domingo

Estudian el vínculo entre lesiones cerebrales y la propensión a la violencia

BBC Mundo

Los jóvenes que sufren lesiones en el cerebro tienen más probabilidades de cometer crímenes y terminar en prisión, dicen científicos.

Detenido

La incidencia de lesiones cerebrales es más alta en detenidos que en la población general.
El estudio de la Universidad de Exeter, Inglaterra, afirma que esas heridas pueden conducir a que los cerebros experimenten "fallas" que afectan el juicio y la capacidad para controlar impulsos.
La investigación apoya un informe presentado recientemente en Reino Unido sobre el impacto de las lesiones en los cerebros que están en desarrollo y sus consecuencias sociales.
En el nuevo estudio, el profesor Huw Williams, del Centro de Investigación de Neuropsicología Clínica de la Universidad de Exeter, describe las lesiones cerebrales traumáticas como una "epidemia silenciosa".
Expresa que esto está ocurriendo más frecuentemente entre niños y jóvenes que se han caído o resultan heridos al practicar deportes, así como en aquéllos involucrados en peleas o accidentes de tráfico.
Las consecuencias pueden incluir pérdida de memoria. Y el estudio cita investigaciones internacionales que indican que el nivel de lesiones cerebrales entre los jóvenes delincuentes es mucho más alto que entre la población general.


Más escrutinio


Un estudio de 200 adultos prisioneros varones en el Reino Unido encontró que 60% habían informado haber sufrido una lesión en la cabeza, dice.
"Un cerebro joven, como es una obra en construcción, es propenso a 'tomar riesgos' y por lo tanto es más vulnerable a sufrir heridas en primer lugar, y a experimentar problemas sutiles o severos de atención, concentración y control del estado de ánimo y conducta "
Prof. Huw Williams
Los investigadores reconocen que puede haber factores de riesgo subyacentes en las lesiones cerebrales y en la conducta de delincuencia.
Pero agregan que una mejora en los tratamientos y la introducción de escrutinios entre los jóvenes delicuentes podrían ofrecer beneficios significativos en términos de reducir el crimen y ahorrar dinero público.
"Un cerebro joven, como es una obra en construcción, es propenso a 'tomar riesgos' y por lo tanto es más vulnerable a sufrir heridas en primer lugar, y a experimentar problemas sutiles o severos de atención, concentración y control del estado de ánimo y conducta" expresa el profesor Williams.
"Es raro que los profesionales de justicia criminal consideren una lesión cerebral cuando analizan las necesidades de rehabilitación de un delincuente".
"Se ha demostrado que una lesión cerebral es un trastorno que puede incrementar el riesgo de cometer un delito, y también es un claro marcador de otros factores que apuntan al riesgo de cometer delitos" agrega.
Otro informe reciente llevado a cabo por el Children's Commissioner de Inglaterra, un grupo oficial de asesores sobre asuntos infantiles, llegó a las mismas conclusiones.


Trastornos


El estudio revisó la evidencia publicada en las universidades de Exeter y Birmingham sobre las lesiones cerebrales y la violencia juvenil.
Encontró que un número grande de jóvenes detenidos en Inglaterra tienden a presentan un grado más alto de trastornos de neurodesarrollo y problemas vinculados a éstos que la población general.
Esto puede conducir a dificultades de comunicación y aprendizaje y a problemas emocionales y conductuales, señala.
"Aunque los niños que tienen trastornos de neurodesarrollo y/o que sufren lesiones cerebrales pueden conocer la diferencia entre el bien y el mal, quizás no entiendan las consecuencias de sus acciones ni los procesos a los que son sometidos en los tribunales o centros de detención"
Maggie Atkinson
Se dice que muchos jóvenes delincuentes tienen un nivel de lectura por debajo de la edad de responsabilidad criminal, que en Inglaterra y Gales es de 10 años.
Maggie Atkinson, la comisionada para asuntos infantiles de Inglaterra quien dirigió el informe, está pidiendo al gobierno, al poder judicial y a todos los involucrados en el sistema de justicia juvenil que identifiquen los trastornos de neurodesarrollo en los jóvenes más rápidamente.
"Nuestro fracaso para identificar trastornos de neurodesarrollo y poner en práctica medidas para que los jóvenes con estas lesiones no cometan delitos es una tragedia", dice.
"Esto afecta a las víctimas de sus crímenes, a los niños en sí mismos, a sus familias, a los servicios que intentan mejorar la vida de los delincuentes, a la sociedad en general".
"Aunque los niños que tienen trastornos de neurodesarrollo y/o que sufren lesiones cerebrales pueden conocer la diferencia entre el bien y el mal, quizás no entiendan las consecuencias de sus acciones ni los procesos a los que son sometidos en los tribunales o centros de detención".
"Y tampoco tienen forma de cambiar su conducta para evitar volver a cometer delitos" agrega la experta.

Enlace fuente:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121018_lesion_cabeza_violencia_men.shtml

sábado

Alexitimia

Cuando decir “te quiero” no es posible


Hay personas incapaces de expresar e identificar sus emociones. Es la alexitimia, una limitación provocada por un trastorno en el aprendizaje emocional o por una lesión cerebral.

 

EFE/Abir Sultan

A Luis le dejó su novia. La relación de pareja se había estancado tras unos meses porque ella no percibía que él le transmitiera sentimiento alguno.
La familia del joven le animó a acudir a la consulta del psicólogo al comprobar que no entendía las razones del abandono, aunque tampoco veían que hubiera un sufrimiento aparente.
“Los alexitímicos no saben poner etiquetas a eso que están sintiendo”, explica la psicóloga Julia Vidal, directora del centro de investigación Área Humana Psicología, quien ha tratado varios casos en su consulta.
“Suelen estar con su pareja porque toca, observan y siguen las normas, hacen lo mismo que el entorno. Sí llegan a sentir atracción y tienen relaciones sexuales, pero no expresan nada más. Cuando les abandonan lo único que alcanzan a decir es que creen que se sienten mal”, apunta la experta.
Estas personas no carecen de emociones, están ahí, pero tienen que desarrollarlas. La incapacidad de sacarlas fuera provoca que somaticen, que se refleje en su estado físico, lo que no pueden verbalizar, ni gestualizar.
El perfil del alexitímico responde a una persona distante, rígida, sin sentido del humor, introspectivo y aburrido, carente de imaginación.
Sin embargo, añade la psicóloga, “necesitan la aceptación social, son obedientes con sus superiores, se relacionan con sus compañeros, tienen un comportamiento social correcto pero no tendrán una conversación personal porque carecen de empatía, no saben identificar bien las emociones de los demás”.
También tienen dificultades para adoptar decisiones, ya que en ese proceso no sólo se emplea la razón, también la emoción juega un papel fundamental.
Existen grados dentro de la alexitimia y en su nivel más desarrollado puede formar parte del espectro de patologías del autismo, como el síndrome de asperger.


Lesión neurológica


Si la Psicología trata la alexitimia como un desorden del aprendizaje emocional, la Neurología la aborda cuando aparece una lesión en el cerebro provocada, habitualmente, por un tumor o por un íctus.
“Sentimos los afectos con una estructura que generalmente está en el lóbulo temporal derecho del cerebro y los expresamos a través del lóbulo frontal del hemisferio izquierdo. Si tenemos una lesión que interrumpa el circuito de conexión entre las dos estructuras se puede producir una imposibilidad para hablar de los sentimientos”, describe el doctor Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología.
Pero también es importante haber sido educados en describir determinados afectos ya que si no, es difícil expresarlos. “Generalmente la sensación de estar triste, alegre, con miedo…son más comunes, pero si buscamos la sensación de melancolía, opresión, persecución…necesitan educación para poder expresarlas”, apunta el neurólogo.


Tratamiento


El doctor Tejero afirma que si la alexitimia es fruto de una lesión provocada por un ictus, su tratamiento puede ayudar a que mejore, con apoyo también de fármacos del grupo de los antidepresivos.
En el caso de ser causada por un tumor, no se puede asegurar si al ser extirpado se puede mejorar el problema.
La psicóloga Julia Vidal considera que si la alexitimia no se trata puede degenerar en depresión, aislamiento social por falta de empatía y desarrollo de problemas psicosomáticos. En algunos casos, deriva en problemas de alcoholismo, drogas y trastornos alimentarios.
La Psicología trata esta incapacidad cuando es consecuencia del aprendizaje emocional y se suele emplear el test de Taylor, el Tas20, un cuestionario de 20 puntos para detectarla.
En el tratamiento, a los alexitímicos “se les enseña a identificar sus emociones y las de los demás, compartirlas”, precisa la doctora quien asegura que se termina aprendiendo y que serán capaces de repetir comportamientos que tengan consecuencias positivas.
El primer paso es que el afectado entienda qué es la alexitimia y que sea consciente, en su caso, del origen. Después, someterles a talleres de inteligencia emocional, entrenamiento en habilidades sociales y que valoren los logros que van alcanzando.
Y eso hizo Luis. Consiguió identificar sus emociones y ver las consecuencias positivas. Esto le ayudó a retomar su relación de pareja y ahora vive la experiencia de ser padre.

Enlace fuente: http://www.efesalud.com/noticias/cuando-decir-te-quiero-no-es-posible/