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Sexo y amistad, un dúo que aleja la pasión y el compromiso

Por primera vez un estudio abordó la dinámica de los "amigos con beneficios"

Fuente: LANACION.com

NUEVA YORK.- Para algunos puede parecer una relación ideal, menos estresante que un amorío, más perdurable que una relación de una sola noche. Uno puede incluso no preocuparse de nada y mirar la serie Friends , sintiéndose vagamente seguro.

Sin embargo, las relaciones en que amigos íntimos comienzan a tener sexo tienen sus propias dificultades, según el primer estudio que exploró la dinámica de tales parejas, a menudo llamadas de amigos con beneficios o FWB, según la sigla en inglés.

Esas relaciones tienden a tener poca pasión romántica, pero despiertan los mismos temores que tienen los amantes: a saber, que uno de ellos se sienta más atraído que el otro.

El estudio sugiere que, paradójicamente y quizá previsiblemente, estas amistades físicas a menudo obstruyen una de las arterias emocionales de la verdadera amistad: la apertura. Los amigos que alguna vez hablaban de cualquier cosa ahora tienen un tema tabú: la relación en sí misma.

El estudio, llevado a cabo entre estudiantes de la Universidad Estatal de Michigan, halló que la mayoría de los estudiantes universitarios informaron haber tenido al menos una de estas relaciones. A pesar de que indudablemente esto es cierto con muchas parejas a través de la historia, los amigos con beneficios se han convertido en un signo cultural de la experiencia universitaria o posuniversitaria actual.

"El estudio realmente agrega conocimiento a lo poco que se sabe sobre estas relaciones -dijo Paul Mongeau, profesor de comunicaciones en la Universidad Estatal de Arizona que no participó del estudio-. Una de las cosas más interesantes que hallé en él es la sensación de que la gente en estas relaciones teme desarrollar sentimientos por la otra persona porque podrían no ser correspondidos."

En el estudio que aparece en el último número de la revista Archives of Sexual Behavior , Melissa Bisson, ex estudiante de la Universidad Estatal de Michigan y Timothy Levine, profesor del departamento de comunicaciones, entrevistaron a 125 hombres y mujeres jóvenes y encontraron que el 60% dijo haber tenido por lo menos un amigo con beneficios.

Un décimo de estas relaciones continuó hasta convertirse en romances, descubrió el estudio. Alrededor de un tercio dejó de tener sexo y continuó como amigos y uno de cada cuatro finalmente rompió tanto la amistad como la relación sexual. El resto continuó sus relaciones como amigos con beneficios.

En el seguimiento del estudio, los investigadores dieron a 90 estudiantes que habían dicho haber tenido por lo menos una relación así, una batería de preguntas sobre la pasión, el compromiso y la comunicación.

Sin compromisos

"Encontramos que la gente entraba en estas relaciones porque no deseaba el compromiso -dijo Levin-. Se las percibe como seguras, por lo menos en un comienzo. Pero también había un creciente temor de que una de las dos personas se sintiera más atraída que la otra."

Sin embargo, las cualidades de estas relaciones parecen adecuarse al nombre que se les ha dado. En términos psicológicos, se parecen más a una amistad que a un romance. El estudio encontró que los amigos con beneficios aparecen en medio de una escala que establece el grado de intimidad y en los niveles más bajos en cuanto a pasión y compromiso.

"Cuando se compararon los niveles con descubrimientos anteriores realizados con parejas románticas, los mismos fueron menores en las tres dimensiones, con las diferencias más grandes observadas en el compromiso, seguidas por la pasión", escribieron los autores.

El doctor Mongeau afirmó que el estudio parece haber captado el disonante y circular pensamiento que caracteriza lo que se siente en una amistad que entra en un territorio incierto. "Hay un deseo claro y fuerte de estar con esa otra persona que llena importantes necesidades", agregó.

"Pero al mismo tiempo es como si se dijera: «OK, no me voy a involucrar apasionadamente porque se corre el riesgo de que sea un romance verdadero»".

Por Benedict Carey
De The New York Times

Traducción: María Elena Rey

Link: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=950672&origen=premium