sábado

Cómo liberarse de la presión tecnológica

Comprueban que el efecto de vivir conectados causa depresión

Yair Amichai-Hamburger
New Scientist

LONDRES. "La era de la melancolía." Así es como el psicólogo Daniel Goleman describe nuestro tiempo. Las personas hoy sufren más depresión que las generaciones previas, a pesar de las maravillas tecnológicas que nos ayudan todos los días. Tal vez, a causa de ellas.

Los teléfonos, las computadoras e Internet invaden nuestros días. Existe una constante y molesta necesidad de chequear nuestros mensajes de texto y de correo electrónico, de ampliar nuestro perfil de Facebook, MySpace y Linkedin, y de adquirir las últimas computadoras o celulares 3G.

¿Están estas maravillas tecnológicas ayudándonos o estamos siendo esclavizados por ellas? Según la psicología de la tecnología, estamos como sonámbulos en un mundo en el que los aparatos afectan gravemente nuestro bienestar. Puede ser una ayuda enorme en un mundo de ritmo frenético, pero es necesario que nos detengamos. Para muchos de nosotros, es cada vez más difícil controlar el impulso de ver nuestras casillas de correo una vez más o ver si cambiaron los titulares de un diario online desde la última vez que los vimos.

Nuestros hijos se encuentran en una posición similar, aterrados de perderse un tweet vital o un cambio de estatus en Facebook. En muchos hogares, la computadora se ha convertido en el centro de atención; es el medio a través del cual se trabaja y se juega.

¿Cómo pasó y cómo nos afecta la vida hipertecnológica? En esta era de consumo masivo, estamos rodeados de publicidades que nos incitan a encontrar la felicidad a través de la adquisición de bienes materiales. Como resultado, adultos y niños creen que para pertenecer y sentirse bien acerca de sí mismos deben poseer el último modelo de dispositivo tecnológico.

Sin embargo, las investigaciones del psicólogo Tim Hasser, del Know College, en Galesburgo, Illinois, demostraron que las personas que les dan gran valor a las metas materiales son más infelices que aquellas más espirituales. El materialismo está asociado también con una baja autoestima, un elevado narcisismo, una tendencia a considerarse inferior a los demás, una menor empatía y con más conflictos en las relaciones interpersonales.

Nuestra cultura también nos recuerda constantemente que el tiempo es dinero. Esto implica una necesidad de eficiencia total, y ésta es la razón que nos lleva a permitir que las computadoras portátiles y los teléfonos móviles difuminen las barreras entre el trabajo y el hogar.

Como dijo un jefe de recursos humanos poco feliz: "Me dieron un celular para poder poseerme durante las 24 horas y una computadora portátil para que mi oficina esté conmigo todo el tiempo? No puedo escapar de la presión". ¿Suena conocido?

En general, los psicólogos creen que la falta de separación clara entre el trabajo y el hogar daña significativamente nuestras relaciones personales. También nos predispone a concentrarnos en el aquí y ahora por sobre las metas en el largo plazo.

Al imponer esa doble presión, la sociedad moderna cambia el estándar de vida por la calidad de vida. Necesitamos maneras de recobrar la gran parte de nuestras vidas que cedimos a la tecnología para mantener nuestro dominio sobre la tecnología y aprender a utilizarla de manera sana y positiva.

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