martes

Al cerebro, una ruptura amorosa le duele de verdad

Según un estudio, las neuronas experimentan dolor físico cuando la persona es rechazada.

Por RANDOLPH E. SCHMID, de la Agencia AP.
CLARIN.com

No será aquello de "corazón partido", pero las rupturas amorosas pueden ser más dolorosas de lo que imaginamos y generar dolor físico de verdad en el cerebro. Según un estudio, el dolor generado por un rechazo es más que simplemente una figura retórica. Las regiones del cerebro que responden al dolor físico se solapan con las que reaccionan al rechazo social y las neuronas duelen.

Según un nuevo estudio que analizó imágenes cerebrales de personas involucradas en rupturas amorosas, el dolor por el amor perdido no es una metáfora.

"Estos resultados dan un nuevo significado a la idea de que el rechazo duele", escribieron el profesor de psicología Ethan Kross de la Universidad de Michigan y sus colegas que participaron de la investigación que será divulgada en la edición del martes de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.

El coautor del trabajo, Edward Smith, de la Universidad de Columbia, explicó que la investigación muestra cómo acontecimientos psicológicos o sociales pueden afectar regiones del cerebro que los científicos pensaban que estaban dedicadas al dolor físico.

De cierta manera, "estamos diciendo que no se trata de una metáfora", aseguró Smith en una entrevista telefónica.

El estudio involucró a 40 voluntarios que pasaron por una separación amorosa no deseada en los seis meses previos y quienes afirmaron que pensar en la ruptura les hacía sentirse intensamente rechazados.

Los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética para estudiar los cerebros en cuatro situaciones: cuando veían una fotografía de la ex pareja y pensaban en la separación; cuando veían una fotografía de un amigo y pensaban en una experiencia positiva con esa persona; cuando un dispositivo colocado en su brazo producía un calor suave y reconfortante y cuando ese dispositivo se calentaba lo suficiente como para causar dolor, pero no daño físico.

Las dos situaciones negativas -pensar en la pérdida de una pareja y la quemadura- ocasionaron una respuesta en las partes solapadas del cerebro, es decir, dolor, según descubrieron en el estudio.

Investigaciones previas no habían podido mostrar una relación entre el dolor físico y el dolor emocional, pero en ellos se había utilizado un acontecimiento menos dramático, como simplemente que a uno le digan que no le cae bien a otra persona, aseguró Smith.

La gran diferencia con este estudio es que se trataba de personas que estaba pasando por un proceso doloroso, que de hecho habían sido rechazadas y aún se sentían mal por eso.

Otros trabajos han demostrado que el estrés emocional, como por ejemplo perder a una persona amada, puede afectar físicamente a la gente y Smith indicó que estudios como éste pueden ayudar a los investigadores a pensar formas de ayudar a las personas sensibles a la pérdida o al rechazo.

Enlace fuente: http://www.clarin.com/sociedad/cerebro-ruptura-amorosa-duele-verdad_0_452954909.html

domingo

Una terapia de pareja preventiva

Proponen realizarla periódicamente, del mismomodo que se efectúa un chequeo médico

Tara Parker-Pope
The New York Times

NUEVA YORK.- En la mayoría de los matrimonios, uno o ambos se resisten a la idea de asistir a terapia. Algunos no pueden pagarla o la encuentran inconveniente. Y muchos la consideran un último recurso, algo que sólo las parejas desesperadas necesitan. Sólo el 19% de las parejas casadas participa de terapias matrimoniales; un estudio reciente acerca de parejas divorciadas encontró que casi dos tercios de ellas nunca asistieron a terapia antes de dar por terminada su relación.
"Parece que somos todavía más resistentes a buscar ayuda para nuestras relaciones que para la depresión o la ansiedad -dijo Brian D. Doss, profesor de psicología de la Universidad de Miami, Estados Unidos-. Existe una fuerte resistencia a pensar que nuestras relaciones tienen problemas, el reconocer que puede que haya algo que no funciona es casi como admitir su fracaso."
Por supuesto, la terapia matrimonial no siempre funciona, tal vez debido a que en general se atrasa hasta que los problemas son demasiado extensos y profundos. Un estudio reciente de dos tipos de terapias diferentes mostró que sólo alrededor de la mitad de las parejas declaraba mejoras a largo plazo en sus matrimonios.
Por eso, los investigadores comenzaron a buscar formas, algunas de ellas a través de Internet, de acercarse a las parejas antes de que los matrimonios se descarrilen. Un estudio sigue a 217 parejas que se realizan un "control matrimonial anual" que, esencialmente, ofrece medidas preventivas, como un control físico o un examen médico.
"No esperas a que te duela algo para ir al dentista, sino que asistes a controles regularmente", dijo James V. Córdova, profesor asociado de psicología de la Universidad Clar, Estados Unidos.
Aunque todavía están analizando la información recogida, los primeros análisis muestran que las parejas que formaron parte de la experiencia sí mejoraron su calidad matrimonial. Al trabajar con los matrimonios antes de que sean infelices, los controles identifican conductas potencialmente "corrosivas" y ayudan a realizar pequeños cambios en la comunicación antes de que los problemas se descontrolen. Los más típicos incluyen la falta de tiempo y culpar a la pareja por el estrés de criar a los hijos.
"Al no asistir a terapia con sólo un problema que solucionar -dice Córdova-, las parejas terminan peleando aunque existan soluciones simples, pero que ellos no ven."

Terapeuta online


No es sorprendente que algunos terapeutas estén creando programas online de autoayuda para prevenir serios problemas de pareja. Los médicos Doss y Andrew Christensen, de la Universidad de California en Los Angeles, Estados Unidos, están reclutando parejas para analizar tales programas.
El estudio está financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano norteamericano, y va a tratar, a través de Internet, a 500 parejas. Se basa en la "terapia de aceptación", que se centra en entender mejor las fallas de nuestras parejas.
Ese método formó parte de uno de los estudios clínicos más grandes y extensos de la terapia de parejas. Durante más de un año, 134 matrimonios con graves problemas recibieron 26 sesiones de terapia, con controles cada 6 meses durante los siguientes 5 años.
La mitad de las parejas recibió terapias tradicionales, que se enfocaron en mejorar la comunicación y en cómo resolver sus problemas, mientras que las otras participaron además en terapias de aceptación. El estudio mostró que después de cinco años de tratamiento la mitad de los matrimonios en ambos grupos habían mejorado notablemente.

Enlace fuente: http://www.lanacion.com.ar/1360403-una-terapia-de-pareja-preventiva

miércoles

El fin del padre tradicional

* La situación económica tiene más importancia en el cambio que la educación
* Los hombres son ahora padres primerizos más tarde, sobre los 35 años

Silvia R. Taberné | Madrid
ELMUNDO.es

¿Recuerdan los humos que se gastaba Jeremy Irons contra su propia familia cuando daba vida al patriarca de los Trueba en 'La casa de los espíritus'? ¿A que no resulta tan desconocida la actitud de Antonio Alcántara (Imanol Arias) en 'Cuéntame' como aquel padre que es el último en enterarse de los problemas de sus hijos por su disposición a solucionar todo de forma autoritaria? Pues bien, este modelo se ha acabado. Los tiempos cambian y la concepción que tiene el hombre de la familia y de su lugar en ella, también.

Aunque, según los psicólogos, los varones siguen prefiriendo la estructura clásica de familia -compuesta por padre, madre e hijos- hoy por hoy ellos también ponen en cuestión otros elementos, como el número de hijos, la conciliación con la vida profesional y la edad para ser padre primerizo.

Así, al cambiar la escala de valores y no ver como base de la pareja la necesidad de ser padres, se planifica más la decisión de cuántos hijos y cuándo se quieren tener: si actualmente las mujeres son madres por primera vez a los 31 años de media, en el caso de los hombres las edades van parejas, convirtiéndose en padres primerizos entre los 30 a 35 años de media.

Así, cada vez se apuesta más por el hijo único, quedando relegadas al recuerdo las familias numerosas: "Esto se debe a varios factores entre los que destaca el económico, pues el hombre tampoco quiere tener muchos hijos que además, de que cuestan más mantenerlos, no pueda casi ni ver. Por otra parte es más fácil ocuparte de un hijo que de varios, deja más tiempo para uno mismo", afirma el psicólogo clínico experto en familias, Esteban Cañamares.

Una evolución por necesidad


Las diferencias estructurales no son las únicas. Desde los psicólogos a los propios afectados todos se ponen de acuerdo al señalar que la figura del padre tradicional, "más autoritario, distante y ausente ha evolucionado hacia el más cercano y comprensivo, casi en un intento de ser más un amigo para el hijo", señala Francisca López, directora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada.

Una situación que, según Cañamares, "es una tremenda equivocación". "Estos cambios en apenas unos años son un ejemplo de la ley del péndulo: veníamos de una sociedad autoritaria, del 'ordeno y mando' del padre, para pasar ahora al otro extremo... y no hay extremo bueno: un padre es un padre y no un amigo", señala. Una opinión que corrobora Francisca López: "Ser más cercano y estar más implicado son buenos estilos de funcionamiento, pero ahora muchos padres también repiten malas conductas porque se peca o por demasiada pasividad, dejando que los críos hagan lo que quieran, o en algunas ocasiones por exceso, controlando demasiado al hijo".

Y es que ser padre no es fácil. Raúl Rubio tiene 36 años y es padre de un chico de 11 años. "Creo que ahora somos más receptivos que lo que eran nuestros padres antes, quizá porque tenemos más información y menos tabúes, por lo que podemos hablar de cualquier cosa con ellos y eso también nos hace más cercanos", comenta.

Pero, ¿a qué se deben estos cambios? Los psicólogos priorizan otros factores antes que la educación. Entre ellos, la necesidad de adaptarse a una situación donde ambos progenitores trabajan y el hecho de que culturalmente se vea normal que el varón se responsabilice más en la casa y la educación. Para Cañamares, estos principios "cambian más a los hombres que el que hayan sido las madres las que haya inculcado unas ideas más igualitarias a los que ahora son padres".

"Desde la época de la transición se ha visto un progresivo cambio cultural y social para que el hombre cambie hacia una política más igualitaria en la que también se incluye la educación de los hijos", comenta Francisca López. "Hace apenas unas décadas, el hombre era el que sostenía a la familia trayendo dinero y comida a casa, pero ahora esto se reparte. La mujer también trabaja fuera y por tanto ya no puede hacer las tareas sola".

Eso sí, todavía quedan cosas por hacer... en ambos sentidos. "Si el hombre todavía tiene que consolidar su rol como un padre más comprometido, la mujer también tiene que abrir ese mundo tradicionalmente suyo. Un ejemplo, no vale con que el padre vaya a comprar, sino que ellas tienen que darle la oportunidad de que sean ellos los que elijan lo que quieren meter en la cesta, no que vayan como recaderos. Hay que hacer un esfuerzo para que todos se impliquen", explica Cañamares.

Enlace fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/03/18/neurociencia/1300449901.html

martes

El tai chi es efectivo contra la depresión

NUEVA YORK (The New York Times).- La antigua práctica china del tai chi parece aliviar los síntomas de depresión en personas mayores, según un nuevo estudio.

El hallazgo, publicado este mes en The American Journal of Geriatric Psychiatry , es el último que sugiere que el movimiento lento, la respiración y la meditación del tai chi resultan en beneficios notorios para pacientes con problemas cardíacos crónicos. Otros estudios recientes mostraron que practicar tai chi ofrece beneficios en casos de artritis y fibromialgia. Pero esta última investigación es importante porque la depresión es especialmente difícil de tratar en las personas mayores, muchas de las cuales ya están batallando con otros problemas de salud y responden menos al tratamiento farmacológico.

Investigadores de la Universidad de California en Los Angeles estudiaron a 112 adultos mayores con diagnóstico de depresión grave, incluyendo a muchos que habían estado luchando con la enfermedad durante años. Tenían un promedio de edad de 70 años. Todos recibieron primero fármacos, y 73 exhibieron mejoras parciales. El resto de los pacientes se retiraron del estudio, incluyendo a un solo paciente que se recuperó por completo después de la terapia farmacológica.

A los pacientes restantes se les asignó ya sea un curso de tai chi de diez semanas o una clase de educación para la salud, que incluía diez minutos de ejercicios de estiramiento. Ambos cursos se daban durante dos horas, una vez por semana.

Después de diez semanas de tai chi, el 94% de las personas deprimidas mostraron mejorías notables, comparadas con 77% de los que integraban el otro grupo. Y el 65% de las personas que integraban el grupo de tai chi mostraron una remisión de los síntomas, comparadas con el 51% de los del otro grupo.

Enlace fuente: http://www.lanacion.com.ar/1359322-el-tai-chi-es-efectivo-contra-la-depresion

Hallan forma de dirigir medicinas al cerebro

BBC Ciencia

Científicos británicos desarrollaron un método para hacer llegar medicamentos directamente al cerebro.

En un experimento con ratones, los investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, utilizaron los propios "vehículos de transporte" del organismo, los exosomas, para hacer llegar fármacos al cerebro.

Según los científicos, que publican su estudio en Nature Biotechnology, el avance podría ser vital para el desarrollo de tratamientos para enfermedades como Alzheimer, Parkinson y distrofia muscular.

Cruzando la barrera cerebral

Uno de los principales desafíos médicos en las enfermedades del cerebro es cómo lograr que cualquier tratamiento cruce la barrera hemotencefálica.

La función de esta barrera, ubicada entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central, es impedir el paso de sustancias tóxicas al cerebro, y al mismo tiempo permitir el paso de oxígeno y nutrientes.

Esto, sin embargo, ha ocasionado enormes problemas para la medicina porque los fármacos también pueden ser bloqueados por la barrera.

En la investigación, los científicos utilizaron unas vescículas, llamadas exosomas, para poder cruzar la barrera.

Los exosomas son la propia "flota" de pequeñísimos vehículos de transporte del organismo que se encargan de llevar materiales entre una célula y otra.

El equipo de Oxford cultivó exosomas de células dendríticas de ratones.

Las células dendríticas forman parte del sistema inmune y se encargan de producir naturalmente grandes cantidades de exosomas.

Los investigadores fusionaron los exosomas con proteínas tomadas del virus de rabia, que puede adherirse a los receptores de neuronas, para que pudieran llegar hasta el cerebro.

Y los inyectaron, junto con un código genético, de vuelta a los ratones.

Los resultados mostraron que la inyección logró desactivar un gen, llamado BACE1, que se cree está involucrado en el desarrollo de Alzheimer.

El estudio mostró una reducción de 60% en la actividad de este gen.

"Estos resultados son espectaculares y muy emocionantes" afirmó el doctor Matthew Wood, quien dirigió el estudio.

"Es la primera vez que se logra explotar este sistema natural para el transporte de medicamentos" agregó.

A la medida

Los investigadores creen que el método podría modificarse para tratar varias enfermedades en otras partes del organismo.

"Estamos trabajando en el envío de exosomas al músculo, pero podemos imaginar el envío a cualquier tejido. Y también puede ser más específico si se cambia el medicamento utilizado", afirma el doctor Wood.

Los científicos ahora planean probar el tratamiento en ratones con Alzheimer para ver si el trastorno presenta cambios.

Y esperan comenzar ensayos en pacientes humanos en los próximos cinco años.

Tal como expresa la doctora Susanne Sorensen, de la organización Alzheimer´s Society, "si este método demuestra que es seguro en humanos, en el futuro podríamos llegar a tener más medicamentos efectivos disponibles para pacientes con Alzheimer".

Por su parte, el doctor Simon Ridley, jefe de investigación de Alzheimer Research Uk, señala que "ésta es una investigación innovadora, pero todavía estamos en las etapas preliminares y falta mucho camino por recorrer antes de poder contar con un tratamiento para pacientes".

"El diseño de fármacos que logren cruzar la barrera hemotencefálica es un objetivo fundamental de la investigación que promete una mejora en la efectividad de los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer en el futuro", agrega el experto.

Enlace fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110321_medicinas_dirigidas_cerebro_men.shtml

domingo

Ser amable con uno mismo

La psicología rescata el valor de la autocompasión y sus beneficios para la salud

Tara Parker-Pope
The New York Times

NUEVA YORK.- ¿Te tratas tan bien como tratás a tus amigos y a tu familia? Esta pregunta es el punto de partida para una nueva área de la psicología en franco crecimiento llamada autocompasión: qué tan amables somos con nosotros mismos. Los que fácilmente apoyan y entienden a los demás, en general sacan muy bajos resultados en los tests de autocompasión, regañándose por fallas como el sobrepeso o la falta de actividad física.
Sin embargo, las últimas investigaciones sugieren que aceptar nuestras imperfecciones puede ser el primer paso para lograr una mejor salud. Las personas que tienen altos valores en esta clase de tests sufren menos la depresión y la ansiedad, además de ser más felices y optimistas. La información preliminar sugiere que la autocompasión puede incluso influir en cuánto comemos y ayudarnos a bajar de peso.
Estas ideas parecen ser contrarias a los consejos de muchos médicos y libros de autoayuda que sostienen que la fuerza de voluntad y la disciplina son las claves para una mejor salud. Pero Kristin Neff, pionera en este campo, dice que la autocompasión no se debe confundir con la autoindulgencia o con tener estándares bajos.
"En mis investigaciones encontré que la razón principal por la cual las personas eran poco autocompasivas era el miedo de volverse indulgentes consigo mismas -explica Neff, profesora asociada de desarrollo humano en la Universidad de Texas-. Creen que la autocrítica es la que las mantiene en línea. Nuestra cultura dice que ser duros con nosotros mismos es lo correcto."
Imagine su reacción frente a un niño con problemas en la escuela o que come demasiada comida chatarra. Muchos padres ofrecerían su apoyo, enseñándole o buscando comida más sana que él disfrute. Pero cuando los adultos se encuentran en una situación similar, trabajando demasiado o comiendo de más y ganando peso, muchos caen en un círculo de autocrítica y negatividad. Eso hace que se sientan incluso menos motivados a cambiar.
"La autocompasión realmente conduce a la motivación -dice Neff-. La razón por la cual no dejarías que tus hijos comieran cinco kilos de helado es porque los quieres. Con la autocompasión, si te quieres a ti mismo, tiendes a hacer lo que es saludable para ti más que lo que es dañino."
Neff desarrolló una escala de autocompasión: son 26 frases para determinar cuán seguido la gente es amable consigo misma y si reconocen que los vaivenes son simplemente parte de la vida. Para quienes sacan bajo puntaje en la escala, Neff propone una serie de ejercicios: escribir una carta de apoyo a uno mismo, como para un amigo que preocupara; hacer una lista con los mejores y peores rasgos, pensando en cuáles podrían ser los pasos por seguir para ayudar a sentirse mejor acerca de uno mismo.

Enlace fuente: http://www.lanacion.com.ar/1358603-ser-amable-con-uno-mismo?utm_source=newsletter&utm_medium=titulares&utm_campaign=NLCien

Sentimiento de culpa y estrés en las mujeres que trabajan desde casa

BBC Ciencia
Gracias a los avances en la tecnología ahora podemos trabajar en cualquier lugar a cualquier hora.

Pero, al parecer, este poder estar en constante comunicación tiene algunos impactos negativos sobre las mujeres, particularmente las madres que trabajan desde su casa.

Según una nueva investigación, las mujeres que llevan el trabajo a su casa o continúan "conectadas" con la oficina en el hogar, tienen un alto nivel de "tensión psicológica" causada por emociones negativas.

Pero estos efectos no se ven en los hombres, dice la investigación publicada en Journal of Health and Social Behaviour (Revista de Salud y Conducta Social),

Los investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, utilizaron datos de un sondeo nacional de trabajadores en Estados Unidos en el cual se les preguntó qué tan menudo recibían comunicaciones de su oficina fuera del lugar de trabajo.

Este tipo de comunicación incluía llamadas por teléfono, correos electrónicos y mensajes de texto relacionados a asuntos de trabajo.

Los resultados mostraron que las mujeres que tenían comunicación frecuente con supervisores, colegas o clientes informaron de un alto nivel de estrés.

Sin embargo, los hombres que estaban frecuentemente "conectados" con los asuntos de trabajo fuera de las horas laborales normales no se mostraban afectados.

Y esto, dicen los autores, a pesar de que las mujeres informaron tener un equilibrio tan bueno como el de los hombres entre su vida profesional y su vida familiar.

Más culpables

Aunque la tensión psicológica puede incluir una serie de emociones negativas, como frustración, ansiedad y otros estados de ánimo negativos, el estudió mostró que lo que sienten la mayoría de estas mujeres es culpabilidad.

"Los resultados -dicen los autores- muestran que muchas mujeres se sienten culpables cuando tienen que manejar asuntos de trabajo en su casa incluso cuando el contacto laboral no interfiere con su vida familiar".

Tal como explica el doctor Paul Glavin, quien dirigió el estudio, "inicialmente pensamos que las mujeres sentían más estrés por la frecuente comunicación laboral porque ésta interfería con sus responsabilidades familiares".

"Sin embargo, éste no era el caso. Encontramos que las mujeres eran capaces de compatibilizar su vida profesional y laboral tan bien como los hombres".

"Pero se sienten más culpables como resultado del frecuente contacto laboral. Esta culpabilidad es la base de su tensión psicológica", agrega.

Límites

Los investigadores no saben con precisión cuál es la causa de esta culpabilidad pero sugieren que quizás se debe a que tanto los hombres como las mujeres continúan teniendo diferentes expectativas en lo que se refiere a los límites que separan la vida laboral y la familiar.

Y esta diferencia de expectativas podría estar teniendo consecuencias emocionales muy distintas.

Además, como señala el profesor Scott Schieman, sociólogo de la Universidad de Toronto y otro de los autores del estudio, no se pueden dejar de lado las creencias culturales que, al parecer, siguen teniendo una fuerte influencia en los roles de la mujer y el hombre.

"A pesar de que las mujeres cada vez están desempeñando un papel más importante como proveedoras económicas en los hogares de doble ingreso de hoy en día, hay fuertes normas culturales que parecen seguir siendo la base de lo que creemos son las responsabilidades familiares", señala el experto.

"Estas fuerzas quizás están conduciendo a que algunas mujeres pongan en duda o evalúen de forma negativa el papel que desempeñan dentro de su familia cuando están tratando de solucionar asuntos laborales en casa".

"Es decir, aunque tanto los hombres como las mujeres se sienten enfadados por la inconveniencia de las llamadas del trabajo nocturnas o los correos electrónicos marcados como 'urgentes', este tipo de intrusión fuera de las horas de oficina parece estar afectando de forma desproporcionada a las mujeres" expresa el investigador.

Enlace fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110309_trabajadoras_culpa_men.shtml

Cuando acumular pone en riesgo la salud

Juntar objetos inservibles en enormes cantidades es un trastorno discapacitante, que interfiere con la calidad de vida del paciente

Sebastián A. Rios
LANACION.com

Todos, en mayor o en menor medida, juntamos cosas que no necesitamos. Acumulamos objetos de todo tipo, con los que hemos establecido algún vínculo afectivo. Pero para un grupo reducido de personas, acopiar puede volverse una obsesión incontrolable, que las encierra -literalmente- en un mundo de basura al que pocos pueden entrar y del que ellos a veces no pueden escapar.
"Todos tenemos cariño por ciertas cosas. Pero suelen ser objetos que tienen un significado emocional especial, y eso está reservado a un número limitado de elementos. En cambio, los acumuladores compulsivos tienden a darles un valor sentimental a cosas que el resto de las personas considera basura", comentó a La Nacion la doctora Gail Steketee, profesora de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Boston, Estados Unidos, en una conferencia telefónica.
"Es usual que muchos conservemos juguetes de nuestra infancia, pero elegimos cuáles guardar y cuáles descartar. Pero los pacientes que he visto guardan todo", señaló Steketee, una experta en hoarding, como se llama a este trastorno en inglés, para luego aportar un ejemplo: "Los acumuladores compulsivos guardarán la caja de un juego, aun cuando la caja esté vacía".
Diarios, revistas, folletos, juguetes y elementos de cocina rotos e inservibles, ropa vieja, envoltorios de comida... lo que sea, pero siempre amontonado en el más caótico de los desórdenes -ésta es otra característica de este trastorno-, eso es lo que podrá verse en la serie Acumuladores, que a partir del jueves 24 de marzo, a las 22, emitirá el canal Discovery Home & Health.
Librada a su natural evolución, la acumulación compulsiva puede amenazar la calidad de vida y la salud no sólo de quien padece el trastorno, sino de su entorno. De eso es de lo que se quejaron los vecinos de la vivienda ubicada en el número 1317 de la calle Hernandarias, en el porteño barrio de La Boca, cuyo dueño en dos ocasiones (la primera en 2005, la siguiente en 2010) fue intimado por el gobierno porteño a deshacerse de montañas de residuos de todo tipo, que eran un paraíso para ratas y otras alimañas.
"El impacto de este trastorno sobre su entorno es doble -comentó el doctor Pedro Horvat, médico psiquiatra y psicoanalista-. Por un lado el evidente deterioro de la calidad de vida que significa para una familia perder los espacios que quedan destinados a la acumulación. Pero hay algo más complejo aún, que es la trama de conductas que el acumulador se impone a sí mismo y a los demás en el cuidado y preservación de esos objetos."
Según Steketee, el impacto de este trastorno sobre la calidad de vida del paciente y su entorno "es similar al que se observa en trastornos mentales severos, como el desorden bipolar o la esquizofrenia". De ahí, la necesidad de abordar su tratamiento con la seriedad que merece.

Enlace fuente: http://www.lanacion.com.ar/1355165-cuando-acumular-pone-en-riesgo-la-salud

miércoles

¿Problemas con la obesidad? Duerma ocho horas

José Mª Ordovás | Madrid
ELMUNDO.es

Siguiendo con la serie sobre los 'siete pecados capitales de la obesidad', abordamos el importante papel que cumple el sueño.

Todos hemos crecido con el mensaje tradicional, pasado de una generación a otra, de que hay que dormir un mínimo de ocho horas al día. Las bases biológicas de que ese número de horas sea el idóneo para nuestro desarrollo y nuestra salud no habían sido demostradas científicamente. De hecho, todavía desconocemos las bases moleculares de por qué necesitamos dormir. Lo que sí que sabemos es que es una necesidad vital y una que cumplimos muy a gusto.

Sin embargo, y a pesar de ello, cada vez dormimos menos. De hecho, en una sociedad altamente competitiva, casi nos jactamos de ello, ya que da a entender que estamos tan ocupados que tenemos que sacrificar horas de sueño para cumplir los objetivos diarios.

Además, a menudo, leemos y escuchamos que, dentro del marco europeo, nuestro país -con un estilo de vida tradicional que incluye el trasnochar por afición y madrugar por obligación- duerme menos que nuestros vecinos. (Aunque esto es algo que se debe justificar con medidas objetivas y no solamente basadas en la percepción subjetiva de lo que dormimos).

En principio, hubiéramos pensado que los efectos de dormir menos se limitarían a sentirnos más cansados y malhumorados, pero para nuestra sorpresa, las investigaciones han ido demostrando que dormir poco, además de afectar a procesos neurológicos, aumenta el riesgo de padecer las enfermedades más comunes de nuestra sociedad, es decir, las cardiovasculares y el cáncer.

Todavía más sorprendente es el hallazgo paradójico de que el riesgo de obesidad, una de las mayores preocupaciones de nuestra sociedad, aumenta al disminuir el número de horas y la calidad de nuestro descanso nocturno.

Estas observaciones epidemiológicas, que inicialmente fueron tomadas con la debida cautela, han ido solidificándose con multitud de estudios recientes. Estos trabajos han ido demostrando uno tras otro que, independientemente de la raza y la localización geográfica, dormir poco y/o mal aumenta entre un 40% y un 50% el riesgo de sobrepeso y obesidad.

La siesta no sirve

Además, el riesgo parece independiente de las causas que provocan la reducción de las horas de sueño (trabajo, estudio, ocio, etc.), con el agravante de que dormir durante el día no parece compensar la disminución del descanso nocturno; lo cual parece echar por tierra nuestro mito de la siesta.

Un patrón preocupante que emerge también de los estudios llevados a cabo es que los efectos de la carencia de sueño sobre el riesgo de obesidad son más marcados en los niños, jóvenes, y adultos de mediana edad y que disminuye en los ancianos. Algo a tener en cuenta considerando las tendencias de obesidad infantil observadas en nuestro país.

Desde el punto de vista científico, es crucial el encontrar los mecanismos moleculares que explican la paradoja observada en los estudios epidemiológicos.

Con este fin se han llevado a cabo estudios de intervención en los que se ha disminuido en el laboratorio el número de horas de sueño de voluntarios. Estos han demostrado que los niveles de hormonas asociados con el apetito y la saciedad (por ejemplo la grelina y la leptina) están relacionadas con el número de horas dormidas, así como los niveles de factores de inflamación (e.g. Proteina C reactiva e interleuquina 6) y la resistencia a la insulina. Lo cual apoya no solamente las observaciones epidemiológicas entre el sueño y la obesidad, sino también la relación con respecto a la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Desde el punto de vista práctico, esto significa que a la hora de prevenir y tratar la obesidad no solamente debemos concentrarnos en lo más evidente, es decir, en la nutrición y la actividad física, sino que debemos empezar a incluir entre nuestros mensajes (tanto a nivel individual como a nivel social) la importancia del descanso nocturno.

De hecho, el éxito de las dietas para reducir peso queda mermado significativamente en aquéllos que no duermen el número de horas apropiado. Lo que nos lleva a la siguiente consideración: ¿Cuál es el número de horas que debemos dormir? Curiosamente, y como ha ocurrido tantas veces, el saber popular estaba en lo cierto, ya que el número de horas óptimo parece estar entre siete y ocho, con el riesgo de obesidad haciéndose especialmente manifiesto al bajar de seis horas.

Este conocimiento sugiere que en un futuro, cuando acudamos a un programa de pérdida de peso, la 'receta' será una dieta hipocalórica, un régimen de actividad física y una cura de sueño.

Sin embargo, es importante puntualizar que no hay que excederse ya que dormir demasiado (por encima de las 10 horas) supone el mismo riesgo de obesidad que el dormir menos de lo recomendado.

Por último, no olvidemos que nuestro objetivo principal es prevenir la enfermedad. Con esto en mente, nuestra lucha contra lo obesidad deberá incluir desde la niñez el concepto de dormir ocho horas diarias de manera regular, que es lo mismo que la tradición popular ha ido transmitiendo generación tras generación y cuya idoneidad hoy en día tiene finalmente una base científica demostrada.

Enlace fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/03/02/nutricion/1299075820.html