretaña varios miles de personas ya han sido tratados con los programas.

Judy Leibowitz, una psicóloga clínica al frente de programas de salud mental en Londres, dijo que el anonimato de la terapia atrae a muchos pacientes.

"Hay muchas personas que no quieren abrir sus corazones a un terapista", dijo.

Empero, los psiquiatras no se deben preocupar de pasar al olvido.

"Todavía necesitamos a los terapeutas para ser creativos y ejecutar las funciones que no pueden hacer las computadoras, como expresar empatía y responder a las idiosincrasias de la historia de una persona", dijo Jesse Wright, un psiquiatra de la Universidad de Louisville, quien ha estudiado el uso de la terapia informática.

Problemas psiquiátricos serios como el trastorno bipolar, la tendencia al suicidio o la esquizofrenia son demasiado complejos para las computadoras.

El gobierno le dio luz verde a los programas cuando los expertos demostraron que éstos podían ser tan efectivos como una sesión cara a cara con psiquiatras.

"Queríamos estar seguros de que esto no era la segunda mejor opción", dijo el doctor Steven Pillings, de la University College of London, quien encabezó el comité de expertos que presentó las recomendaciones.

Las pruebas en Gran Bretaña, así como otras realizadas en otras partes del mundo, mostraron que los pacientes tratados por la computadora mejoraban al mismo ritmo que los que acudían al médico.

El uso de la computadora reduce los costos de tratamiento y podría servirle al gobierno para invertir fondos en otros tratamientos para otras enfermedades.

Los programas duran 10 semanas para sesiones de una hora, que incluye llamadas de los centros médicos para supervisar los progresos.

Para Mary, la terapia funcionó en apenas ocho semanas. Ahora puede volar o meterse en un metro sin miedo.

"Estoy anonadada de ver cómo pudo haber pasado tan rápido".

Link: http://www.chron.com/disp/story.mpl/sp/nws/5202851.html

lunes

Malos matrimonios pueden dañar el corazón, señala estudio

Un mal matrimonio puede ser causa de enfermedad

Fuente: elNuevoHerald.com

Por LINDSEY TANNER
The Associated Press

Las pugnas matrimoniales y otras relaciones personales negativas pueden elevar su riesgo de sufrir enfermedaes del corazón, dijo el lunes un grupo de investigadores.

Probablemente todo se deba al estrés, que como se sabe provoca muchos problemas de salud y puede ser generado por las malas relaciones, indicaron los científicos.

En un estudio efectuado entre 9.011 empleados públicos británicos, en su mayoría casados, los que tuvieron las peores relaciones cercanas mostraron una tendencia a sufrir infartos y otros problemas cardíacos un 34% superior a aquellos que gozaban de buenas relaciones en un período de seguimiento de 12 años. Eso incluía a parejas, familiares cercanos y amigos.

El estudio, publicado el lunes en los Archives of Internal Medicine, da seguimiento a información previa que ha relacionado los problemas cardíacos con estar soltero y tener pocas relaciones cercanas. En el estudio más reciente, los investigadores se enfocaron más en la calidad del matrimonio y otras relaciones importantes.

"Lo que podemos agregar aquí es: 'Está bien, el estar casado en general está bien, pero hay que tener cuidado con el tipo de persona con la que uno se ha casado', pues la calidad de la relación sí importa" señaló el autor principal del estudio, Roberto De Vogli, un investigador del University College de Londres.

De Vogli indicó que su equipo de investigación lleva a cabo pruebas para descubrir si las personas que participaron en el estudio con malas relaciones presentan algún indicio biológico de estrés que pudiera contribuir a las enfermedades cardíacas. Eso incluye el estudio de inflamación y niveles elevados de hormonas de estrés.

Otro estudio reciente también dio seguimiento a la calidad de las relaciones, pero arrojó resultados diferentes. No hubo relación entre los problemas matrimoniales en general y los riesgos de enfermedad cardíaca o de muerte temprana.

Sin embargo, descubrió tras un seguimiento de 10 años que las mujeres que callaron durante discusiones matrimoniales tuvieron un mayor riesgo de morir que las que expresaron sus sentimientos durante las peleas.

Lo que pareció afectar más a los hombres fue el simple hecho de estar casados, pues los hombres con una relación matrimonial eran menos propensos a morir durante el seguimiento que los solteros.

El estudio, realizado en casi 4.000 mujeres y hombres, fue publicado en julio en la revista digital de Psychosomatic Medicine.

Link: http://www.elnuevoherald.com/308/story/101265.html

La psicoterapia resulta a la larga más eficaz que los fármacos para tratar la fobia social

Las grabaciones en vídeo e Internet ayudan al paciente a enfrentarse al problema y superarlo

Fuente: ELPAIS.com por J. C. AMBROJO

La grabadora de vídeo se ha convertido en un instrumento muy útil para David M. Clark, jefe del departamento de Psicología en el Instituto de Psiquiatría de Londres y director del Centro para Trastornos de Ansiedad y Traumas del Maudsley Hospital. Este psicólogo utiliza habitualmente el vídeo con las personas que sufren fobia social, un trastorno que se caracteriza por que los afectados distorsionan el concepto que tienen de sí mismos cuando se relacionan con los demás. "Con las grabaciones, el paciente puede tener una imagen real de sí mismo cuando se desenvuelve en público", dice Clark.

El 80% de los pacientes tratados con terapia cognitiva supera definitivamente la fobia

Las personas con fobia social acostumbran a tener pensamientos negativos de sí mismos y a subestimarse al relacionarse con otros. Esta imagen negativa les lleva a sentir vergüenza y a creer que hacen el ridículo al hablar en público, en el trabajo o incluso al comer con otras personas. Al enfrentarse a su imagen en el vídeo, los afectados encuentran una herramienta útil y eficaz para superar la fobia, según Clark, que presentó sus trabajos en el V Congreso Mundial de Terapias Cognitivo-conductuales, celebrado recientemente en Barcelona y al que asistieron 3.500 especialistas de 70 países.

Con las grabaciones en vídeo, Clark pudo observar que mientras un paciente con fobia social habla con otra persona, consume casi toda su capacidad mental memorizando lo que va a decir. Su interlocutor puede percibir que no le está prestando atención y seguramente se mostrará menos amistoso. Con el tratamiento cognitivo de este psicólogo, el terapeuta ayuda al paciente a descubrir y gestionar este tipo de situaciones, a dejar de actuar de esa manera tan negativa para él.

Este tipo de tratamiento resulta muy efectivo, dice Clark, porque alrededor del 80% de los pacientes que lo reciben se curan y pueden superar definitivamente el trastorno. Los ensayos clínicos realizados por este especialista indican que la terapia cognitivo-conductual para la fobia social es más efectiva a la larga que el tratamiento farmacológico habitual con antidepresivos como el Prozac, o con otras técnicas psicológicas, como la psicoterapia de grupo.

Con la terapia cognitivo-conductual individualizada los afectados que superan su fobia social tienden a permanecer libres del trastorno, según Clark. "Esta terapia es uno de los grandes avances frente a la medicación, porque aunque ésta disminuya la ansiedad, cuando se deja de tomar el fármaco, a muchas personas le vuelve a aparecer el problema", afirma. En este sentido, el psicólogo británico considera que los sistemas públicos de salud ponen muchos recursos para tratar la esquizofrenia y la psicosis, pero muy pocos para atender problemas mentales más comunes en la población como son los trastornos de ansiedad. "Hay muchas personas actualmente discapacitadas por trastornos de ansiedad", asegura. En estos casos, sostiene: "los tratamientos psicológicos pueden ser más efectivos que los farmacológicos y permitirían volverles personas productivas. Estos beneficios económicos probablemente pagarían el coste de las terapias".

El grupo de Clark desarrolla ahora una versión del tratamiento de la fobia social a través de Internet: "Muchas personas con fobia social usan mucho Internet, y podrían enfrentarse virtualmente a situaciones sociales difíciles, por ejemplo mediante vídeos en los que aprendieran a hablar en público. También se podrían comunicar con el terapeuta por videoconferencia", añade.

En el congreso también se destacó el desarrollo de terapias de nuevo cuño, como la denominada "terapia centrada en los esquemas", que se aplica a pacientes con trastorno límite de personalidad, o como la "terapia de aceptación y compromiso", dirigida a tratar depresiones y trastornos de ansiedad y de la personalidad.

Las terapias cognitivo-conductuales están contrastadas científicamente. "Es la psicología basada en la evidencia", dice Xavier Pellicer, psicólogo y organizador del congreso. Las terapias cognitivo-conductuales pretenden prevenir, identificar y modificar comportamientos inadecuados en el sujeto en la mayoría de trastornos psicológicos, problemas de ansiedad y depresivos (las dos patologías más prevalentes), conductas adictivas o trastornos de la alimentación, tanto en población adulta como infantil. "Requiere una implicación importante por parte del paciente, que aprende habilidades y técnicas que va aplicando en su vida cotidiana", afirma Pellicer.

Link: http://www.elpais.com/articulo/salud/psicoterapia/resulta/larga/eficaz/farmacos/tratar/fobia/social/elpepusocsal/20070911elpepisal_2/Tes

No comerás

Es el más cruel de los trastornos de la alimentación. Un documento para entender cómo viven quienes padecen anorexia, el más enigmático de los trastornos de la alimentación

Fuente: LANACION.com

Mariana tiene 5 años. Por alguna razón, piensa que va a vomitar cualquier cosa que coma. La idea le da tanto terror que, directamente, se niega a ingerir bocado.

Sofía es profesional, tiene buen pasar y hace rato que superó los 40. Durante años tuvo recurrentes episodios de debilidad y frío corporal intenso. Pero recién ahora, cuando está al borde de la internación por deficiencias alimentarias, se le ocurre vincular aquellos síntomas con su modo de comer.

Mariana y Sofía están en los extremos generacionales de un cuadro que, en su mayoría, afecta a mujeres de entre 15 y 30 años. Suelen ser habitantes de los grandes centros urbanos, voluntariosas, autoexigentes, tan rodeadas de recursos como inmersas en un inenarrable malestar de época. Se les diagnostica anorexia, uno de los más enigmáticos y brutales trastornos de la alimentación (ver recuadro). El culto a la imagen y el aluvión de noticias que últimamente vinculó la anorexia con el mundo de las pasarelas puso a la moda en el banquillo de los acusados. Sin embargo, los trabajadores de la salud coinciden en que hay algo mucho más profundo en el origen de este síndrome. Algo capaz de arrasar con el cuerpo, la psiquis y el entramado afectivo de quienes lo padecen.

Casi ángeles

“Prefiero tener el alma llena que el estómago.” Frases como ésta son frecuentes en cualquiera de las páginas web, foros y blogs Pro Ana (pro anorexia) que proliferan por Internet. Suelen acompañarlas imágenes de esbeltas modelos, gimnastas o celebridades, como Angelina Jolie, actriz que en su adolescencia se habría tatuado en la ingle la frase “Todo lo que me nutre me destruye”. Consejos para bajar de peso, tablas de calorías y tips para que los allegados no descubran las rigurosas prácticas de ayuno a las que se someten (desde comprarse una mascota a la que darle la propia comida hasta alegar ser alérgica al chocolate o al azúcar) conviven con primorosos diseños e ilustraciones de hadas, princesas de cuento y mariposas. Fantasías etéreas, discursos de innegable fervor adolescente y sentencias de escalofriante severidad: “Creo en la perfección y lucho por obtenerla”, “No comerás sin sentirte culpable”, “La anorexia y la bulimia no son enfermedades; son estilos de vida”.

Un estudio realizado en España arrojó que el 68% de las usuarias de estos sitios son adolescentes de entre 14 y 17 años. Para el español Guillermo Cánovas, presidente de la asociación Protégeles, estas páginas distan mucho de ser inocuos juegos de teenagers. En 2004 denunció la existencia de un movimiento a favor de la anorexia en la Red y realizó acuerdos con las empresas de servicios de Internet para dar de baja esos sitios. La respuesta no se hizo esperar. “Dicen que varias páginas como la nuestra están siendo clausuradas –podía leerse en los foros–. ¿Cuándo nos dejarán en paz? ¿Por qué se meten con nosotros de esta forma? ¿No nos han educado precisamente ellos para que luchemos por lo que deseamos?”. Las jóvenes “Pro Ana” reaccionaban con la virulencia de quien está sufriendo una insólita persecución. En la Argentina, una de las páginas más célebres (censurada en su momento y luego derivada a un fotolog) fue la de Cielo Latini, la chica que se tatuó en la muñeca izquierda “47 kilos” (el peso al que indefectiblemente iba a llegar); se convirtió en adorado referente de las “Ana” vernáculas y volcó su experiencia en el libro Abzurdah, publicado el año pasado.

“Yo he tenido pacientes que me han dicho: No quiero tener el cuerpo que me imponen que tenga –explica la psicoanalista Catery Tato, integrante del grupo de atención a trastornos de la alimentación de Medicus–. Es impresionante, porque eso lo expresa alguien que tendría que pesar 20 kilos más. Para los otros, su cuerpo representa algo que tiene que ver con la enfermedad. Pero ella, en lo que sería su peso normal, se ve mal.” Allí reside el gran desafío que la anorexia plantea a los profesionales de la salud: ¿cómo curar a quien no quiere curarse? ¿Cómo obligar a comer a quien siente –literalmente– que la comida es un veneno?

Vivir del aire

Para el gran público, la alarma se activó entre mediados de 2006 y principios de 2007, con la muerte de dos modelos uruguayas. Aunque se dijo que las jóvenes no padecían anorexia, inevitablemente las sospechas recayeron sobre las restrictivas dietas seguidas en el mundo de la moda. Los sucesivos fallecimientos de una aspirante a modelo, de 14 años, y una modelo de 21 en Brasil sumaron inquietud. Mientras tanto, se vetaba la participación de modelos con “peso excesivamente bajo” en los desfiles realizados en Madrid y el gobierno español firmaba un inédito acuerdo con las grandes marcas de prêt-à-porter contra la “excesiva delgadez”. Los organizadores de desfiles en Milán se sumaron a la iniciativa de sus pares madrileños y en Nueva York la industria de la moda recomendó a los diseñadores promover actitudes más saludables entre las modelos.

Sin embargo, buena parte de las anoréxicas no son esclavas de lo fashion: “Al menos hasta ahora yo no he recibido ninguna paciente que me plantee algo así –comenta la licenciada Tato–. Es cierto que la moda, los medios, la imagen, no ayudan mucho. Pero no son determinantes. Hay otra cosa, un ejercicio de la voluntad, alguien que dice: Yo así voy a vivir. ¡Y lo hace! En condiciones tremendas, pero lo hace. Hay algo de grito primario en la actitud de estas personas. De grito sin sonido”.

Este año, la anorexia volvió a capturar la atención mediática cuando se supo que Alegra Versace, sobrina veinteañera del famoso diseñador, padecía este desorden. Poco tiempo antes, un atribulado Jacques Chirac confesaba que sus mayores desafíos políticos poco habían sido frente al verdadero drama de su vida: la anorexia sufrida desde hace 33 años por su hija Laurence.

¿Habría que suponer que estamos frente a una epidemia social? “Yo no hablaría de epidemia –señala la psicóloga Diana Guelar, del centro de tratamiento La Casita–. La anorexia la sostiene muy poca gente, en realidad. Hay chicas que no van a llegar a la situación extrema de dejar de comer. Pero sí hablaría de epidemia si considero la preocupación excesiva por el cuerpo y por el peso, la imposibilidad de dejar de pensar en eso.” Rosina Crispa, directora de esa institución, agrega: “En términos generales, es un trastorno que se da en las grandes capitales, en las zonas más desarrolladas del mundo industrializado. En la Argentina, por ejemplo, hay lugares donde ni saben de qué se trata, en contraposición con lo que ocurre en Buenos Aires, Córdoba o Mendoza”.

En el libro Comer todo o comer nada (Lumen), el licenciado Jorge Luis Colombo indica que nuestro país está en segundo lugar, después de Japón, en cuanto a la incidencia de anorexia nerviosa en su población. Asimismo, comenta que los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de los Estados Unidos aseguran que cerca del 1% del total de la población mundial está afectada. Quienes la padecen se niegan a mantener el peso corporal en un nivel normal mínimo (pueden llegar hasta el 85% por debajo de lo esperado), viven sumidas en el miedo a engordar pese a estar visiblemente delgadas, recurren a las más diversas prácticas para adelgazar aún más (uso de laxantes, diuréticos, vómito autoinducido) y tienen una relación conflictiva con su propia imagen. Como Alejandra, de 16 años, que dice: “Soy un zoológico: tengo un chancho en la mente, una lombriz en el estómago, un león en la boca y dos elefantes en las piernas”.

Aunque en los últimos años aumentaron los casos de hombres que sufren trastornos de la alimentación, la abrumadora mayoría de pacientes siguen siendo mujeres. En la Argentina, un 10% de los hombres consultan por este tema y un 2% sufre bulimia o anorexia.

Mal de época

“Hijas del nuevo mundo”, las llamó la escritora Laura Yasan en un poema escrito a fines de los 90. De ellas dijo que “sólo desean ser/ delgadas como un tallo/ livianas como el ala de una mariposa”. Y agregó: “anhelan despertar /con los dedos más largos cada día/ para hundirlos hasta el fin de sus amígdalas/ y vomitar sin voluntad/ lo que resta del siglo”.

Sin embargo, la psicoanalista Silvia Fendrik, autora de El país de Nuncacomer (Libros del Zorzal), las vincula con mujeres de épocas muy distantes, también embarcadas en una enigmática búsqueda de control sobre su cuerpo. “Encontramos que muchas de nuestras modernas anoréxicas ya estaban presentes en los ayunos místicos de las santas, en las cacerías de brujas, en las elegantes mesas burguesas de nuestros tatarabuelos, en la literatura romántica”, escribe Fendrik. Por medio del ayuno las santas llegaban a la iluminación mística. Las brujas eran quemadas en la hoguera, entre otras cosas, por ser capaces de vivir sin ingerir alimento. En el siglo XIX, la prensa norteamericana y la británica divulgan noticias sobre las fasting girls, muchachitas que se negaban a ingerir alimentos, pretendían tener poderes especiales y, en algunos casos, vivieron una efímera popularidad. Las heroínas románticas, por su parte, languidecían y soñaban con ser las “musas etéreas” por las que se desvivirían los poetas. En sus libros, Fendrik construye una suerte de arqueología de las ayunadoras partiendo de la hipótesis de que “muchos fenómenos nuevos no son sino el retorno, la actualización de un pasado cercano o remoto”. Destaca la fuerza de voluntad y la complicada relación que estas mujeres tienen con su sexualidad; la simbología contenida en su defensa de la pureza, la perfección, esa especie de misticismo laico que algunas profesan.

“Desde lo social se nos proponen ciertos modelos para ser ‘alguien’: poseer un buen auto, ropa de marca, tener un buen cuerpo –dice la psicoanalista Alicia Cibeira, integrante del equipo de Trastornos de la Alimentación en Pediatría del Hospital Italiano–. Además, estamos en una sociedad que nos ofrece no llegar nunca al límite: nunca envejecer, por ejemplo. Estos trastornos tienen que ver con la angustia en tanto síntoma social.” Efectivamente, en el discurso y en la acción de la anorexia está siempre presente la idea de desafiar y aun trasponer los límites que impone la función corporal. “En la adolescencia surgen un montón de factores que ya no se pueden manejar como antes –indica Diana Guelar–. Nuevo colegio, nuevo cuerpo, nueva sociabilidad. En muchos casos ocurre que, ante la sensación de falta de control en sus vidas, las chicas empiezan a controlar sus cuerpos. Es como si se dijeran: No puedo controlar lo de afuera, controlo esto”.

A la larga, ese esfuerzo trae complicaciones físicas: falta de minerales, amenorrea, deficiencia de la glándula tiroides, baja presión, descenso excesivo de la temperatura corporal. En algunos casos, el cuerpo, para producir calor, genera un vello muy suave (como el de los bebés), llamado lanugo.

Los tratamientos

Ante un panorama tan complejo, ¿qué hacer? “Interdisciplinariedad”, claman los profesionales consultados. “Son muchas las causas que confluyen para originar una anorexia: predisposición familiar, marco social, características individuales”, explica Guelar. Por eso, el vehículo más adecuado para tratarla es el trabajo en equipo: psicólogos o psicoanalistas, psiquiatras, especialistas en terapia familiar, nutricionistas, médicos clínicos. El trabajo conjunto apunta a lograr un equilibrio entre normativa y escucha. O sea: lo que dice la nutricionista se acata sin discutir. Y en el gabinete psicológico se habla, se protesta, se expresa todo lo que haya para decir. Es un trabajo arduo, delicado, que exige dedicación e infinita paciencia. Hay que verlas a las profesionales del equipo del Hospital Italiano. Cómo se consultan entre sí, cómo van de un consultorio a otro, café en mano, mientras se ponen al tanto del estado de cada uno de sus jóvenes pacientes. “Al trabajar en pediatría, tenemos el privilegio de recibir pacientes en las primeras etapas del trastorno”, señala Débora Setton, pediatra especializada en nutrición que dirige el equipo. La mayoría de las pacientes son chicas de entre 13 y 17 años, aunque también hay varones. Las primeras fases del tratamiento se orientan a restablecer la salud física. “No se puede esperar que aparezca el deseo de comer –explican–. Los chicos tienen que alimentarse para desarrollarse. Luego, con mucha serenidad y tiempo, se trabaja para que aparezca el deseo de comer.” Si el deterioro físico es preocupante, el equipo puede llegar a disponer una internación en clínica médica.

El concepto no es muy diferente del que manejan las directoras de La Casita. “Es muy importante que el pediatra detecte que hay un trastorno. Una anorexia a los 14 no es lo mismo que una anorexia a los 20”, señalan. También destacan la importancia de comenzar por ordenar el aspecto nutricional. “Hay aspectos fisiológicos que son irrebatibles”, explica Rosina, remontándose a una experiencia realizada en Minnesota en los años 40, donde se demostró que existe un vínculo entre la carencia de ciertos nutrientes y la manifestación de síntomas psíquicos típicos de la anorexia nerviosa: depresión, irritabilidad, cambios abruptos del humor. El tratamiento propuesto por Crespo y Guelar articula el trabajo de la especialista en nutrición con la terapia individual y grupal, los talleres expresivos (teatro, yoga) y el trabajo con los padres. Un esquema en el que es tan importante indagar en la difícil zona de los conflictos vinculares como insistir en los más básicos hechos del día a día. Por ejemplo, sentarse a la mesa para comer. Y disfrutarlo.

Por Diana Fernández Irusta

dfernandez@lanacion.com.ar

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